Escrito por: Yovanu
Soy Vanu y escribo desde Buenos Aires, Argentina. En mi tiempo libre trato de llevarme en fotos, recuerdos de todo aquello que me parece hermoso. Amo el cine, las series, viajar, las charlas con amigos filosofando sobre la vida e intentando cambiar el mundo….y básicamente, soy un cronopio.
¡Muy buenas tengan tod@s! Pese a todos los pronósticos y sorprendiendo a más de una, habemus tercera temporada de The Real L Word. Este apasionante (?) reality que nos muestra la vida diaria de las lesbianas de verdad (??).
A diferencia de las dos primeras temporadas, esta no se desarrolla íntegramente en Los Angeles, sino que tenemos una producción de costa a costa. Algunas de las protagonistas se encuentran en Los Angeles y otras en Nueva York. Asumo que la intención de mostrar una ciudad más, era demostrar que el desquiciante accionar de las anteriores, no era producto de la exposición prolongada al sol en la costa oeste, sino que sin importar en que ciudad vivan, están todas más o menos en la misma línea.
Para mi desgracia, creo que hay más chicas que en las anteriores temporadas, y digo desgracia, porque seguramente terminaré de aprenderme sus nombres y dejare de confundirlas, aproximadamente para el último capítulo.
Algunas chicas que ya conocemos de las anteriores ediciones, vuelven a aparecer en esta tercera entrega: Whitney (nuestra heroína de rastas), Romi (la diseñadora de accesorios e inestable mentalmente), Sara (la que tenía en un sin vivir a Whitney) y Cory-Kaci (la parejita ideal que estaba intentando tener un bebé). Luego vemos algunas caras conocidas más, pero no a nivel protagónico sino como amigas o exes de otras.
El primer capítulo no podía comenzar con otra que no fuera Whitney, quien creo a esta altura es la “estrella” sin discusión de este programa. Al final de la segunda temporada, Whitney estaba que iba y venía con Sara, principalmente porque Sara no dejaba de mentir, ni tampoco era la representación de la fidelidad (aunque Whitney en ese aspecto no pudiera decir demasiado), y claro, se hacía muy complicado confiar en ella. Aun así, ha pasado un año, y las cosas han cambiado mucho. Whitney y Sara están enamoradas y llevan una estable y saludable convivencia.
En L.A. también se encuentra Romi. Por si alguna no se acuerda, Romi tuvo un breve romance con Whitney, pero esta no estaba para compromisos y no prosperó. Romi luego tuvo una tormentosa relación con Kelsey, pero tampoco funcionó. Los mayores problemas de la pareja estaban relacionados con la diferencia de edad y el alcohol. Romi estaba en plan dejarlo por completo, y Kelsey se abrazaba a la botella con frecuencia. Al final de la segunda temporada ya se encuentran separadas y…..¿Qué ha pasado en un año para Romi? Pues bien, lleva casi un año sobria y además se encuentra de novia con una chica que tiene mucho vello facial. No, esperen…es un hombre, y se llama Jay. :p Aparentemente Romi está enamorada y su relación es un secreto para todo el mundo. Intuye que su regreso a los brazos masculinos no va ser bien visto en general, así que de momento nadie está al tanto del devenir sentimental de su vida.
Mientras tanto, en la otra costa del país, comienzan a aparecer las otras protagonistas. Y tranquilas, Claire (la desquiciante rubia de NY de la temporada anterior) no está. Yeii!
En NY conocemos a Kiyomi, Somer, Veronica y Laura. Las integrantes de una banda de punk rock femenino, Hunter Valentine. Por cómo se desarrolla la historia de ellas, tranquilamente podrían haber hecho un reality aparte para ver sus peleas, sus luchas por liderar la banda, los ensayos frustrados, las giras, etcétera…pero nada, tengo que venir yo a darle ideas a la Chaiken, sque después de su genial idea de matar a Jenny, la pobre quedó quemada y nunca más se le ocurrió nada tan brillante.
Kiyomi, además de dedicarse a la música, también tiene vida sentimental. Bueno, o algo así, porque estas chicas (salvo las parejitas formadas) huyen de los compromisos como de la peste. Kiyomi se encuentra en el típico plan “estoy viendo a una chica que me gusta, no quiero compromisos, pero igual la estoy pasando tan bien con ella que no sé qué hacer”. La chica que provoca todo esto se llama Ali, y es evidente que ella tiene intenciones de más, porque de hecho confiesa que prefiere esto a nada. Siempre me caen fantásticas aquellas personas que eligen estar a la expectativa de las emociones de otras. Y es una ironía claro. Kiyomi tiene toda la pinta de no comer ni dejar comer. No quiere compromisos, se muestra distante, habla de una relación no monogámica, pero luego es de las que si llega a ver que la otra tiene alguna historia por ahí, empiezan a hacer reclamos. Pobre Kiyomi, tiene todas las papeletas para convertirse en alguna de las que detestaré a lo largo de la temporada.
