Mistresses (US) resumen episodio 1×08

Anteriormente en Mistresses (US): Karen se hace amiga del investigador que la quiere arruinar, mientras Sam la acosa descaradamente; Harry y Dom se pelean por el bebé de Savi; April se reencuentra con su marido muerto, que ya no está muerto; Joss y Alex se dedican amistad eterna.

Seguimos donde lo dejamos, en la puerta de casa de April. Allí, Paul le confiesa que fingió su ahogamiento, y le da su número de teléfono para, supongo, comentar la anécdota entre risas.

Joss y Alex están de compras, y se encuentran a Sally con una acompañante. Es la primera vez que se ven desde la ruptura, así que Joss anima a su amiga dedicándole todo tipo de piropos. Joss, se te ve el plumero. En el encuentro todo son besos y risas y Sally cogiendo de la mano a la otra chica, pero Alex intenta llevarlo lo mejor que puede.

April se planta en el motel de Paul. Ahí, después de una sonora bofetada, él intenta explicarle que fingió su muerte para cobrar el dinero del seguro, ya que su amante estaba pasando por apuros económicos y él se había quedado sin trabajo. Vista la deriva que lleva esta serie, esto nos parece hasta normal. También le aclara que él no tiene nada que ver con la estafa que está sufriendo.

En el trabajo de Joss, su jefe la requiere para una fiesta de un cliente: a ella y a su nueva amiga, por la que Olivier muestra un desmedido interés, hasta que Joss le dice que es lesbiana. Su cara es un poema.

Harry no conoce, por lo visto, lo locatis que es Karen, y acude a pedirle consejo acerca de qué debe hacer con el hijo de Savi: si no es suyo, ¿podrá criarlo sin más? Él quiere ser padre, pero no está seguro de si será capaz si al final resulta ser de Dom. Su amiga asiente y sonríe. Como psiquiatra no tiene precio.

En un claro homenaje al vecino desnudo de Friends, Joss entra en casa de Alex hablándole de su vecino y su no-atuendo a la hora de cocinar, pero no despierta ni una sonrisa en su amiga, que parece más tocada de lo que anteriormente creía por haber visto a su ex acompañada. Para más inri, la otra ha borrado todas sus fotos, y Joss hace lo que toda novia amiga debería hacer: tomar el control de su Facebook y borrarla como amiga. ¡Hay que pasar página, claro que si! Y nada mejor que una sesión de insultos dedicados a la nueva novia: que si es horrorosa, que si parece desnutrida, que si ahora te retiro el pelito de la cara y te beso… ¡te beso! ¡Está pasando otra vez!

Más tarde, mientras deciden si cenan chino o indio (efectivamente, el ejercicio abre el apetito), Joss recibe una llamada de April, y tiene que dejar a su chica, prometiéndole que vuelve en un rato.

Las chicas se reunen para intentar poner un poco de cordura en el asunto de Paul, y llegan a la conclusión de que están compinchados hasta que Paul mate a Miranda y se quede con el dinero. Bueno, llega Joss, que es la que menos sangre tiene en el cerebro en este momento. De todas maneras, estas escenas de las chicas haciendo piña nos parecen muy entrañables y nos encantan.

A la mañana siguiente, Alex vuelve de correr y se comporta de manera distante con Joss. Le dice que no quería despertarla (un momento, ¿han pasado la noche juntas? Wow), pero a Joss le parece que le ocurre algo más. Y así es: a Alex le gusta mucho, siente algo por ella, es justo su tipo, y está convencida de que, al final, se hará daño, porque no puede pedirle a Joss que sienta lo mismo.

Joss corre al bufete de abogados a pedirle consejo a su hermana, que le da un tip claro y sencillo: deja de acostarte con tus amigos y amigas, y quizá así te duren más. Hombre, razón no le falta. Entre que la solución no convence a Joss, y que Savi tiene trabajo que atender, la rubia se va un pelín cabreada con su hermana.

Creepy Sam llega a un nuevo nivel de stalkerismo y espera a Karen en su casa, mientras le pregunta que si le tiene miedo. Cualquier persona te tendría miedo, Sam, lo que haces no es normal. En la primera cosa coherente que dice la psiquiatra en toda la serie le espeta que le pareció muy mal que se colara en su despacho. ¡Viva! ¡Eso es echarle valor! StalkerSam le dice, como toda justificación, que no esperaba que saltase la alarma, pero que sólo quería dejarle una foto de su padre muerto. Seguimos sorprendidas de que Karen siga allí y no se haya echado a correr hasta Alaska. El sinsentido sigue hasta que Sam le confiesa (Dios mío) que está enamorado de ella.

Como Savi no le dio un consejo adecuado a Joss, ésta lo busca en su jefe. Entre otras cosas, le dice que Alex es lo más importante de su vida en este momento, y a nosotras se nos derrite un poco el corazón.

Para hacer un poco las paces, Joss le prepara a su novia amiga un brunch precisamente para eso, para que no dejen de ser amigas. Claramente no se va a rendir, y dice que si es necesario redefinir los límites de su relación, ella esta encantada. Y, si, por redefinir Joss entiende ‘empezar una relación’. Así que, oficialmente, Joss y Alex estan juntas. ¡Que corra el champán y el confetti!

Y esto es lo que ha ocurrido esta semana en Mistresses. ¡No podemos esperar al lunes que viene para contaros lo que viene después!