El mes de mayo se celebra el día de la madre en un montón de países y todos los medios de comunicación se llenan de odas a la madre que suelen dejarnos con el corazón arrugado, lagrimitas de metal en los ojos y ganas de salir corriendo y abrazar a nuestra madre hasta que se acabe el mundo.
Este año, hubo un comercial en especial que me encantó porque incluyó a una pareja lésbica que ya es bueno de por sí, pero también porque lo hizo bajo una luz muy positiva y natural, que en el fondo es lo que queremos todas, simplemente permanecer al mundo sin ser más o menos que los demás.
La empresa que nos regaló esta imagen positiva es Starbucks. En el comercial destacan los «diferentes tipos de madres» y eligieron algunos tan divertidos como: «la mamá que le pone me gusta a todo lo que pongo en Facebook» o «La mamá que siempre me está recordando que quiere ser abuela», a la pareja lésbica la presentaron bajo el lema «Dos mamás son mejor que una». Échenle un vistazo al comercial.
La verdad es que no me ha sorprendido ni un poquito de Starbucks, básicamente porque es una de las compañías más comprometidas con la comunidad LGBT que hay en la actualidad. Se han implicado de manera activa en la lucha a favor del matrimonio LGBT en EEUU, a tal grado que cuando uno de los inversores se quejó sobre la política LGBT ante Howard Schultz, el CEO de la compañía, diciéndole que era un mal negocio, este le contestó lo siguiente:
Si cree que puede obtener en otro sitio una rentabilidad superior al 38% del año pasado… estamos en un país libre. Venda sus acciones de Starbucks y compre las de otra compañía… Esta no es una decisión económica. El lente bajo el que tomamos esta decisión es el de nuestra gente. Tenemos más de 200,000 empleados en esta compañía y queremos acoger la diversidad.
En aquel momento se enfrentaron a un boicott impulsado por organizaciones «Pro Matrimonio» y, como es desafortunadamente normal en estos casos, esta campaña también ha tenido una dura respuesta de parte de las organizaciones de derecha y religiosas que siguen pensando que el matrimonio gay y la homosexualidad en general son un pecado.
Y es que mientras nosotras vemos a una linda pareja disfrutando de su bebé, los homófobos ven lo siguiente:
El comercial muestra a dos cariñosas «madres» lesbianas a la derecha y las «M» de mamás en lo que yo supongo es un abrazo homoerótico alfabético… Mensajes como estos ya no son una sorpresa en una america post-cristiana creada por decadentes empresas al servicio del lobby LGBT.
¿En serio señora? ¿En serio? En fin, mientras ellos se siguen quejando, yo me tomaré un delicioso café de Starbucks.