¡Señoras ya es San Valentín? ¿Cómo? ¿Qué aún no estamos en febrero? Pues en la fábrica ya es febrero así que vayan preparando las rosas, los chocolates, las tarjetas y sobre todo a la novia que eso es lo más divertido de todo. Empezamos el episodio de Bomb Girls con Kate corriendo por una extraño callejón mientras su padre la persigue. A mi no me pregunten, no sé que demonios hace este señor vivo. Claro que se dice por ahí que mala hierba nunca muere y al parecer el dicho era correcto. En fin que llega un momento en el que la acorrala y la empieza a ahorcar. Kate en un segundo grita ¡Betty! y entonces se despierta y todas nos damos cuenta de que ha sido un sueño.
Betty media zombie y sin cuello por haber dormido en una silla intenta tranquilizar a Kate que está traumatizada porque le ha entrado la inseguridad de que su padre realmente haya muerto. Betty le dice que está difunto y enterrado, que no hay de que preocuparse, pero su amiga no se fía, que hay muchas historias de resurrecciones misteriosas y quiere asegurarse volviendo a la escena del crimen. Yo por si las dudas le metía una estaca en el corazón, le rellenaba de ajos la nariz y le separaba la cabeza del tronco, que toda precaución es poca.
Betty le promete a Kate que la acompañará al salir del trabajo y entonces alguien mete una especie de carta anónima por debajo de su puerta. ¡Miedo! Betty abre de inmediato la puerta y para nuestra alegría no es otra que Gladys.
Como es San Valentín la morenaza les regala a sus dos amigas sendas tarjetas mientras les cuenta que ha decidido no volver a casa de sus padres. La mujer se emancipa y va a intentar conseguirse un cuarto en ese mismo lugar para vivir. Claro que a mi lo que realmente me importa de esta escena es el mensaje subliminal que Gladys le ha mandado a Kate con su tarjeta.
No sé que piensan ustedes pero yo tengo más que claro que mi querida Gladys apuesta por esta relación tanto o más que nosotras. ¡Que viva Gladys! Lástima que la mujer sea más hetero que la vida, no podía ser perfecta la pobre.
Pasando a otra cosa, todo el mundo en la fábrica está celebrando San Valentín. Marco (que es todo un caballero) le lleva flores y regalos a todas las damas vestido de cupido, y hay una especie de cartel de esos que tiene hoyos para que pongas las caras y te tomen fotos, en el que todas las parejas se están retratando.
Por supuesto, Betty e Ivan también andan por ahí como cualquier pareja que se precie. Y él como caballero que es, le lleva una tarjetita y ella lo agradece. Pero ese no es el único plan de Ivan, que la invita a echarse unos tragos y un baile por la noche con él. La cosa es que como Kate está de vuelta Betty no la quiere dejar sola, pero Ivan no va a dejar que eso le amargue la noche así que le dice que le va a llevar un amigo a Kate y salen juntos los cuatro. No sé yo por que me suena a que esto no va a funcionar…intuición femenina le dicen…
Nuestro alegre par se va en búsqueda del cuerpo perdido y por el camino, Betty le cuenta a Kate lo de la doble cita y a ella le encanta la idea porque así pueden «actuar de manera normal» y despistar al enemigo en cuanto al padre y a saber si también en cuanto algo más. Por fin llegan hasta el lugar del crimen y cuando quitan la lona resulta que ya no hay cuerpo. Kate se frikea totalmente, pero Betty le dice que seguramente es que lo descubrieron, que se relaje porque ahora es Kate y no le va a pasar nada, que actúe normal.
Por la noche, las chicas van a la cita y mientras Betty se entretiene hablando de política con Ivan, Kate la mira de reojo sin prestarle atención a su cita como pensando: «¿pero por qué demonios me habré ido? Me despisto un segundo y le sale novio».
De repente le llega una bebida y es que Betty, aunque parecía que estaba a otras cosas, está pensando en ella y le ha mandado pedir su bebida favorita. A Kate le encanta el detalle de que se acuerde de cual es y Betty le recuerda que aún tiene una botella guardada en su cuarto. Aw que monas son.
Kate anda ojeando el horizonte cuando de repente parece que ve a su padre a lo lejos y se pone de los nervios. Betty se acerca hasta ella para intentar tranquilizarla, pero Kate se quiere ir así que Betty sin pensarlo ni un segundo se disculpa con Ivan y con el otro maromo y se la lleva a casa.
