Escrito por: CindyAparicio

Normalmente me paso la vida escribiéndola en 140 caracteres pero cada cierto tiempo algo extraordinario ocurre que me impulsa a escribir un poco más. Este es uno de esos casos extraordinarios, ¡que emoción que seas testigo!. México es mi patria, el mundo mi hogar y estas líneas mi yo más sincero.”

¡Hola Lesbicanarias! Bienvenidas a otra edición más de su gay show, perdón, su straigh show favorito Rizzoli & Isles. Antes de comenzar les pido una disculpa por el retraso de este recap pero se me atravesó el verano por el camino y ya saben lo que dicen: Si ves mujeres topless en la playa debes seguirlas. Hablando de las olimpiadas, ya que estamos, existen deportes de riesgo como el surf o el matrimonio.

Nuestro matrimonio favorito, por cierto, está renovando habitación; concretamente las Gayzzoli están cambiando la cama de Jane porque todas las lesbianas saben que cada cierto tiempo hay que comprar colchón nuevo, sobretodo después de todas las sesiones sexuales post “Casi muero en manos de un panadero”. Jane, por supuesto, está cargando partes de la nueva cama mientras Maura observa y abre puertas porque si eres la butch de la relación te toca cargar. Rizzoli se queja de que su mujer no esté ayudando lo suficiente pero la Dra. Isles contraataca diciendo que no va a cargar cosas porque a) Para eso está su esposa y b) No arruinará su traje de domingo. Total que Rizzoli decide que cualquier lugar es bueno mientras haya un colchón donde estar y decide armar la cama en la sala excepto que las instrucciones son ilegibles y el colchón todavía no ha llegado.

Resulta que Frost y Frankie, nuestro otro dúo favorito, están en su momento de “ayuda a una lesbiana” pero en lugar de traer el colchón de Jane están mudando el sofá de Riley, la nueva lesbiana vecina de Rizzoli… vamos, no me digan que no es lesbiana cuando se ve así:

Jane está ofendida de ser sustituida como lesbiana favorita pero Riley se gana las simpatías de mamá Rizzoli quien decide regalarle las ollas que Rizzoli no usa, cuando Jane va a reclamar es el turno de Maura de caer bajo los encantos de los tatuajes de Riley. Jane decide que ya tuvo suficiente pero antes de que ella y Riley puedan medir fuerzas lésbicas es momento de resolver el caso de la semana.

Jane, Maura, Frost y Korsak se trasladan a la “capilla del amor” donde yace una novia muy muerta y muy ensangrentada. Jane se queja de que, incluso si la necesidad de casarse es grande nunca llevaría a Maura a un sitio tan barato como ese. La víctima de la semana es una chica de Croacia y lo sabemos porque Maura le está hablando en esa Serbio. Todas las lesbianas del mundo se desmayan cuando la Dra. Isles habla en otro lenguaje extranjero pero Jane no se queda atrás y hace su mejor imitación del serbio diciendo “Dubli dabli scoobi doobi doo”. Oh Jane, sigues siendo mi lesbiana favorita aunque tu colchón aún no llegue a tu casa. Gracias a Maura sabemos que el cuello de la víctima fue cercenado por “algo puntiagudo” y hasta ahí nos quedamos de avances policiacos porque realmente a ninguno de notros nos importa mucho eso.

Después de un interrogatorio infructuoso al novio de la víctima, todos sabemos que no fue él porque salió en la primera escena, descubrimos que la muerta se llamaba Anya y tenía una hermanita, Lea, quien ha desaparecido misteriosamente. Frost, Korsak y Jane descubren que Anya y su hermana llegaron a Boston ayudadas por una organización de ayuda llamada “Chica Samaritana” lo cual es un nombre raro, según Maura, ya que los samaritanos son los que ayudan y no los que reciben la ayuda. Jane está feliz de ver a su mujer fuera del laboratorio pero pronto le recuerda gentilmente que, de hecho, tienen que actuar como policías y hacer autopsias y todo eso pero Maura explica que a) El cuerpo no ha llegado y b) Jane no está con ella en la morgue así que no puede realizar autopsias.

Frost y Korsak van de excursión a interrogar al asesino de la semana mejor conocido como el líder del grupo de ayuda y sabemos que él será el asesino porque seamos realistas, nadie ayuda a chicas croatas que lucen como modelos de a gratis. Antes de que cualquiera de ellos pueda llegar a esta conclusión los chicos tienen que ir a detener a la ex novia del casi casado novio que se ha vuelto loca porque la abandonaron por una supermodelo croata y amenaza a un par de extraños.

