Señoras, la tercera temporada de Orange Is The New Black ya está aquí. Hemos intentado darle tiempo a todo el mundo a verla antes de empezar a hacer nuestros resúmenes por aquello de no echarle a perder la diversión a nadie, pero creo que a estas alturas ya todo el mundo sabe de qué va la cosa. Eso si por si acaso haya alguien perdido en el universo a quien le falte llegar les vamos a pedir un favor no pongan spoilers de otros episodios en los comentarios. Así todas vivimos felices.

Esta temporada empieza con Pennsatucky explicándole a dos de las guardias que absolutamente todas las frases del universo pueden significar algo sexual si se las entona de la manera indicada. En plan, «Me gustaría ponerle sal a tu huevo». A Tucky le sale bastante bien, pero las guardias dan miedito con sus ejemplos. Así que mejor se concentran en comprar dulces y decoraciones porque es el día de la madre en la cárcel y un montón de niños se pasarán a visitar a sus madres. Eso sí, como el presupuesto en corto les llevan dulces de San Patricio y decoración del primero de mayo.

También descubrimos que cuando Tucky era pequeña, su madre la hacia tomarse botellas de Mountain Dew más grandes que ella, para que le entrar un subidón de azúcar y cobrar una pensión como si fuera hiperactiva. ¡La madre del año!

En Litchfield el luto dura poco, así que asignan a Red a la cama de la difunta señorita Rosa. Nuestra querida Red todavía está tocada de la paliza que le metió Vee, pero sigue tirando, porque si hay una mujer fuerte es ella. Como ya es tradición las compañeras de celda se reparten las posesiones de la difunta y Red se ofrece a pasarles sus pastillas para el dolor. ¿Adivinan quién las acepta?

Aún deprimida conquisto corazones

¡Sí! Es nuestra amadísima Alex Vause, a la que algún desgraciado (o desgraciada) le ha puesto un ojo morado. No puedo decir que no me alegra verla, pero por otro lado, la mujer luce fatal. Se ve que la vuelta a prisión no le ha sentado nada bien.

Por otro lado, vemos a Caputo darle la bienvenida a Berdie Rogers, la nueva consejera del lugar. De primera mano parece mucho más capaz que los que hay actualmente, así que a lo mejor tenemos suerte. ¡Crucemos los dedos!

En la cocina, Gloria le está haciendo una limpieza a otra presa. O al menos creo que es una limpieza, porque yo me acuerdo que mi bisabuela, cuando un bebé estaba llorando mucho decía que le «habían echado mal de ojo» y le hacía una limpia con un huevo pasándoselo por todo el cuerpo como hace Gloria. Solo que en su caso no era santería, porque lo combinaba con una rezada católica. En fin, que supongo que el ritual será prácticamente igual. ¿Alguien sabe de estas cosas?

En fin la cosa es que sin querer, a Gloria se le rompe el huevo y la pobre mujer casi que sufre un trauma pensando que seguro significa puras cosas malas. Poussey justo pasaba por ahí porque quiere que le presenten recipientes para inventarse un juego para los chicos. En la conversación descubrimos que la madre de Poussey está muerta (mal rollito), así que ella se está entreteniendo en ayudar a las demás a pasarlo bien con su familia, porque a ella nadie vendrá a visitarla. ¡Sufro por ella! Que parece que tiene la negra.

En el patio Piper y Luschek están hablando de cuál sería a mejor forma de suicidarse. ¿Por qué? No tengo la menor idea, pero ambos tienen ideas diferentes de por donde debe ir la cosa. Más que todo por cuestión monetaria, mientras Piper piensa en pastillas Luschek opta por un disparo en la cabeza con una pistola en un campo de tiro, que así no te cuesta nada.

La conversación es algo macabra, pero la cosa cambia y mucho cuando Luschek le cuenta a Piper que: «La buenorra ha vuelto». Y todo ser viviente sabe que la buenorra en Litchfield es Alex, así que la rubia casi que quiere salir volando a recibirla. Pero claro, está en la cárcel, aquí una no se puede mover cuando quiera, así que no le queda de otra que esperar.