Ya por la noche, Betty se está poniendo cremas en la cara mientras Kate la mira anonadada y le suelta un: «seguro que a Ivan le encanta» que suena bastante celosón. Betty cambia a temas más neutrales diciéndole que le puede prestar dinero para que pague la renta de ese mes en lo que vuelve a trabajar pero Kate tiene otra idea. Resulta que su padre guardaba todo el dinero que iban ganando en la caravana en la que vivían, así que la mujer quiere ir a por él. Betty le hace prometer que no ira sola y Kate le responde diciéndole que es un tesoro y la cosa pintaba muy bien pero justo en ese momento Gladys y su prometido interrumpen la conversación. ¡Abuuuuuuuuuu! Y eso que yo amo a Gladys.
A pesar de lo que le prometió a Betty, Kate se lanza sola a la caravana para recoger el dinero, y justo cuando se iba, aparece cierta sombra con sombrero que nos pone los pelos de punta a todas. Kate agarra un palo y se pone tras la puerta lista para meterle un macanazo a su padre, pero resulta que no es él sino un detective que viene a informarle de que al parecer ha fallecido y le pide que lo vaya a reconocer.
Kate reconoce el cuerpo y entonces el detective se le echa encima con toda clase de preguntas. Que si por qué no alertó a nadie de su desaparición, que si por qué andaba su padre buscando un camión si no tenían dinero. La morena esquiva las preguntas con más o menos acierto hasta que llegan a una parte que le pone las antenas en alerta. Resulta que un viandante vio a su padre pelear con cierta tipa rubia que le dijo que «pagaría por todo».
Kate que es más buena que el pan, de repente desarrolla un instinto increíble para la mentira y le dice al detective que efectivamente, una señora del norte a la que su padre intentó curar con la oración solo se puso peor y lo amenazó. También dice que recuerda que se llamaba Smith. Al parecer ver a Betty en peligro hace que todos los instintos de Kate se potencien.
Kate casi que sale de la morgue directa hasta la fábrica para despedirse de Betty porque todo este rollo policial la ha puesto de los nervios y no quiere que su amiga resulte perjudicada. La rubia por supuesto no quiere que se vaya y le dice que no le importa que la policía la ande buscando. De todos modos Kate será Kate y no Marion con lo que jamás podrán encontrarla.
La morena no está para nada convencida con los argumentos que le da su amiga y para rematar siente que no tiene nada ahí que la detenga.
Kate: Tú tienes una vida aquí, yo no. Has encontrado a un chico.
Betty: No es sino un rollo.
Kate: Te mereces ser feliz. ¿Por qué me quieres aquí complicando tu vida?
Betty: La cosa es Kate…
Y en ese justo momento Gladys interrumpe otra vez, con una buena excusa todo sea dicho, la pobre de Lorna está perdiendo a su bebé en ese mismo instante. Igual Gladys yo te amo pero como sigas interrumpiendo te vamos a tener que mandar a freír espárragos.
Betty y Gladys van a llevar a Lorna al hospital y Kate se va a encargar de limpiar toda la sangre del piso para que nadie se entere de lo que ha pasado. Recordemos que Lorna está embarazada de Marco y no de su esposo, así que no quiere que nadie se entere y encima en el trabajo no lo sabían porque las embarazadas no pueden trabajar en la fábrica. En fin antes de marcharse Betty le pide a Kate que por favor no se vaya sin antes pasar por casa para hablarlo.
Por la noche Ivan se cuela en el cuarto de Betty para preguntarle si lo está esquivando. Ella le pide disculpas por haber arruinado los planes de San Valentín y le explica que ha tenido un mal día porque tuvo mucho trabajo y Kate se ha marchado. Él la consuela un poco y le intenta dar un beso pero Betty le hace la cobra, así que él le dice que seguro que jamás la han besado apropiadamente y que ahí está él para hacerlo.
Y dicho y hecho, el muchachón le planta un beso muy tierno a la pobre de Betty que solo atina a quedarse más tiesa que una palo y decir gracias.
Ivan la abraza y Betty no está nada cómoda. No sabe si pasarle los brazos, si apretarse contra él. No tiene ni idea de que hacer con las manos, en fin que es de todo menos natural y se nota que no lo está disfrutando, pero el intento hace. Luego los dos se ponen a tomarse un té y de repente ¡la gran sorpresa!
A Betty casi se le cae la tetera de la emoción y de repente todo se le nubla y solo puede ver a Kate.
Estaba allá afuera pensando que ya no tengo familia. Pero entonces me di cuenta de que sí que la tengo.
¡Awwwww! ¡Emoción total señoras! Entonces Kate abraza a Betty y como es normal está sí que sabe que hacer con sus manos y con su corazón.
Y aquí termina nuestro episodio de Bomb Girls señoras. Este episodio me ha encantado porque han habido miles de pequeños detallitos que apuntan a la relación de las chicas. Sobre todo ese abrazo del final comparado con el que se llevó el pobre de Ivan. ¿Cuál fue su escena favorita?