Rizzoli & Isles resumen de episodio 4×01 «We Are Family»

Ya se lo que van a decir, que después del berrinche que hice con el último final de temporada no pueden creer que esté de regreso para seguir haciendo recaps gayzzoli, pero la verdad es que ¿Quién puede resistirse a la Detective McBadass y a la Dra. Smartypants? Quédense porque prometo mucho mucho subtexto. Ya saben lo que dicen, mientras más grande la heterosexualidad del personaje, mayores las fantasías homoeróticas de las recapers… o algo así.

Iniciamos esta nueva temporada con nuestra pareja favorita dando un agradable paseo por el parque, excepto que por agradable me refiero a hormonas fuera de control y no en el buen sentido de la palabra. Como Jane Rizzoli está a punto de averiguar, después de cuatro años de dicha marital es normal que todos los matrimonios tengan sus momentos menos placenteros. Resulta que aparentemente Maura no está llevando del todo bien su recuperación postoperatoria (En el final de temporada anterior había decidido donar un riñón a su media hermana Cailin), después de todo los médicos son los peores pacientes. Jane intenta animarla diciéndole que le vendría bien “ponerse en forma”. Oh, Rizzoli… Rizzoli… Maura, obviamente, se ofende de que su chica le llame gorda y la detective decide que es mejor salir disparada para reunirse con el resto del clan Rizzoli antes de seguir empeorando el asunto.

Frankie, Mamá Rizzoli y el pequeño TJ están admirando el desfile que se desarrolla por las calles de Boston, Maura insiste en seguir compartiendo con todos los Rizzoli su mala actitud y Jane decide que es un buen momento para desviar la atención hacia Frankie porque, hasta el momento, nadie se ha preguntado que hace vestido con una chaqueta de cuero y una motocicleta. Resulta que el menor de los Rizzoli ha sido promovido a detective en la unidad de narcóticos. ¡Yeei por Frankie! Todo sería felicidad si no fuera porque la senadora que va en el auto descapotable está a punto de ser asesinada por el francotirador que vimos al inicio del capítulo. ¿Qué acaso nadie aprendió nada de desfiles, descapotables y Kennedy? Jane y Frankie se apresuran al departamento desde donde provino el disparo y se encuentran con vómito con sustancia azul que, imagino, debe ser súper relevante para resolver este caso porque es, literalmente, lo único que encuentran ahí.

Maura está realizando la autopsia a la víctima, cuando Jane la visita sólo para encontrarla intentando seducirla con un lápiz en los labios, como esto no funciona Maura explica que es una técnica para estimular los músculos que normalmente la harían reír, parece que las cosas no andan nada bien en Villa Gayzzoli últimamente. Frost y Korsak se unen para hacer presión social sobre Maura porque, vamos, ¿autopsia? ¡Todos estábamos ahí cuando una bala le atravesó la cabeza! La Dra. Isles se toma nada divertida esta pequeña observación así que se va a media autopsia sin extraer la preciada bala que resolvería el caso de la semana y nos dejaría con cosas interesantes para ver en esta serie. Por cierto ¿Qué pasa con Maura y cuándo va a regresar a la normalidad? Todo mundo quiere saberlo, Frost incluido. Jane, Korsak y Frost hablan sobre cosas irrelevantes sobre el caso hasta que Maura se les une para decirles que la bala mágica se deshizo en el cráneo de la víctima pero nadie le está prestando atención porque ¡Diablos, que guapa se ve con esa chaqueta de cuero, blusa ajustada y jeans!

Volviendo a la realidad, Frost descubre que el marido de la víctima dejó su prominente carrera de abogado para fungir como amo de casa mientras su esposa triunfaba. Maura le pide a Jane hablar un segundo pero Jane le dice que “le llamará después”. ¡Jane Clementine Rizzoli! ¿Cuántas veces tenemos que repasar el diccionario lésbico de bolsillo que te regalé en navidad? Todas sabemos lo que “¿podemos hablar un momento?” significa cuando tu chica te lleva al cuarto trasero. Maura le pregunta a Jane si alguna vez se planteó casarse con alguien del tipo “ama de casa” a lo cual la respuesta correcta debería ser “Si, acepto”, haríamos una gran boda italiana, beberíamos champagne y comeríamos pizza; pero en realidad Maura hablaba de Casey (ya saben, el odioso amor heterosexual que todos debemos de creer que existe para Jane) porque si Maura va a ser miserable, todos debemos ser miserables con ella.

Al final, la Dra. Isles reconoce el verdadero problema: Sí, desearía que Hope y Cailin al menos le hubieran mandado una canasta de fruta para agradecerle por el pequeño detalle de salvarle la vida a su media hermana. Asunto arreglado, Jane y Maura se preparan para el anticipado sexo reconciliatorio excepto que son interrumpidas por, adivinaron, ¡Criminalista Senior Susie Chang! Quien se aparece para ofrecerles refrigerios, condones ¡ah! Y los resultados de las pruebas del contenido estomacal de la víctima (por supuesto) que resultan ser moras azules. Moras que vienen en forma de waffles de moras azules. Azules como el vómito del inicio. 100 dólares a que la clave de este caso son waffles de moras azules.

Todos sospechan que el asesino fue el esposo porque tenía el motivo perfecto: Ningún macho que se respete abandona su carrera para hacerle de ‘hombre de la casa’, encargarse de los niños y apoyar a su mujer con su carrera política. Eso sería tan… gay. Como esta serie no es NADA gay, Jane, Korsak y Frost se pasan los próximos 40 minutos sospechando del marido pero todos sabemos que la verdadera asesina fue la hermana menor de la víctima porque a) Usa lentes y por lo tanto es menos guapa y b) Ninguna mujer de verdad es capaz de ser feliz por el éxito de otra mujer cercana a ella. Ahora que nos sacamos eso de encima, pasemos a cosas realmente importantes.

