Bienvenidas un día más a esta serie que nos tiene con el alma en vilo, vale no, el grado de sufrimiento es más bien bajo pero bueno, quería darle emoción. Porque ver esta serie es como ver la tribu de los Brady pero en versión lesbicanaria. Así que se agradece, aunque bueno, tienen tantos hijos y cada uno con mil problemas que a veces nuestras chicas se quedan en segundo plano. Así que sin más dilaciones vamos a ver qué ha pasado estos días con la familia.

Empezamos nuestro capítulo con Lena. Habla con la directora y ésta le dice que tiene que hacer un informe sobre Callie para su agente de la condicional, y que ayudaría si se integrara más a la vida estudiantil de allí, tipo unirte a algún club y esas cosas que les gusta tanto a los americanos y que aquí no se lleva. Su nueva madre le responde que intentará que lo haga pero la chica solo tiene de amigas a las chicas del hogar, cosa que a Lena y Stef no les hace mucha gracia, ya que siempre se quiere que las amistades de lo que son tus hijos, si puede ser, no sean personas que han estado en centros de menores y más problemáticas que una visita de Jessica Fletcher en Navidad.

La conversación entre la directora y la subdirectora se ve interrumpida por el simulacro de incendios que hacen en el colegio. Todos los chicos salen fuera de sus clases y entre todo el caos Brandon aprovecha para darle las llaves que le robó a Lena en el capítulo anterior a su nuevo socio para que haga las copias de los carnets. Las madres quedan para comer juntas, y mientras Stef le cuenta que sufre por la nueva novia del su ex, porque aparte de ser joven se preocupa por cómo afecta a su hijo la nueva situación de la casa en la que vive ahora, Lena está delante el ordenador buscando donante. Le comenta sobre un afroamericano con unas características buenísimas, pero a Stef no le parece buena idea que sea afroamericano, ya que prefiere que sea blanco, para que al menos se pueda parecer algo a ella. Pero ¿Cuál es el problema? Pues que Lena es mestiza, entonces tiene miedo que el bebe salga blanco y no termine pareciéndose nada a ella. La otra lo comprende al momento y le responde que vale, que está de acuerdo con el donante afroamericano, que lo que realmente cuenta es que será el bebe de ambas. Awwwwww.

Mientras las chicas siguen felices haciendo planes, la vida de los hijos es todo lo contrario. Si hablamos de Mariana, tenemos que decir que lo está pasando fatal después del incidente con Chase en el último capítulo. Porque ya se sabe que no hay nada peor que un chico herido en su orgullo, así que el actor decide contarles a todos en el colegio el tema bragas, así que tenemos a la mini Fosters recibiendo burlas de todos los chicos del insti y no le queda otra que chupar y rezar para que todo pase rápido.

Por otra parte, Callie invita a casa a dos de sus amigas del hogar, Daphne y Kiara. Mientras que la primera desde que pidió lo de la independización sabe lo duro que es la vida y le cuesta encontrar trabajo debido a su pasado, la segunda está muy contenta porque por fin ha encontrado una familia de acogida, y gran parte del mérito es por Callie, por la foto que le hizo para los informes. Entonces, a la más problemática de los Fosters se le enciende la lamparita de su cabeza y le propone a sus madres que como tenía que hacer algo comunitario para la condicional, igual podía dedicarse a echar fotos a niños que están en la misma situación que sus amigas y buscan familias de acogida. Por eso pide prestado el laboratorio de fotografía que hay en el instituto. La subdirectora que tiene como madre le anima y le dice que no hay problema.

Mientras, el ex chico bueno de Brandon sigue viviendo al filo de la ley y después que su compañero de chanchullos le entregara el carnet falso, le dice que esa noche tienen que estrenarlos, por lo que los dos terminan en un bar bebiendo alcohol. Su amigo ve un grupo de chicas y le dice que vayan a presentarse a ellas y cuando se acercan ve que una de ellas es la novia de su padre, sí, esa que no bebe. Aunque quien lo diría cuando se está metiendo chupitos entre pecho y espalda. Ambos se miran y al final él termina marchándose y ella se queda con la cara de preocupación en plan “se lo va a contar a su padre y no me libra ni la perra de la ruptura”. Abro paréntesis para recordar que su padre la conoció en alcohólicos anónimos.

Por otra parte, Mariana sigue pasándolas canutas en el instituto. La última broma es que al abrir su taquilla se caen al suelo una docena de bragas y aunque rápidamente las coge para tirarlas a la basura, Lena la pilla con las manos en la masa, así que no le queda otra que escuchar la charla de sus madres una vez en casa. Las madres le hacen ver que hay mil maneras de hacer saber a un chico que le gustas y hay que reconocer que en toda la conversación estuvieron aguantando la risa porque lo de las bragas digamos que es para reír. Menos mal que siempre tiene a su buen amigo Zac, que hace un artículo criticando lo mal actor que es Chase y todo el mundo pasa a reírse de él y olvidan un poco todo lo sucedido con la chica.