Sophia por su parte, tiene el día bloqueado para solo atender a las mamás, porque quiere dejarlas guapísimas a todas para que sus peques y parejas las vean. Una que está en la fila es Morello, que obviamente no tiene hijos, pero se inventa una historia lacrimógena de las de ella que hasta yo me la creí. Igual Sophia es menos crédula que yo y la manda a freír espárragos, pero al final le cede porque la pobre sigue super depre.

Morello le pregunta si su hijo va a venir a visitarla y cómo hacen ella y su esposa para celebrar el día de la madre.

Morello: ¿Y cómo funciona? Con eso de que tú seas una chica-hombre? ¿Tanto tú como su madre celebran el día?
Sophia: ¿En serio quieres llamarme chica-hombre cuando te tengo agarrada del pelo?
Morello: Oh… solo pensé que sonaba bien. Yo no sé de estas cosas. Por eso estoy preguntando.

Me encantó esta conversación porque nos habla de algo muy real y es que a veces la gente es maleducada sin querer. Y Morello en este caso no está intentando insultar, simplemente es ignorante y a veces, por mucho que nos pese, tenemos que ser nosotros quienes les echemos un cable para que dejen de serlo. Sobre todo cuando vienen con buenas intenciones como es el caso.

Mientras tanto, en la lavandería, Angie está totalmente convencida de que Nicky está hasta los huesos por ella. Y es que resulta que Nicky lleva días pasándose con cualquier excusa por la lavandería, pero no, no es para conquistar a Angie, sino porque ahí fue donde escondió la droga la temporada pasada y está buscando la manera de sacarla.

También vemos un recuerdo del pasado de Nicky. Ella era super peque y se despertó temprano para hacerle una tarjeta y un desayuno a su madre. Pero la mujer ni se fija porque prefiere pasar el día en el spa, así que Nicky se queda sola con los regalos totalmente decepcionada.

Piper está en el comedor escuchando a Nicky piropear a muerte a Morello, cuando se da cuenta de que Alex ha entrado en el comedor. Y obviamente sale pitando a abrazarla, porque después de tanto tiempo de separación las dos vuelven a estar juntas.

Alex está totalmente traumatizada, porque no entiende cómo demonios desperdició su oportunidad y terminó de nuevo en la cárcel. Piper sí que lo sabe, pero se hace la que la virgen le habla y como ve que está de bajona, la invita a ir afuera para poder hablar mejor.

Las que siguen en el comedor son Tayste y Poussey que están hablando sobre las cosas de Santería que hace Gloria y se preguntan si servirá de algo o no. De paso comentan lo de que Vee ha pasado a mejor vida y ahí a Suzanne casi que le da un ataque, bueno, casi no, le da un ataque, pero Taystee consigue calmarla.

La platica se da porque Poussey no cree demasiado en esos asuntos, pero piensa que si puedes tener una fuerza positiva de tu lado, no está demás. Taystee por su parte cree que es mejor no hacer uso de las artes oscuras, porque a la que les metas mano terminas como Cedric Diggory, que por algo terminó muerto en el torneo de los tres magos.

Aleida por su parte, se encuentra una carta de la madre de Pornstache, al parecer la mujer quiere conocer a su futuro nieto y obviamente a Aleida le salen signos de dólares en los ojos. Nicky por su parte está ayudando a Big Boo a crear un disfraz de payaso mientras hablan sobre sus planes para sacar la heroína que tiene escondida Nicky para venderla fuera de la cárcel.

Alex y Piper juntas de nuevo ¡aleluya!

Alex y Piper por su parte, están abrazaditas en el altar de la capilla de la cárcel hablando. La pobre Alex sigue totalmente deprimida y haciéndose de menos por haber terminado en la cárcel otra vez. Piper intenta consolara de todas las maneras posibles. Y cuando digo todas las maneras me refiero a plantarle un beso de esos que en la primera temporada hacían que todas tembláramos, pero claro, no es lo mismo cuando una de las dos está deprimida y llorando.

