Se nos acabó esta temporada de Anatomía de Grey señoras. Y sí, se que voy un poco tarde, pero sinceramente el final me ha dejado un poco fría. Porque si bien a nivel serie terminó decentemente, si hablamos de Callie y Arizona está la cosa más fría que un témpano de hielo. Pero vamos a ello sin más demora.

Nuevos-residentes

Nuestro episodio comienza con todos los doctores (bueno, no todos, pero sí los que nos interesan) sentaditos viendo al jefe recibir a la nueva camada de residentes. ¡Carne fresca! Los odiaremos al principio y al final, cual en los juegos del hambre, quedarán uno o dos que terminaremos adoptando. Eso sí queda suficiente Grey’s como para llegar a ello.

Pero volviendo al tema, el jefe está dando su discurso habitual, de hecho todos se lo saben de memoria porque han pasado por ahí. Y como siempre están encantados de conocer a esos doctores bebés que andan en pañales todavía. Son monos, hace gracia achucharlos, pero cuando la cagan no quieres limpiarlos.

Arizona-hablando-con-Owen

Al salir, Arizona se va directa a Owen, porque quiere saber cuando piensa volver a ser el jefe. La patinadora tiene en mente expandir el mundo de los pequeños humanos dentro del hospital, pero Webber tiene otra visión, así que está deseosa de que el pelirrojo regrese a su puesto.

Arizona mirando

Para su desgracia Owen no quiere volver, al parecer ya está harto de llevar el mando del lugar y se va a llevar a cabo una nueva votación de la junta para elegir jefe. ¿Será que por fin una chica se alza con el poder? Siempre he creído que Bailey sería excelente en ese puesto. Fue una excelente jefa de residentes y tiene la combinación perfecta de mano dura y buen rollito. ¿No creen?

Callie-decepcionada

Mientras tanto Callie está a punto de recibir dos ambulancias que vienen de un derrumbe de un túnel. Los doctores saben que vendrán muchos accidentados, así que esperan ansiosos a los primeros, pero el humor rápidamente decae porque los dos primeros llegan ya muertos y eso habla de la gravedad del accidente. ¡Mal rolito!

Luego llegan mejores noticias porque empiezan a llegar pacientes vivos, que ya es una mejora sustancial. El problema es que no vienen en buenas condiciones, pero para eso están nuestros cracks del Seattle Grace. Y nosotras vamos a enfocar nuestra atención en una paciente que se llama Joan por dos razones. La primera es que está interpretada por Heather Mattarazo que aparte de ser lesbicanaria tiene puntos extras por haber participado en The L Word como Stacie ¿se acuerdan? Y la segunda es que Joan está embarazada y al parecer tiene algo roto, así que ¿adivinan quienes van a trabajar juntas?

¡Milagro lesbicanario! ¿Hace cuanto no sucedía esto? ¡Mejor no pensar en cosas tristes! Callie y Arizona en el mismo quirófano… trabajando…. ¡la de cosas que podrían pasar! Pero antes de seguir flipando aprovecho para contarles que también nos enteramos de que el prometido de Joan está atrapado en el coche todavía y la cosa tiene muy pero que muy mala pinta.

Callie y Arizona trabajando

Y aquí están señoras, nuestras Calzona trabajando juntas. Siendo sincera tampoco es que haya un mínimo de interacción no profesional, pero hemos tenido tan poco esta temporada que casi que estoy disfrutando el hecho de que convivan en la misma habitación. Claro que si se hablaran aunque sea para decir «¿me pasas el bisturí?» sería todavía más bello. Pero no es tanta nuestra suerte. Eso si, descubrimos datos que serán importantes en el futuro. El primero es que un doctor que andaba por ahí fue la que trató a Joan in situ. Dos, que tiene roto un hueso del cuello y después de que tenga el parto hay que arreglarlo o puede quedar paralizada.

Por otro lado vemos que el pobre prometido de Joan quedó aplastado dentro del coche y está empalado en dos partes. Vamos que no tiene prácticamente ninguna oportunidad de sobrevivir, porque si abre el coche se les desangra vivo y no hay manera de que lo puedan llevar hasta el hospital a tiempo. Así que lo marcan como una «etiqueta negra» porque en situaciones de emergencia, los equipos médicos utilizan etiquetas para saber a quién ayudar primero. Los marcados con etiqueta negra son imposible de salvar. ¡Sufro!

