En el episodio pasado de Tierra de Lobos nos quedamos con una Isabel que sigue sufriendo por la muerte de Cristina. Encima la loba por fin descubrió que fue su marido el que acabó con la vida de su chica y por su puesto se lo ha tomado muy mal. Encima tiene a Nieves en plan «sucesora» de Lobo dándole la vara, lo único bueno que tuvo fue su plática con la Tata, que le dijo que no tenía nada de malo ser diferente y que cuando se actúa con el corazón no hay nada que perder.
El capitulo comienza con Isabel y Rosa recordando a la Tata (recordemos que murió al final del último episodio), las chicas hablan de lo mucho que la han querido y de lo poco que sabían realmente de ella. No han podido avisarle a sus familiares de su muerte porque no los conocían. Rosa comenta que ellas eran su única familia y su hermana está de acuerdo.
Nieves interrumpe su conversación para avisarles que las han convocado para la lectura del testamento de su padre. Rosa piensa que seguramente le habrá heredado todo a Elena y Nieves está de acuerdo. A Isabel desde que murió Cristina todo le trae sin cuidado así que no presta atención y Nieves se lo echa en cara, así que nuestra loba favorita opta por marcharse para no seguirla escuchando.
Llega el momento de leer el testamento y a Isabel le toca estar presente. Lo que ella no sabe es que Nieves y Rosa se pusieron de acuerdo con el notario para cambiar el testamento y dictar que sea Nieves quien se queda como administradora de todos los bienes de Lobo.
Isabel se queda con cara de K.O. porque Lobo había dicho que todo se lo dejaba a Elena, y como no le importa el dinero, se ve que le da pena que la mujer se quede sin nada, sobre todo porque siempre se llevó bien con ella.
En la siguiente escena vemos a Isabel hablándole en su tumba a Cristina:
Isabel: Deberíamos habernos escapado. Estuvimos a punto ¿eh? Ojalá ahora estuviera contigo… porqque aquí todo se ha hundido, en casa, en el pueblo. Tendría que ver a mi hermana Nieves, como me habla, ahora pretende ocupar el lugar de mi padre. Ha empezado por falsificar su testamento.
Sebastian, que es como una mosca cojonera que siempre está molestando, la interrumpe y le dice que se tiene que marchar de ahí porque el Alcalde ha ordenado que escaven todo el terreno porque piensan hacer que el tren pase por ahí.
Isabel se niega en redondo y Sebastian le dice que al Alcalde le vale cacahuate su «putita». La lobo saca todo su orgullo y le ordena a los trabajadores que no se atrevan a tocar la tumba de Cristina. Les advierte que va a ir a hablar con el Alcalde y amenaza a Sebastian diciéndole que como alguien toque un grano de la tumba de su chica lo pagará muy caro.
¡Lo que nos faltaba! Hasta después de muerta nos siguen molestando a Cristina. Igual me encanta que Isabel sea indiferente a todo menos a lo que incumbe a Cristina, aunque esté muerta, sigue siendo lo más importante en su vida.
De camino a la oficina del Alcalde, Isabel se topa con Victoria (la hermana del susodicho) que disfrazada de una de las empleadas está intentando huir de su hermano. La lobo la reconoce y le dice que tiene que hablar con su hermano, Victoria intenta hacerse la que la virgen le habla, pero Isabel sabe que es ella y en lo que discuten llega el Alcalde y devuelve a su hermana a su encierro para luego decirle a nuestra chica que ahora mismo no puede hablar y que si quiere lo espere en su oficina.
En la siguiente escena vemos a una Isabel indignada porque lleva dos horas esperando y el Alcalde ni sus luces. Ya sabemos que nuestra chica es de armas tomar, así que de inmediato le sale lo Lobo, pero Victoria también está ahí encerrada y le grita que se largue, que su hermano no la quiere atender y encima a ella le ha fastidiado el día.
Isabel intenta tranquilizarse y Victoria le pide disculpas por haberle gritado, le dice que ha tenido un mal día y la loba le responde que no está así por su culpa.
Isabel: Ha muerto mucha gente a mi alrededor. Y también una amiga… Mi única amiga.
Victoria: Lo siento, no tenía ni idea. No se ponga así que me voy a poner triste yo también.
La noche cae y nuestra chica sigue esperando sin resultado alguno. Por lo menos ahora cuenta con la compañía de Victoria que la ha invitado a tomar un té y se queda platicando con ella. La rubia le pregunta a Isabel sobre su interés para ver a su hermano:
Isabel: Es por el tren. Quiere hacer una de las excavaciones justo en la loma donde está enterrada mi amiga. Y solo yo puedo impedir que remuevan esa tierra.
