En el anterior capítulo de Pretty Little Liars, las chicas han descubierto que A- está de vuelta, en realidad nunca se ha ido. Así que un día más el día se desarrolla en el instituto de Rosewood. Ella está dando una clase y hablando de un personaje teatral que recuerda vagamente a A-. Ella le recuerda a la clase que están en el último año y que deben aprovechar bien el tiempo. Y aquí nuestra querida Emily encuentra algo inquietante en su bolso: un collar hecho con dientes ¿humanos? Y letras: “las chicas muertas no pueden sonreír”. Vamos que Emily sale asustada de la clase hacia el baño casi con un ataque de pánico. Parece que A- tiene pensado mandarles partes de Alison a las chicas.
Mientras las cuatro discuten si los dientes son o no humanos la discusión sobre si deben entregar el collar a la policía o no acaba con la prueba en el retrete. Aria tiene un momento de iluminación y desarrolla toda una teoría sobre que deberían haberle contado todo a la policía y no deberían haber mentido sobre la noche en el cementerio. Aria defiende que al menos deberían contárselo a sus padres pero Spencer cree que no serían capaces de contar cada una de las mentiras que han mantenido desde que murió Alison. Así que nos quedamos sin collar de dientes.
Aunque las chicas no saben si es mejor haber perdido el collar están de acuerdo en intentar sacar algo de información de Garret o de Mona. Mientras aparece Jenna por el instituto ¡qué bien hace su papel de ciega! Porque a mi no se me va de la cabeza que es capaz de matar moscas con un periódico. Las chicas creen que Mona tiene un grupo de gente trabajando para ella ¿y no será que Mona era un peón más en el juego de A-? Además de todo eso Emily está preocupada porque va con retraso en los estudios y tiene varios exámenes de recuperación. Así que Aria le insiste para que llame a Ezra para que le ayude a preparar los exámenes.
Spencer y Hanna se lanzan a cumplir la misión de sacar algo en claro de Garret y de Mona, pero la verdad es que no consiguen nada. Ni de Garret ni de Mona que dan miedito, Garret con ese pelo que se le ha puesto en la cárcel y Mona con esa mirada de loquita que tiene desde que está encerrada. En algún otro lugar de Rosewood Emily se reúne con Ezra para darle un repaso al próximo examen. Ezra le dice que siente mucho lo de Maya pero la verdad es que Emily no quiere hablar de eso. Está claro que no ha superado la pérdida de Maya. Pero Ezra está empeñado en ayudarla con los exámenes.
Al día siguiente los mensajitos que deja A- son cada vez más originales, esta vez le deja a Aria un pendiente que encontró con Alison en el despacho de su padre. Es de la estudiante con la que tuvo una aventura. Y este detalle es algo que solo conocía Alison. Lo espeluznante de los pendientes es que son los que Aria eligió para que la mamá de Alison estuvieran en el ataúd de Alison cuando su funeral… Algo más que A- les hace llegar desde la tumba de Alison.
Jenna está dispuesta a retomar viejas amistades y le propone a Aria que toque con ella para la asamblea, pero Aria declina la invitación amablemente. Y ¡zas! Que Jenna se quita las gafas para seguir a Aria con la mirada, definitivamente Jenna no está cieguita nunca más. Mientras Spencer tiene problemitas con su mamá por haber ido a escondidas a ver a Garret a la cárcel. También Aria va a tener problemas porque el acoso de A- vuelve con fuerza, si Aria no le cuenta a su padre lo que pasó en su despacho A- se lo contará a la policía. Claro, al papá de Aria esta historia no le gusta nada de nada.
Emily se lanza a hacer el examen de lengua como si le lanzara a la piscina (que es el consejo que le dio Ezra) y está concentrada en el examen casi a punto de acabar cuando ve que una chica se está poniendo un pasador en el pelo… Ese gesto le recuerda a la noche del cementerio, la chica que iba en el coche llevaba también algo que le sujetaba el pelo. Así que a Emily no dejan de llegarle imágenes de esa noche y no es capaz de acabar el examen. Eso sí, lo que queda claro es que quién la llevaba en el coche era Jenna.
Aria queda con Meredith para disculparse por el malentendido del despacho destrozado pero lo que descubre es que no es de Meredith ¿con quién se estaba acostando entonces su padre? ¿o es que Alison puso allí los pendientes para provocar a Aria? En otro lugar de la ciudad Spencer está dispuesta a meterse en problemas y a pesar de la prohibición de su madre de no ir a visitar a Garret ella lo intenta una vez más. ¿Y quién está con Garret en calidad de su abogada? Sí, la mamá de Spencer es la abogada de Garret ¿se puede liar aún más esto? Seguro, pequeñas, seguro. Vamos a darle a los guionistas unos cuantos capítulos y serán capaces de liar esto hasta el infinito. A partir de este momento Garret se niega a hablar nada más con Spencer.
Por su parte Hanna casi no consigue nada de Mona, solo que Mona le pregunte si está otra vez recibiendo los mensajes. Bueno, Mona también consigue algo a cambio, una pinza de depilar para herirse a sí misma (chicas, esto no es buena idea, ni hacerse daño ni usar una pinza para nada que no sea depilarse las cejas). Ella Montgomery se da cuenta de que Emily no ha sido capaz de acabar el examen (ya se dio cuenta cuando Emily lo estaba haciendo). Así que decide darle un empujón y rellena alguna de las preguntas que están sin contestar.
Las chicas no solo no han conseguido responder a ningún misterio si no que tienen muchos más por resolver ¿de quién son los pendientes? ¿por qué la madre de Spencer defiende a Garret? ¿Jenna recuperó la vista y llevó a Emily al cementerio? ¿Mona tiene a varios compinches? El tema es que Spencer vuelve a su papel de Holmes y justo cuando se van a cruzar con Jenna en el baño decide dejar a la vista el pendiente mientras ellas se encierran en los baños para ver cómo reacciona Jenna. Y Jenna no puede evitar echarle un vistazo ¡literalmente! Al pendiente. ¿Cómo se os queda el cuerpo? Y ahí Spencer toda sexy manteniendo la sangre fría y pensando cómo pueden usar esta información que tienen y que Jenna no sabe que ellas tienen.
Así que A- está de vuelta pero ¿quién es A-? ¿y qué pintan todos los demás sospechosos en todo esto? ¡Hasta la semana que viene, pequeñas!