Bueno, dejando de lado a estas inestables, pasemos a la parejita Cory-Kaci, como para creer un poco más en el amor, los unicornios, los arco iris y esas cosas. Ambas se encuentran en el consultorio de la doctora que ya vimos varias veces la temporada pasada, porque parece que esta vez, y luego de varios intentos fallidos, han logrado que Kaci quede embarazada. Hacen la ecografía de rigor y nos enteramos que va a ser una niña. Ambas lloran y por fin vemos lágrimas que no tienen relación con algún drama inmaduro, de estos a los que nos tienen mal acostumbradas algunos de los otros especímenes que participan en este reality. Son felices de verdad. Todas somos felices con ellas. 🙂
De nuevo en la vida de Whitney, ella nos explica cómo se siente con Sara, lo comprometidas que están, como ha cambiado todo, y básicamente sabe que para ella es más fácil un compromiso porque no le quedó nada por experimentar, cree que no va a arrepentirse de dar un paso hacia adelante en su relación con Sara. Por dar un paso adelante, hablamos de una boda….o sea, que nuestra rastas se quiere casar O.o. Quiero creer en la pareja, de verdad, pero los antecedentes de ambas no ayudan realmente. De hecho, Whitney visita a su mejor amiga, Alyssa (la chica con la que vivía hasta la temporada pasada) y le cuenta todas las novedades. Digamos que para su amiga, la sensación es parecida. Le da su apoyo incondicional, pero se nota que si de repente el asunto no funcionara, no la tomaría por sorpresa.
En este nuevo comienzo también nos enteramos que Romi y Whitney no son más amigas. Según Romi, la culpable es Sara, quien no soporta que sean amigas cuando era conocido por todas, que ella tenía otras intenciones con Whitney. Si Sara va a eliminar gente con ese requisito…pobres, llevaran una vida de lo más ermitaña. Aun así, Romi ha continuado su vida y ha vuelto con su ex, pero claro, esto es algo que mantiene en secreto y ha llegado el momento de develarlo.
Romi va a casa de Alyssa, donde no sólo está ella, sino que también está Rachel (otra ex de Whitney que conocimos la temporada pasada), quien aparentemente vive ahí también. La casa de Alyssa es como un centro de acogida de mujeres que va dejando Whitney por el camino. Están todas reunidas y Romi les cuenta la novedad. Las caras de todas son de sorpresa, y se les nota como mentalmente se debaten entre superar rápido el shock y mostrarse como comprensivas ante la situación de la “B” word. En fin, que le dicen la típica frase “si sos feliz, nosotras somos felices” que viene en el manual 101 de comprensión de la diversidad sexual, y Romi se queda tranquila.
Alyssa, ni lerda ni perezosa, llama a Whitney para contarle las novedades. Whitney dice que no la sorprende, porque ella siempre creyó que Romi seguía saliendo con hombres. Sara, por su parte, opina que también es parte del accionar de Romi, hacer algo para llamar la atención y ser el centro de la escena de manera permanente.
Su ex, Kelsey, no se muestra tan comprensiva al enterarse por facebook que Romi volvió con su ex, en realidad…no es que diga demasiado, su cara de asco lo dice todo.
En L.A. también conocemos a una nueva participante de esta temporada, Lauren. Una diseñadora de joyas que maneja su propia empresa. ¿Qué conexión tiene ella con el resto? Lauren tuvo un breve “algo” con Kelsey. La ex medio alcohólica de Romi, y así es como vemos que conoce a Whitney y Sara. Lauren, haciendo uso de la palabra y para mostrarnos que ella está un escalón por encima del resto, nos cuenta que le parece que todo lo que sucede en L.A. está cargado de drama entre las lesbianas, que es todo muy infantil e inmaduro.
En fin, ella está a punto de irse a vivir con su “mejor amiga” Amanda, quien se está mudando a L.A. desde N.Y. Entre ellas, por lo que nos cuentan, siempre ha habido tensión sexual, pero nunca han podido desarrollar mucho ese asunto porque tenían algunos impedimentos como parejas, novias y demás personajes que te impiden ir a acostarte con quien se te ocurre y en el momento que se te ocurre. Actualmente se encuentran las dos solteras, libres de compromiso, así que se van a mudar juntas, sin compromisos y a ver si conectan…algo así como amigas con beneficios. No, no, si no veo venir el drama, ni las situaciones infantiles…es solo mi imaginación. Por desgracia (o por suerte), en este primer capítulo no tuvieron tiempo para mostrarnos mucho más de esta chica, así que habrá que esperar a los próximos para ver que más se puede conocer de ella.
En otro punto de la ciudad, Romi se está preparando para asistir con Jay, a una fiesta de disfraces LGBT para recaudar fondos. Se siente nerviosa porque es su primera aparición en público con novio. Ella creció en una casa con dos madres, y salir con una chica era como lo más natural del mundo, ahora que tiene novio, dice entender cómo se sienten los demás cuando tienen que salir del armario. En fin, para no llamar mucho la atención al llevar novio, además lo disfraza de banana. No, no le gusta llamar la atención, nos parece a nosotras.
Y para cerrar este capítulo, podemos ver a Whitney (acompañada de su hermana, en una versión sin rastas, sin tatuajes, sin azúcar, etc…que no se le parece en nada) eligiendo un anillo de compromiso para Sara. Asumo que en este instante a varias les estalló el cerebro y se están preguntando que pasó con la Whitney que conocíamos. El amor niñas, el amor.
Ella quiere hacer las cosas bien, primero casarse y quizá luego tener varios niñitos tatuados correteando por la casa. :p
¿Durará? ¿Creemos que realmente se enamoró y puede llevar una vida monógama? ¿Romi está enamorada de su novio o simplemente lo hace para llamar la atención? ¿Las Hunter Valentine llegarán a la gira sin haberse matado entre todas?
Estas y muchas preguntas más, solo tendrán alguna respuesta (o no), si seguimos viendo este show.
¡Sera hasta la próxima ocasión, pequeños saltamontes! 😀