Rizzoli & Isles están realizando la autopsia de la víctima y Maura decide aprovechar la ocasión para hablar de pasteles de boda porque si quieres darle a entender a tu novia que quizá sea el momento de dar el siguiente paso no hay mejor manera de iniciar la conversación. Rizzoli decide que planear su boda no es un buen momento para hablar de sabores de pasteles de boda pero Maura contraataca preguntando cómo será su vestido de boda. Rizzoli le recuerda a Maura que ella es butch y “no usa vestidos” pero la Dra. Isles no se da por vencida y le cuenta que su fantasía es casarse con un vestido de diseñador, cola de 20 metros y con una ceremonia en Santorinni arriba de un volcán. Jane le explica a su chica que quizá sería un poco peligroso casarse sobre un volcán pero Maura continúa contando que cuando era niña soñaba casarse con Antonio Benivieni, padre de las autopsias; su nombre de casada hubiera sido “Maura Dorthea Isles Benivieni”. Sip, el segundo nombre de Maura es Dorthea pero todos sabemos que su nombre de casada es “Maura Dorthea Isles Rizzoli”. Hablando de Rizzoli, ella al fin admite que cuando era niña alguna vez soñó con casarse con Bill Buckner, un beisbolista.

Antes de que Rizzoli pueda proceder a proponerle matrimonio a Maura, las chicas tienen que ir a interrogar a la psyco-novia Vicky quien se niega a hablar a menos que sea con mujeres no casadas. Maura y Jane acuden al llamado porque aunque están casadas todavía no hay un papel oficial que lo diga así que cuenta igual. Maura dirige a Jane durante el interrogatorio hablándole al oído, bueno, hablándole mediante un micrófono en el oído pero no está siendo de mucha ayuda. El caso es que Vicky tampoco es la asesina de la semana.

Maura y Jane deciden mejor pasar a asuntos productivos y van a cenar al dirty robber. Maura sentencia a su mujer diciendo “Voy a hacer que comas algo verde hoy”. Diablos, ¿podrían estar más casada estas dos? Jane decide hacerle caso a su esposa pero antes de que pueda ponerle más pepinillos a su hamburguesa Isles descubre a Frankie y Riley teniendo una cita. Rizzoli ha tenido suficiente con ser relegada como lesbiana de la semana así que va a recordarle a Frankie que no se coquetea con lesbianas. Frankie le dice a su hermana que no interfiera pero cuando Jane protesta diciendo que hay “algo raro” con Riley el otro Rizzoli simplemente responde “Pues no salgas con ella”. Frankie, Frankie… todos sabemos que dos lesbianas alfa en una relación no pueden funcionar. Como sus quejas no tienen éxito Rizzoli decide quejarse con su mujer de la recién llegada pero Maura le reprocha el que esté juzgando a una chica sin conocerla. Frost se aparece en cuanto Frankie se ha marchado pero no está ahí por el caso sino que también tiene una cita con Riley. Maura y Jane no podrían estar más ofendidas al descubrir que Riley está dobleteando con los futuros donantes de esperma de sus hijos.

A la mañana siguiente, Maura está vestida de verde… supongo que después de todo Jane si comió más verde a noche, regresando al tema Rizzoli decide que tiene que decirles a Frost y Frankie que Riley está jugando con ambos y cuando mamá Rizzoli pregunta de que hablan Maura le explica que Riley está haciendo una “selección darwiniana”. Jane le cuestiona a su madre si entendió lo que su nuera dijo pero mamá Rizzoli sabe perfectamente a lo que se refiere su hija política porque ninguna otra lesbiana en el mundo tiene mejor relación nuera-suegra que Maura y Angela Rizzoli. Antes de que puedan continuar con el caso de la semana, osea Riley, el jefe Cavanaugh se aparece para coquetear con mamá Rizzoli. Frankie también llega vestido de traje y listo para su entrevista con el jefe buscando ser el nuevo detective de la comisaría pero Jane no aguanta más y les cuenta a Frost y Frankie que Riley está saliendo con ambos. Los chicos admiten que lo saben pero la regla dice que dos hombres pueden salir con la misma chica mientras ella no se acueste con alguno.