Maura y Jane están espiando a Cailin porque, seamos realistas, con casos tan ridículos que se resuelven con vómito y waffles de moras todos los detectives de esta comisaría tienen tiempo para espiar a sus riñones donados. El asunto no va nada bien porque Cailin pronto se da cuenta de que su media hermana la observa con binoculares desde su auto y, al final, la Dra. Isles decide confrontarla. Resulta que si, Cailin está súper feliz de estar viva y para agradecerle a Maura le regala un collar que le regaló su madre al cumplir 18 años, todo sería perfecto si no fuera porque ese collar fue un regalo para Hope cuando cumplió 18 años de nada más y nada menos que Paddy Doyle, el padre mafioso de Maura que está a punto de ir a juicio por 18 homicidios. Lindo gesto, Cailin.

De regreso a la oficina, Jane se encuentra con Maura colgando de cabeza y no exactamente como parte de las recreaciones de “50 sombras de Grey” que de vez en cuando deciden intentar para ponerle un poco de vida al asunto. En realidad, Maura ha decidido que esta temporada quiere pasarla en una constante agonía por lo que ahora sufre por el próximo juicio de su padre mafioso y su nula relación con su madre biológica. Para aliviar tensiones siempre es mejor un poco de actividad física vigorosa por lo que nuestro dúo dinámico se va corriendo al depa de Rizzoli para ponerse con ello, pero ¿adivinen qué trajo el gato por la ventana? Si dijeron “Ugh, Casey” están en lo correcto. Resulta que no estaba muerto, sólo de parranda y tampoco estaba paralítico, sólo mal diagnosticado. La Dra. Isles hace lo que cualquier lesbiana haría y sale huyendo pero Jane no es tan rápida y se queda atorada con Casey.

Jane y Casey llevan a Jo Friday a dar un paseo porque si yo me reencontrara con el amor de mi vida después de 3 meses de no verle ni saber nada de él por supuesto que lo primero que haría sería pasear al perro, y ahí Casey se apresura a explicarle todo a Jane: No sólo fue mal diagnosticado y mágicamente ha recuperado toda su movilidad, y por movilidad me refiero a que ciertas partes de su anatomía funcionan, sino que la razón de que fuera un total idiota con ella la última vez que se vieron y que no le mandara ni un solo mensaje en todo este tiempo es que sufría Trastorno de Stress Post Traumático, pero que sabrá Jane Rizzoli del TSPT, no es como si se hubiera autodisparado para salvar a su hermano y al VERDADERO AMOR DE SU VIDA. Aun así, como esta serie NO ES GAY, y Jane Rizzoli NO ES GAY, ambos terminan en la cama haciendo cosas de heterosexuales, pero todo resulta igual de incómodo y raro como esa vez cuando pensaste que a lo mejor, si lo intentabas, igual y si te gustaba ese noviete tuyo de la preparatoria sólo para descubrir, a la mañana siguiente, que te importa más el frasco de mermelada que tu novia te regaló hace 5 años y que sigue sin abrir y ¿por qué diablos este tipo le tiene puestas las manos encima?

En fin, en un nada sorprendente giro de la historia, Casey le informa a Jane que se divirtió mucho la noche anterior pero debe irse a Afghanistan de nuevo en 15 segundos. ¿Se acuerdan de Shane en The L Word y las “4 F’s”? Pues Casey es su equivalente con las C’s: Las conoce, las conquista, se las coge y sale corriendo. Bye bye, Casey. Por favor pisa una mina o algo y nunca regreses.

Horas más tarde, es Maura la que encuentra a Jane colgando de cabeza en su oficina y esta vez sí es por frustración sexual. Resulta que Rizzoli más que sentirse dolida de que Casey se vaya de nuevo en realidad se siente aliviada. Maura le dice que sólo tiene miedo a exponerse con alguien y busca excusas para no hacerlo. Claro que Jane Rizzoli no tiene excusas para sentirse aliviada de que dicho sujeto salga de su vida, no es como si continuamente la abandonara, abusara emocionalmente de ella, se acostara con ella sin mencionarle el pequeño detalle de que la abandonaría, de nuevo; la sacara de su vida cada vez que no se sentía con ganas de lidiar con ella o se negara a tener algo serio porque algunas de sus preciadas “partes” no funcionaban. Si esto es amor heterosexual, menos mal que soy lesbiana.Maura mejor propone concentrarse en la parte donde acorrala a Jane contra la pared y la besa apasionadamente, en serio esa es la única parte del discurso que le importa.

Las chicas mejor se retiran a Casa Gayzzoli para reparar el daño de la noche anterior y se encuentran con Frankie reparando su motocicleta, Maura se presta a ayudarlo pero pronto es distraída por los grandes pistones que se introducen con fuerza en ciertos rotores mientras el vapor que produce la combustión de la gasolina inunda los conductos internos del motor… Y nuestra Jane Rizzoli y Maura Isles proceden a desnudarse mutuamente con la mirada antes de lanzarse la una contra la otra para una de esas sesiones de acondicionamiento físico tan recomendadas para la recuperación post operatoria. (Ok, esa última parte sólo ocurrió en mi cabeza pero hasta Frankie sabe que eso es lo que va a pasar en cualquier momento).

¡Y así termina el primer capítulo de la nueva temporada de Rizzoli & Isles! Gracias por acompañarme en esta nueva aventura. No se olviden de dejar sus comentarios debajo y nos seguimos por twitter.