lesbicanariadas

Mi madre es la mayor de once hijos y yo vine al mundo cuando ella tenía 22 años, lo cual no tendría ninguna importancia si no fuera porque apenas cuatro años antes mi abuela tuvo a su último hijo, así que David (mi tío) y yo eramos los dos peques de la casa y siempre jugábamos juntos. La cosa es que fue él quien me empezó a enseñarme a amar el fútbol y una lección muy importante, que tienes que quedarte con tu equipo hasta el final.

Un día, cuando tenía como cinco o seis años, estábamos viendo un partido de nuestro equipo (que es el América), el caso es que iban perdiendo como tres a uno y faltaba poco tiempo para que llegara el final del partido, así que yo le pregunté: «¿Por qué no nos cambiamos de equipo?». En mi mente estaba claro que si seguíamos apoyando al América íbamos a perder, así que el momento del cambio era este. El caso es que él me miro con cara de: «Pequeño saltamontes… aún no sabe nada de la vida» y me respondió que uno nunca podía traicionar sus ideales y a su equipo, luego me contó que hacía mucho tiempo, había habido un partido igual. Que el América iba perdiendo 5 a 0 y que al final consiguieron meter cuatro goles. Y yo (que en ese entonces no sumaba muy bien) ¿Y ganaron? Y él, pues no, volvieron a perder, pero lo importante es que metieron cuatro goles y pudieron ganar.

Yo sinceramente no entendí muy bien el ejemplo si de todos modos habíamos vuelto a perder, pero cuando uno es pequeño se ve en sus mayores, así que le creí y aprendí que en las buenas y las malas hay que estar con tu equipo. Hoy utilizo este ejemplo porque el primer partido de España en el mundial ha sido desastroso y creo que el mejor momento para demostrar que estás con tu equipo es cuando van mal, porque cuando van bien todo quisqui se apunta al carro. Así que hoy estoy con España, pase lo que pase con ellos, pero la verdad es que lo importante de todo este asunto es que podemos extrapolarlo fuera del fútbol y llevarlo a nuestra vida cotidiana.

Y es que a veces lesbicanarias, la vida nos da palizas. De hecho, algunas veces nos mete goleadas más gachas que ese sufrido 5 a 1. Y cuando estamos en esas horas tan bajas, es importante recordar que hay que estar con nuestro equipo hasta el final, aunque ese equipo lo compongamos solo nosotras y nuestros sueños y realidades. Pero vamos a no ponernos serias, que hay que disfrutar de este mundial y ya que estamos ¿con qué equipo van en esta copa del mundo? Y si están en plan valiente y orgulloso, las animo a mostrarnos su foto con la camiseta de su equipo con los comentarios.