Maura se emociona por saber más sobre el “código masculino” porque a las lesbianas también les gusta Animal Planet y cosas por el estilo así que los chicos deciden develar otras reglas masculinas tipo “No compartir sombrillas” y “No puedes salir con la hermana de un amigo al que conoces por más de 24 horas especialmente si es lesbiana y está casada con la forense estrella de la comisaría de Boston”.

En cosas policiacas, sip a veces pasan en esta serie, Jane y Korsak interrogan a un nuevo sospechoso de ser el asesino pero el hombre sólo les dice que a) Jane Rizzoli es la lesbiana más guapa de la serie y b) Lea, la hermanita de la víctima, fue secuestrada. En el depa Gayzzoli, Jane y Maura están al fin moviendo el nuevo colchón pero no logran llegar a la habitación por lo que el colchón queda a la mitad de la sala. Maura inmediatamente salta y se coloca encima del colchón pero antes de que Jane pueda hacer algo escucha a Riley comprar 5 litros de éxtasis líquido. Supongo que las sospechas de Rizzoli no estaban del todo erradas. Increíblemente Jane decide que investigar a la traficante de drogas que sale con su hermano y Frost es más importante que atender a la mujer que está en su cama y pero antes de que pueda hacer algo más Cavanaugh le pide dejar de investigar a Riley ya que está interfiriendo con la investigación del departamento antidrogas que está tras la mujer y le pide a Jane no decir nada a Frost o Frankie.

Jane se queja con Maura sobre la nueva situación pero su mujer le pide hacerle caso al jefe y no decir nada a Frost o Frankie sobre Riley. Antes de que puedan seguir discutiendo sobre ello Maura descubre que el arma homocida fue una vieja herramienta que usaban los granjeros croatas también conocida como “Corta cuellos” y que Anya era una esclava sexual. Frost, Korsak y Jane descubren el escondite de los malos y rescatan a varias mujeres que estaban prisioneras sin embargo Lea, la hermanita de la víctima, no está ahí. Aparentemente el asesino de la semana va a subastarla porque aun es virgen.

Al día siguiente Frankie está teniendo su momento de “Voy a comer cosas que engorden para olvidar mis penas” porque aparentemente no le fue nada bien en su entrevista con Cavanaugh para ser detective. Jane y Frost se unen a él para darle ánimo pero justo en ese momento el jefe les dice que el departamento antidrogas hizo un gran arresto y Riley pasa desfilando rumbo a la celda de los castigados. El jefe le dice a Frankie que no puede ser detective si ni si quiera se da cuenta de que sale con una narcotraficante y reprende a Frost por lo mismo pero Frankie está ofendido de que Jane no le haya dicho sobre Riley.

Rizzoli se va a llorar sus penas con Maura quien está más interesada en contarle sus nuevos descubrimientos sobre el caso. Jane continúa lloriqueando por que Frankie no querrá hablarle pero Maura le responde diciendo “¿No me vas a preguntar qué es la cosa azul que encontré?”, Jane lanza un suspiro y pregunta qué es la cosa azul que su mujer encontró, es tinta de marcador de pizarrón y Maura y Jane resuelven el caso: El asesino es, de hecho, el hombre con la organización civil de ayuda a supermodelos croatas.Todos investigan el paradero de “Cortacuellos” y descubren que la subasta de Lea ocurrirá esa noche así que Frost, Korsak y Jane acuden al sitio. Rizzoli detiene al sospechoso con dos buenos balazos al pecho y los chicos rescatan a Lea y salvan el día.

En el depa Gayzzoli, Maura está sentada en el colchón que continúa en la sala tomando vino, Jane está recostada a su lado con su propia copa de vino. Maura se recuesta a su lado mientras le dice que “hizo un buen trabajo”, Jane mira a Maura con ojos de borreguito y le agradece. Maura pone la copa de vino sobre la mesa. Ambas mujeres están recostadas una al lado de la otra en silencio. No, no estoy inventando esto. Maura aprovecha la ocasión y le pregunta a Jane una vez más sobre su fantasía sobre bodas, Rizzoli al fin admite que su boda soñada sería en un campo de beisbol, su traje de boda sería un Jersey de los Red Sox y servirían limonada y hotdogs en la recepción. Maura admite que no es muy elegante pero por su mujer lo consideraría. Hotdogs o volcanes, ambas se acurrucan en la cama para soñar con su inminente boda.

¡Y así termina otro capítulo más de Rizzoli & Isles! Recuerden dejar sus comentarios debajo, sean buenas y nos leemos por twitter.