Victoria: ¿Y por qué no la entierran en un cementerio como a todo el mundo?
Isabel: Porque el cura no lo consintió. Era prostituta. Y ella merece descansar en paz como cualquier otra persona.
Victoria: Claro, y supongo que la quería.
Isabel: Era una buena amiga.
Victoria: Una buena amiga… ¿Una chica como usted y una prostituta? No me mienta. Tiene que ser duro un amor imposible en un pueblo como este. Pero no se preocupe, he viajado mucho y conozco mucha gente como usted.
¡Ay Isabel te han calado bien y bonito! Vamos que el gaydar de Victoria está bien afinado. Tanto que ¡yo quiero uno! Que alguien me diga donde los venden por favor. Igual Isabel da unas cuantas pistas. ¡Hasta el vestido lo lleva a cuadros!
La plática se queda a medias porque justo ese momento elige regresar el Alcalde. Isabel le dice dice que empezaba a pensar que no la iba a recibir y él le responde que es un hombre muy ocupado. Nuestra Loba intenta explicarle por qué quiere parar la excavación, pero el Alcalde la manda a freír espárragos en menos de lo que canta un gallo y al final no puede hacer nada.
A Isabel lo único que le queda es rezar, y a grandes problemas grandes remedios, así que de plano se encomienda al altísimo para conseguir cambiar el destino.
Isabel: Señor, no dejes que me quiten lo único que me queda de Cristina por favor, antes castígueme a mí, pero que ella descanse en paz.
Una vez más el pesado de Sebastian llega a interrumpir. ¡No se puede estar a solas en este pueblo! Esta vez por lo menos trae buenas noticias, el Alcalde ha movido sus influencias para conseguir que Cristina pueda ser enterrada en el cementerio, así que Isabel por lo menos puede quedarse tranquila a ese respecto.
Isabel va a casa del alcalde a encontrarse con Victoria. La lobo le dice con una sonrisa en la cara que Cristina será enterrada en el cementerio, y como no tiene un pelo de tonta, le agradece el que haya hablado con su hermano, pues sabe que la rubia tuvo mucho que ver en el asunto.
Victoria le dice que las amigas tienen que ayudarse y nuestra Loba está de acuerdo, por eso le ofrece su apoyo en caso de necesidad. Victoria le hace prometer que no le contará a nadie lo que está a punto de decirle y le confiesa que cuando se encontraron quería escapar porque su hermano no la deja salir desde que se enteró de que tiene un amante.
La mujer está está enamorada de Hugo, pero que su hermano ha dado su mano en matrimonio a otra persona.
Victoria: Esto es nuevo para mí. Aunque ya da igual, mi hermano quiere separarme de él. Pretende que me case con un hombre que ni siquiera conozco.
Isabel: No lo haga. Aproveche cualquier oportunidad que tenga para huir.
Victoria: No puedo huir. Me acabaría encontrando, lo sé.
Isabel que vivió eso de los matrimonios arreglados de cerca le da el mejor consejo posible, que salga por patas, ella dudó y la cosa terminó bastante mal. Igual Victoria no se decide y más bien le pide que le entregue una carta a Hugo donde le explica la situación.
Y esta señoras es la última vez que vimos a Isabel en Tierra de Lobos. En serio, ese es el final, no me las estoy cotorreando. Sí, hubo un episodio más de la serie, pero Isabel desapareció misteriosamente. No la vimos entregarle la carta a Hugo, tampoco asistió al funeral de su cuñado, jamás se la volvió a ver, se la tragó la tierra. Adriana Torrebejano y Berta Hernández nos explicaban que fue lo que pasó así:
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p>Solo nos queda reírnos chicas, ya ni llorar es bueno. Como el final me ha dejado francamente decepcionada (no fue el único, todas las historias quedaron abiertas, sinceramente terminó fatal la serie), yo me consuelo armándome mi propio final en el que Isabel se robó un caballo, se convirtió en una bandolera de caminos momentánea hasta juntar el dinero suficiente y terminó viajando a la isla de lesbos donde todavía vive. No es que sea muy imaginativo pero por lo menos la visualizo feliz. Y así nos despedimos de uno de los personajes lésbicos más queridos de la televisión española. ¡Hasta siempre Isabel! Siempre serás nuestra loba favorita.