También hay otro joven que está a punto de la muerte, pero a Owen se le ocurre la idea de sacarle toda la sangre y meterle un sustancia salina para congelarlo hasta poder salvarlo. Por último Catherine y el jefazo se iban a casar ese día, pero como los dos son doctores y eso de salvar vidas va antes de las fiestas, cancelan la boda.

No sé que demonios es esto pero sabe muy bien

No sé que demonios es esto pero sabe muy bien

Arizona, descubre que Catherine mandó a que llevaran toda la comida de la boda al hospital por aquello de no desperdiciarla, así que se está poniendo las botas. La mujer está masticando a todo lo que da porque no tiene mucho tiempo libre, más bien está haciendo cálculos de cuanto podrá comerse en los dos minutos que le quedan libres. ¡Dale duro Arizona! Nosotras confiamos en ti.

¿Se acuerdan de Joan? Pues la mujer de repente empieza a sentir que se asfixia. Y ¿se acuerdan que llegó una camada de residentes nuevos? Pues por desgracia estaban por ahí y a uno de ellos se le ocurre ¡quitarle el collarín! ¡Hay que ser imbécil! ¡Hasta yo sé que no se quitan los collarines sin más!

Obviamente el error empeora muchísimo la situación de Joan. Stephanie entra en acción inmediatamente y le pide al doctor ese misterioso que la traje que la ayude, pero él no sabe qué hacer. Ella flipa, y entonces él confiesa que en realidad es un interno. ¡Dios la que hemos liado!

Callie y Arizona enfadadas

Callie y Arizona llegan corriendo a ayudar a Joan que ahora mismo no siente nada del cuello para abajo. Ha perdido absolutamente todas las sensaciones, lo que tiene muy mala pinta. Stephanie corre a todos los residentes y las tres se ponen en acción. Las chicas llevan a Joan con todo el cuidado del mundo a quirófano, y cuando llegan al elevador la mujer empieza a recuperar sensaciones, lo que es buenísima noticia, hasta que recordamos que está en pleno parto y le entra el dolor de las contracciones. Porque la mujer no se puede mover. ¡Trauma total!

Afortunadamente nuestras chicas son unas cracks y consiguen que Joan tenga el bebé sin quedarse totalmente paralítica. Primer paso hecho, ahora falta operarla. Y así termina este episodio señoras, pero vamos a por el combo así que seguimos con el resumen del 24. No sin antes contarles que, April se llevó en grúa al prometido de Joan con todo y coche hasta el hospital para que los saquen ahí y tener una mínima oportunidad de salvarlo.

Callie y Arizona sorprendidas

Volviendo a Joan, las cosas van bien y ahora sí que la llevan a quirófano para operarla de la fractura. Pero a medio camino Arizona se topa con una mancha de sangre y al seguir la pista descubre que la paciente tiene Atonía Uterina. ¿Ein? Sip esa misma cara puse yo, pero ya investigue de qué va la cosa y aquí pueden leer la explicación. El caso es que ahora están en un meollo terrible, porque si van muy rápido se puede quedar paralítica, con lo que la tienen que mover con sumo cuidado, pero si van muy lento se les desangra. ¡Menos mal que son lo mejor que hay en el hospital y seguro lo clavan!

Callie-despacha-a-Stephanie

Ya en quirófano, Arizona está batallando para controlar el sangrado, que está presentando resistencia cual dragón de tres cabezas. De todos modos Callie está segura de que lo conseguirá, así que se está preparando junto a Amelia para entrar en acción en cuanto termine. Eso si, el carácter latino le sale cuando Steph entra para prepararse también. Callie la hace responsable porque le encargó a ella la paciente y ella dejó ahí a los residentes novatos.

Stephanie intenta defenderse y dice que lo lógico era que los residentes supieran lo que tenían que hacer y no la cagaran tan a lo grande. Pero Callie es inflexible en este punto y le dice que la responsable de los residentes es ella, por lo que todo este desastre es su culpa y por tanto ya no debe acercarse a ese paciente.

