Libros Lésbicos

El mundo del fútbol femenino profesional es el marco en que se desarrolla la trama de este libro lésbico. Esto no resulta muy habitual, así que aquí tenemos el primer aliciente: un ambiente interesante por lo poco visitado en la ficción que trata de relaciones amorosas entre mujeres.

El equipo Femenino FC está en racha. Tras bastantes victorias en el terreno de juego, ha llegado el momento de disputar la final de un campeonato importante. Es lógica la emoción de las jugadoras y también del resto del equipo técnico. Esos nervios se encuentran especialmente intensificados en su capitana, Noemí Navarro, que si ya de por sí suele dejarse la piel en el juego, ahora mucho más. La extrema dedicación de Navarro lleva años acabando con la paciencia del entrenador, del médico y, muy especialmente, de la enfermera del equipo. Clara Alfaro se desespera cada vez que ve llegar a Noemí con otra de sus lesiones, ganada a pulso por alguna imprudencia o exceso temperamental en el campo. No acaba de resignarse a que Navarro simplemente haga caso omiso de sus advertencias y teme que cualquier día se desgracie de forma definitiva. Pero a Navarro las broncas de la enfermera le entran por un oído y le salen por el otro: es bastante inconsciente y su forma de jugar un tanto extremada: dos ingredientes que hacen que visite la enfermería un día sí y otro también.

La pura verdad es que a Alfaro no le importaría verla con tanta frecuencia, si no fuera por lo que es. Y a Navarro tampoco le disgusta precisamente la compañía de la enfermera. Pero hemos de convenir en que lesionarse de continuo no es un método apropiado para visitar a la chica que te gusta.

Por otra parte, ambas tienen un problema de base para intentar iniciar una relación amorosa entre ellas: creer que no son correspondidas en su interés.

Navarro se siente muy atraída por Clara. Pero no cree tener posibilidades porque piensa que Alfaro es hetero. ¿Por qué lo piensa? Lo da por sentado, como también lo da por sentado el resto del equipo. Y todas suponen que tiene un lío con el médico simplemente porque están todo el día juntos (debido a obvios motivos profesionales).

En cuanto a la enfermera, lo tiene clarísimo, sabe que está enamorada de Navarro desde que la curó la primera lesión.

Me acuerdo de su cabello negro y revuelto. De sus ojos de halcón, como dos zafiros en la sombra, pendientes de todo lo que se movía a su alrededor. De la primera sonrisa que me dedicó, radiante, una de esas sonrisas que te emboban para siempre.

Alfaro presenta todos los síntomas del enamoramiento: irritabilidad, desasosiego…y unos celos gigantescos que Noemí alimenta a base de bien con inconsciente alegría. A la jugadora le gusta tirarse a toda la que se le pone por delante y ni se imagina que la enfermerita está colada por sus huesos y sufre mucho. Porque Clara sufre cada encuentro sexual de Navarro como si le estuviera poniendo la cornamenta. Y tampoco puede ignorar la situación, dado que Noemí no es nada discreta y puede vérsela con cierta frecuencia teniendo sexo en los vestuarios con alguna compañera de equipo.

Así pues, Alfaro cree que poco tiene que hacer con la capitana. No considera que tenga posibilidades ni de tener una relación con ella, ni –muchísimo menos- que acabe en algo medianamente serio.

Demonios, estaba tan acostumbrada a ver a Navarro haciéndole el amor a todas las mujeres del mundo que no me habría inmutado ni aunque su nueva conquista fuera la Reina Sofía.

A propósito de esto, cabe señalar que el ambiente es de una rotunda aceptación general de la homosexualidad femenina. Nadie pone ningún problema, ni tan siquiera se menciona el más mínimo conflicto al respecto. De hecho, a juzgar por el número de gente disponible para los constantes escarceos sexuales de Navarro, se diría que el 99,99% de las jugadoras son lesbianas o bisexuales.

En ese paraíso lésbico-deportivo en que nadie parece hetero salvo la pobre Alfaro (que resulta que no lo es), transcurre la novela. Está escrita en primera persona, alternando la visión de ambas protagonistas, lo cual nos da su punto de vista de forma directa. El tira y afloja de la enfermera y la jugadora es el hilo argumental a través del cual se dirige ágilmente la acción. Porque este es un punto fuerte: la agilidad. La trama sencilla se desarrolla sin dilaciones y de forma lineal y directa.

Estamos ante una novelita no muy extensa que se lee con facilidad. No hay conflictos profundos, es una novela romántica y punto.

Quizás el aspecto más diferenciador respecto a otras obras de ficción lésbica sea, como ya hemos dicho, usar el deporte profesional como marco para la narración. De hecho, resulta una novedad por estos lares y todo un hallazgo porque a veces el mero hecho de leer algo con una ambientación distinta, ya es de agradecer.

Que la disfrutéis, si os apetece.

Edición citada: COL, V. En fuera de juego. Ebook versión Kindle (Autoedición).2014.