Alex: Soy una idiota.
Piper: No Alex… Tienes que parar, tienes que hacerlo. Esto no fue tu culpa.
Alex: Por supuesto que es mi culpa. Si no ¿de quién iba a ser?

Llega un momento en el que incluso puedes ver que se siente culpable y que se piensa decirle la verdad. Pero ya sabemos como es Piper y al final prefiere culpar al sistema. LOL. Ahora, no le pongan tanto las cruces a Piper señoras, que todas nosotras nos alegramos de saber que Alex volvería a prisión, así que compartimos su culpa. Sus lágrimas están en nuestra conciencia lésbica colectiva.

Por fin llega el día de la fiesta y Litchfield se llena de pequeñuelos. La verdad es que da alegría ver a tanto misifuso por ahí. Todo el mundo está feliz excepto Suzanne, porque a ella no le dan permiso de salir (sufro por ella). Las cosas son complicadas, porque por ejemplo, le tienen que dar a la piñata a puñetazos porque no se puede llevar palos y encima a alguien se le olvidó meterle los dulces… desgracia total.

Pobres almas en desgracia

Morello está a cargo de los baños platicando con Nicky de lo poco que le gustan los niños. También vemos a Poussey, que está un poco deprimida, preguntarle a Norma si puede echarle un cable con su magia porque extraña mucho a su madre. Gloria por su parte está nefasta porque su hijo mayor está haciendo de las suyas y no la quiso ir a visitar.

Las cosas entre Sophia y su hijo han mejorado, pero aún son raras. El peque está empezando en la edad de salir con chicas y al parecer el novia de la madre no le da muy buenos consejos. Sophia se apunta a hablar de ex hombre a nuevo hombre y le aconseja que consiga experiencia con chicas feas… así cuando llegue la que le guste ya estará entrenado. ¡WTF Sophia! No tires piedras en nuestro propio tejado.

Red también recibe visita. Sus hijos y su marido se pasan por ahí. Pero no lo pasa nada bien, porque por fin se da cuenta de que se han ido a la quiebra y su negocio ha cerrado.

Otra que está sufriendo es Pennsatucky, que crea un pequeño cementerio lleno de cruces para rezar por todos sus hijos.

En el nombre de Jesús, pido que las almas de mis bebés no nacidos sean consideradas para entrar en el reino de los cielos, aún cuando nunca tuvieron la oportunidad de ser bautizados. Porque yo era mala y me los arranque, Porque era débil y no supe hacerlo mejor.

Big Boo ve su sufrimiento y se sienta con ella para decirle que hace tiempo leyó un libro en el que se decía que los hijos que no son queridos terminan siendo delincuentes. Y que si ella hubiese tenido todos esos bebés, todos se hubieran convertido en malas personas. Que una mamá siempre hace lo mejor para sus hijos y que en su caso, lo mejor que pudo hacer fue no tenerlos, porque como ella no estaba en condiciones solo habrían venido a sufrir.

La verdad es que el consuelo que le da Big Boo a TUcky es muy bonito, nunca me hubiera imaginado a estas dos de amigas, pero su conexión funciona muy bien. Eso sí, yo me encuentro a Big Boo vestida como va de payaso macabro y me da un ataque de pánico. ¡Miedoooooooo!

Por cierto, una de las hija de Aleida se ha perdido y tanto Daya como ella la andan buscando. Daya la encuentra bajo su cama, pero no lo suficientemente rápido como para que no suene la alarma y se termine toda la diversión, porque las presas están obligadas a acostarse en el piso con las manos en la cabeza y todos los niños se asustan y empiezan a llorar. ¡Mal rollito!

Nuestro episodio termina con Poussey encontrándose una tira de Calvin and Hobbes, es super importante para ella porque es lo que solía leer con su mamá y de alguna manera siente que es una señal. Sobre todo después de haberle hecho la petición a Norma.

Y así cerramos el primer episodio de Orange Is A New Black lesbicanarias. Alex y Piper están juntas de nuevo ¡pero a que precio!