Buenas lesbicanarias, como todas las semanas ya estamos listas para traerles su dosis de Carla y Daniela la pareja lésbica de No abras la puerta. La semana pasada nos habíamos quedado todas con el Jesús en la boca por aquello de que las chicas chocaron y, aunque Carla parecía estar bien Daniela no respondía.

pareja lésbica no abras la puerta

Y nuestro capítulo empieza justamente con Carla despertando en el hospital. Las primeras palabras de la mujer son obviamente para tratar de saber qué ha pasado con Daniela. Pero ya pueden respirar todas tranquilas chicas, que parece que tendremos Carla y Daniela para rato porque, aunque un poco más magullada, Daniela también está bien.

Pasado el momento susto de la vida, Carla casi que sufre otro ataque cardíaco al recordar que dentro de la camioneta llevaban el dinero contante y sonante. Así que le pide a su amigo Claudio que por el amor de las diosas egipcias salga corriendo a ver si encuentra la cajita de las narices. Y de esto se desprende una mala y una buena noticia chicas. La buena es que sí que encuentra el dinero el amigo, así que por ese lado están tranquilas, la mala es que las chicas tienen un seguro médico muy básico y la factura por el accidenta va a ser grande, así que me da a mí que vamos a tener que volver al plan de trabajar muchos días extras en los sillones para lo de la inseminación.

Carla y Daniela hablando en el hospital

Justo están hablando de eso cuando se despierta Daniela, así que los dos se centran en ver como está. Lo primero que pregunta la morena es por el dinero, pero Carla la tranquiliza diciéndole que Claudio lo recuperó. Pero más que tranquilizarse Daniela sigue totalmente obsesionada con lo del bebé, porque ahí media convaleciente y adolorida quiere que carla vaya inmediatamente a hacer la cita con el doctor.

Carla le da un poco de bola por aquello de que no quiere darle la mala noticia en ese momento, pero Dani tiene ese sexto sentido que a veces odias que tenga tu novia y rápidamente se da cuenta de que hay algo que no va bien. Así que a la mujer no le queda de otra que contarle la verdad, que el dinero de la caja se va a ir en pagar la clínica.

Dentro de lo que cabe, la morena no se lo toma tan mal, así que hasta eso, parece que vamos superando este momento. Digamos que lo que rápido viene, rápido se va, así que digámosle adiós al dinerito, o «La plata» como dicen ellas.

Pero no todo es felicidad señoras, porque resulta que Carla le llamó por teléfono a los papás de Dani para avisarles de que había tenido el accidente. A la morena no le agrada nada la noticia y su chica no entiende por qué hasta que Daniela le explica que sus padres no tienen ni idea de que Carla existe. Vamos, que en cuanto a padres se refiere, está en el más profundo de los armarios.

Carla y Daniela

Carla está indignada, sobre todo porque todo este tiempo Daniela le ha mentido al respecto, así que le pregunta qué es lo que saben sus padres. La morena le confiesa que simplemente les dijo que tenía una tienda de muebles con una amiga, pero que no saben que viven juntas, que son pareja y mucho menos que ella pertenece a la asociación de lesbicanaria de la comunidad bollo de Chile. Lo dicho armario de hierro.

Carla: ¿Por qué nunca les dijiste nada?
Daniela: Porque es difícil.
Carla: Sé que es difícil, pero somos personas adultas, ellos tienen que entender.

Dani insiste en que sus padres son diferentes a los de su chica, pero Carla le recuerda que su padre era un carpintero machista y aún así ella lo hizo entrar en vereda. Daniela entonces le cuenta la verdad, que piensa que sus padres jamás la van a aceptar porque a ella le solían gustar los hombres antes de conocerla, por eso decidió mentirle.

No abras la puerta

Lo siguiente que vemos es a Dani recibiendo la visita de sus padres. Los dos obviamente están preocupados por ella así que le dicen que cuando salga del hospital se la van a llevar una semana a su casa para cuidarla. Ella se niega en redondo porque dice que puede cuidarse ella sola, pero obviamente ellos no quieren aceptar que se quede sola.

Justo en ese momento entra Carla con dos cafés y mete presión en plan: «¿No nos vas a presentar?». Daniela le hace la cobra y la presenta como «una amiga» y sus padres encantados de la vida con ella. Pero claro, Carla no está nada contenta con la situación, así que insiste: «¿eso es todo lo que vas a decir?» y Dani responde que por supuesto que no, y añade que también es su socia. Vamos que la cara de Carla es un poema titulado: «mi novia ya me negó dos veces ante sus padres. A la tercera se va la mando con San Pedro». Igual la mujer prefiere no probarla y retirarse.

pareja lésbica

Esa noche, Carla no va a quedarse con ella al hospital porque sigue nefasta, pero al otro día sí que pasa y encuentra a Dani dormida. Y entonces claro, le entra el remordimiento porque está tan enamorada de ella que casi que se le olvida lo de las negaciones. El caso es que decide besarla cual bella durmiente y obviamente ese es el momento en el que los padres de Daniela entran, que para algo estamos viendo una novela.

Obviamente se arma la de San Quintín. Y sobre todo, la cosa se pone fea para Carla, porque como los padres no saben de degenerada no la bajan.

Papá: Mira linda, no tengo nada en contra de las personas como tú, mientras que no molesten a las personas normales. Y ahora te voy a pedir un favor, ¡sal de esta pieza inmediatamente y no molestes más a mi hija!.

Como se hace un silencio sepulcral en el lugar, Carla decide que lo mejor de momento va a ser ahuecar el ala, pero justo cuando empieza a caminar Daniela la detiene.

Dani: A ver… yo… yo sé que no es el mejor momento ni el mejor lugar para hablar de este tema. Pero yo necesito que ustedes sepan algo, algo que es muy importante para mi. A mí me gustan las mujeres. Y esta mujer que está aquí se llama Carla, y es mi pareja. Y yo la amo. Nosotras tenemos un lindo proyecto de vida juntas. Un lindo proyecto. Pero lo más importante de todo es que esta mujer me hace infinitamente feliz.

La cosa se pone fea porque los padres de Dani reaccionan super mal, pero las chicas se quedan super contentas. Dani porque siempre es un alivio salir del armario y Carla porque ahora tiene clarísimo que su chica la ama con todas las de la ley y no tiene vergüenza de su relación.

No abras la puerta

Más adelante, vemos a Carla fumándose un porro con una amiga y hablándole de que están batallando mucho con lo de la inseminación porque es muy caro y encima ahora tienen que pagar la clínica y el arreglo de la camioneta. La amiga entonces, le dice que una manera barata de solucionar el asunto es que se «tire a uno».

Carla: ¡Estás loca! ¿Cómo se te ocurre?
Amiga: ¿Qué nunca te has tirado a un mino?
Carla: No.

La amiga entonces propone que sea Dani la que efectue, pero esa opción es peor para Carla que dice que no podría soportarlo y se moriría de celos. La amiga le responde que, técnicamente sería Dani la que tendría que pasar el mal trago (XD). Carla es totalmente contraria, pero la amiga le dice que no sea egoísta, que sabe que Dani la ama y sería un mero trámite y la deja meditando.

no abras la puerta

Ais mis queridas lesbicanarias, como sufro, veo un acostó poco lesbicanario inminente en nuestro camino… espero no ser agorera pero sospecho con el pecho que por ahí van a tirar los escritores. En fin, nos vemos aquí la próxima semana para hablar sobre lo que pasa entre Carla y Daniela.