Por otros lares del instituto nos encontramos a Jesús. Tenemos que recordar que llevaba semanas a dieta ya que en la lucha todo va por peso. Y claro, él quería adelgazar un poco para así bajar una categoría y enfrentarse a gente más de su tamaño y no esos armarios empotrados que hay por ahí sueltos dedicándose a lo mismo.

Así que cuando el entrenador le da la noticia de que ha perdido peso y pasa a otra categoría se pone muy contento, hasta que se pesa Emma, su nueva mejor amiga. La chica, al contrario que él, ha ganado peso y entra en su misma categoría, así que ambos deberán combatir para saber quién se va al banquillo y quien es el titular. Y así sucede, y cuando él ya la tiene y le puede ganar perfectamente, la mira y hay un cruce raro de miradas entre los dos, él se queda como embobado y ella aprovecha el despiste para ganar. Al terminar el entreno Emma se encara con él y le grita que no quiere que la vea como una chica, es una compañera y ha luchado mucho para estar ahí y entonces, en el calentón de la pelea y antes que ella se marche muy enfadada sucede esto…

Al día siguiente Jesús se la encuentra por los pasillos y le pide perdón por lo que pasó y después la besa. Emma entonces le pregunta por Lexi y él le responde que está lejos, que ni sabe si la verá de nuevo algún día. Pero la chica igual le dice que ella no pone los cuernos y Jesús le responde que él tampoco, por lo que tendrá que romper con la otra.

Llega la noche y con ella la cena más rara jamás contada. Por una parte, Lena, los días antes ha encontrado un posible donante para su bebe. Claro que él aún no sabe los propósitos de la mujer. Se trata de Timothy, un profesor del instituto que en su tiempo libre va a residencias y hace voluntariado, cosa que maravilla a nuestra morena, por lo que no duda en invitarlo a cenar para que Stef también pueda conocerlo. Claro que la policía llega el día de la cena y tampoco sabe los oscuros planes de su esposa xd. Hasta aquí bien, sino fuera por el hecho de que Stef ha invitado a cenar a su ex marido con su nueva novia, porque quiere saber como es, ya que ahora su hijo vive con el padre y por tanto ve mucho a esta chica, así que digamos que es para quedarse tranquila. ¿Cuál es el problema? Pues que están todos invitados en la misma cena, porque ninguna de las dos quería suspender la suya, así que imaginad el cacao que se puede montar.

Como era de esperar la cena está siendo un auténtico desastre. Mientras que Stef saca su vena de policía y casi parece un interrogatorio hacia la nueva novia de su ex, Lena trata de vender a Timothy alabando todas sus cualidades que para la mujer son muchas. La cosa se pone tan rara que las chicas hablan en la cocina y la futura mamá le confiesa que ha pensado que su compañero de trabajo podría ser el candidato perfecto para ser el padre de su hijo. A la rubia no le hace gracia la situación porque piensa que sería mucho mejor si fuera un donante anónimo. Total que al día siguiente el profesor y la subdirectora se encuentran en el instituto y el hombre se percató de todo, así que él mismo le dice que si quieren que sea su donante, él está dispuesto. Y como siempre pasa en televisión, está conversación se ve interrumpida por la directora del instituto que trae malas noticias.

Y es que mientras las mamás tenían la cena, en el instituto Callie hizo la sesión de fotos para los niños de la casa de acogida, hasta ahí bien, el problema es que se han extraviado diez kindles y le preguntan a la chica si le dejó a alguien las llaves. Ella dice que no pero al rato se cita con Daphne para preguntarle si fue ella, ya que en un momento de la noche le dejó las llaves del instituto para ir al baño. La chica le repite una y otra vez que ella no fue, que le pregunte a su hermano Brandon que estuvo ahí esa noche, pero cuando la hermanastra le pregunta al chico este le dice que no estuvo en toda la noche en el instituto. ¿Quién dice la verdad? Pues ambos, porque la amiga de Callie no robo los kindles y Brandon tampoco, el que lo hizo es el nuevo amigo de Brandon. Este cuando se entera le grita y le dice que devuelva lo robado o él mismo lo terminará diciendo. Y claro, Callie que es ajena a todo, habla con sus madres y les dice lo que piensa, que fue Daphne la que robó. Pero por suerte, mirando fotos de la última noche en su ordenador, la chica ve en una foto el coche de Brandon aparcado esa noche en el instituto.

Todo suena muy feo. EL caso que nuestro capítulo se acaba aquí. ¿Se dará cuenta al fin Mariana que Zac se muere por sus bones?, ¿Aceptara Stef que el donante sea el profesor?, ¿Será capaz de dejar Jesús a Lexi por Emma? Tantas dudas que resolveremos en el siguiente capítulo, hasta entonces, sonrían.