Callie y Arizona operando

Ya en quirófano, las chicas operan platicando sobre lo que le sucedió a la pobre mujer.

Amelia: ¿Un interno le abrió el collar?
Arizona: ¿Fue el mismo interno que confundimos con un adjunto?
Amelia: ¿Confundieron un interno con un adjunto?
Arizona: Sí ¡estaba ahí dirigiendo urgencias!
Callie: Como jefe, como un jefe guapísimo. Alguien debería ir a por él.
Arizona: Igual tú deberías ir a por él.
Callie: (A Amelia) Tú deberías ir a por él.

Nunca creí que vería ese momento en el que Arizona animaría a su ex a ir a por el residente guapo. Dios que golpe a mi corazón. ¡Necesito algo para vivir! En fin, Amelia pasa del nuevo, básicamente porque no quiere salir con nadie del trabajo. Arizona está de acuerdo y Callie se ríe, básicamente porque las dos han salido con pura gente del hospital.

Callie-y-Arizona-miran-a-Amelia

Amelia: Te ven por completo. Luego vienes al trabajo y también te ven aquí. Y tú intentas mantenerlo en el plano profesional y solucionar las cosas, pero estás pensando: «hace un rato estaba desnuda encima de ti» o «desearía que estuvieras desnudo» o «oye ¿te acuerdas cuando caí hasta el infierno y te llevé conmigo para contarte las partes más oscuras que hay en mi alma? Pues ahora vamos a tener una reunión de presupuestos».

Mmm… si una lo ve de esa manera…. básicamente entiende por qué Callie y Arizona tronaron como chinampinas. Pero volviendo a la medicina, todo sale bien con Joan y la llevan a su cuarto. Al menos eso parecía, hasta que Stephanie se pasa a visitarla con los internos y se la encuentra ahogándose porque tiene una hemorragia que les está obstruyendo la tráquea. ¡Esta mujer necesita una limpia de pirul urgentemente! En fin, que de vuelta al quirófano.

Afortunadamente para ella todo termina bien, porque no solo se recuperará perfectamente de todas sus heridas sino que su prometido y su bebé también saldrán adelante.

Callie-y-arizona-en-la-fiesta

Lo siguiente que vemos es que Richard y Catherine casándose, porque por fin se reconciliaron y dieron el gran paso. Callie y Arizona asistieron a la boda, por supuesto por separado, porque después del divorcio no es que quedara mucha amistad tampoco. Vamos que se llevan bien cuando están juntas pero que tampoco es que estén deseosas de encontrarse fuera del trabajo.

Callie-bailando

Terminamos el episodio y la temporada con Callie bailando a tope en la fiesta de Webber junto con la mayoría de los invitados. Nuestra morena termina la temporada feliz. Consolémonos en eso un instante, que en las últimas habíamos acabado con el corazón roto.

Arizona-consuela-a-April

Arizona por desgracia no termina igual, no tanto por ella misma, sino porque April y Avery están en plena crisis matrimonial. Porque ella ha encontrado en el ejército el escape que necesitaba para reconstruirse a sí misma, pero con eso se ha cargado su matrimonio con Avery. ¿A qué les recuerda esto? Pues sí, por eso mientras April llora desconsolada, nuestra patinadora intenta consolarla y le dice que la entiende perfectamente, después de todo, ella también encontró un escape en cierta doctora que terminó básicamente en donde estamos ahora.

En fin señoras, que esta puede ser oficialmente nombrada la peor temporada para la pareja de CalZona, o deberíamos decir ¿ex pareja? porque hubo una destrucción masiva. Eso sí, la esperanza de volverlas a ver juntas la seguiré teniendo hasta que se acabe la serie, pero vamos, que no nos han dado ni una mínima indicación de que se avecine reconciliación.

También es verdad que se notó muchísimo que tuvieron que recomponer la temporada para adaptarse a la marcha de Patrick Dempsey. ¡Vamos a ver que nos depara la temporada número 12 de Anatomía de Grey! ¿La sufriremos juntas o ya decidieron abandonar el barco?