Esta temporada de verano en cuanto a series se refiere ha sido un poco descafeinada, algún que otro regreso pero ningún estreno interesante, pero eso fue hasta que llegó la que ha sido la serie revolución de manos de Netflix, que ha revolucionado la red y ninguna lesbicanaria se puede perder: Orange is the New Black.
Como buen episodio Piloto este 1×01, nos introduce poco a poco a los personajes, así rápidamente nos presentan a Piper Chapman, nuestra protagonista que va a ingresar voluntariamente un año en prisión por unos delitos que cometió cuando era joven.
Pero antes de entrar entre rejas nos enseñan un poco de la vida que abandona, a su fiel prometido (el chaval de American Pie) y a sus amigos más preocupados porque nuestra chica se va a perder la fiesta del bebé que esperan que porque vaya a estar un año prisionera.
Ya una vez echas las despedidas, Piper empieza a ver de primera mano el buen trato que le espera dentro, y mientras recuerda a modo de flash-back (en esta serie abundan) a la persona que la metió en todo este berenjenal, ni más ni menos que una espectacular mujer con el aspecto de Laura Prepon (That’s 70 Tv Show) que resulta ser (agárrense que viene curvas) su sexy y peligrosa amante.
Despacito pero con buena letra, va conociendo a sus nuevas compañeras y a la vez recuerda bonitos momentos del pasado como cuando su noviete le pidió en matrimonio.
Y otros no tan bonitos (según quien mire) como el momento en el que cometió el error de formar parte de los negocios de Alex, su novia de aquel entonces, así como cuando su novio se enteró de todo. También tiene el gusto de conocer a su supervisor, Mr Healey, un tipo que parece buena gente pero que tiene una enfermiza obsesión en contra de las relaciones lésbicas, de las cuales advierte duramente a Piper.
La rubia cada vez más asustada y derrumbada, se va dando cuenta de la clase de vida que la espera, viendo como su compañera Diaz se encuentra con su madre o al conocer a sus compañeras del cuarto provisional: mujeres con cáncer, con máquinas para poder dormir sin tener miedo a morir o chicas que acaban de salir de la celda de aislamiento, sin duda, un mundo nada acogedor que además tiene sus propias y estrictas normas.
Piper completa el recuerdo del lío en el que la metió Alex, para volver al presente y fastidiarla pero bien cabreando a una de las mujeres más importantes del lugar, Red, la jefa de cocina. Desesperada acude a uno de los mandamases para que le deje hacer una llamada de urgencia para desahogarse, pero poco puede imaginar la venganza de Red y sus sándwich-tampón-regloso.
Llegados a este punto, parece que nada le puede ir peor a la rubia, pero el destino se guarda todavía un as en la maga y antes del fundido a naranja ¡sorpresa¡ su ex-novia está con ella para hacerla compañía entre rejas. ¿Qué pasará ahora que Piper y Alex están en la misma cárcel?
Ahhhhhh gracias por el resumen, desde luego esperamos masss, la serie a mi en lo particular me encanta, la Chapman lo hace muy creible y Alex, no se puede pedir mas.