Te conocí un 31 de agosto, un día antes de Labor Day. Saliste de la puerta “A” en Union Station. Yo estaba en la sala de espera junto a mi amigo Carlos, con el que había bebido la noche antes y estaba igual que yo: de resaca. Cuando saliste me miraste y me reconociste al instante, lo sé porque te vi sonreír y además levantaste la mano para saludarme. Lo recuerdo perfectamente porque yo no logré reaccionar a tiempo y tu cara cambió. El primero en darte un abrazo fue Carlos y me pareció gracioso. Luego yo, aunque sin un abrazo, te di un beso en la mejilla derecha.
Al salir de la estación te pedí la maleta, pero creo que fue demasiado tarde porque ya no dejaste que te ayudara. Subimos al carro y me temblaban las piernas; después de estar ganándole a tu sueño por semanas, al fin te tengo al lado. Ese día hacía mucho calor, entonces he bajado las ventanas del auto y te dije que serias mi copiloto, te pedí que tomaras mi celular para decirme cómo llegar a tu casa y tú contundente me dijiste “yo no te estoy diciendo nada”, me dio mucha risa, sabes, y al final me tocó manejar sin copiloto.
No recuerdo de qué hablamos en el camino, seguro fue de tu viaje a Nicaragua, lo que sí recuerdo eran las ganas que tenía de robarte un beso. Traías el pelo suelto y llevabas puesta una camisa polo blanca, te veías cansada, así que al llegar a tu casa me despedí con un abrazo y te dije que tenía que llevar a Carlos a su casa y que luego te escribía para vernos más tarde. Confieso que en lo único que pensaba era en dos cosas: tus ojos y tu boca. Esa noche nos mensajeamos y te pedí que saliéramos, pero preferiste quedarte en casa y me invitaste. Confieso que la idea no me gustaba nada, yo quería llevarte a cenar y a tomar unos tragos. Terminé por aceptar y en el camino pasé a comprar comida tailandesa. Llegué a tu casa y me recibiste en pijama. Llevabas una camisa en la que se leía “I Love DC” o algo parecido. Nos sentamos y empezamos a charlar. Me costaba verte a los ojos, estaba nerviosa, pero a medida que conversamos se me fue pasando.
Nos acercamos a la sala a buscar una peli. Te dije que me han recomendado “The Normal Heart’. La pusiste y te sentaste junto a mí. No sé de dónde agarre valor y te tome de la mano; ufff, se me movió el piso cuando lo hice, fue una oleada de adrenalina lo que sentí. Me dijiste “si no te hubiese conocido estaría solita en casa”; yo te respondí con una sonrisa.
Terminamos la película y pasamos a tu cama, ya era de noche pero el tiempo se detuvo, fue de prisa, se enredó e hizo lo que tú quisiste con él cuando estaba contigo. Seguimos viendo pelis hasta tarde, luego apagaste la televisión, la luz y seguimos conversando en la oscuridad hasta que no sé de dónde agarre valor y te dije “Come Here” y te robe. Me regalaste. Nos dimos el primer beso. Fue entonces cuando me enamoré.
Hoy cierro los ojos y recuerdo ese primer beso, los que siguieron fueron una fuga de emociones inexplicables. Yo pude haberte besado toda la noche para seguir sintiendo mariposas en el estómago, pero ese día no solo me he enamorado de ti, de tus ojos, tu boca, tus besos, tu aroma, tus lunares y tu ego, sino que también me di cuenta de que me ibas a partir el corazón. Ambas lo sabíamos. Te lo dije con miedo: “You are going to break my heart”. Y tú respondiste: “Trataré de no hacerlo”.
Pasamos el otoño juntas, siempre dije que me encantaba el invierno, pero mi estación favorita es cuando caen todas las hojas de los árboles; las ráfagas de viento abundan, la gente se reúne a tocar música, a jugar, a comer y hacer de todo con una sonrisa porque el clima siempre pinta de lo lindo. Tú fuiste mi dulce septiembre, octubre y noviembre.
Hicimos de todo en este corto tiempo, hubo un cumpleaños, un fandango, películas, un viaje a Philadelphia, una botella de flor de caña. Me diste una lista interminable de shows gais que tenía que ver, me hiciste reír con tus cuentos del trabajo, nos tomamos de la mano, compartimos postre, hicimos el amor, dormimos desnudas, nos dábamos los buenos días y las buenas noches, y quizás por eso al despertar y al dormir pienso en ti. Nos besamos, nos mordimos, te envié postales, te envié flores, me dijiste que era un Cat Unicorn, criminal, mounstrito, abejita. Aguantaste mis ronquidos, te conté mis secretos, me empapaste de valentía, conté tus lunares, te gustó otra persona, me llenaste de tristeza… y al final… me rompiste el corazón.
Debo creer que tú al igual que yo tuviste un dulce otoño, que el amor es así y a veces no es correspondido; a veces las cosas deben terminar mal para no seguir anclando. La vida, que es una puta maravilla, me sigue regalando alegrías, besos, historias para seguir escribiendo. La última vez que te vi me dijiste “todo pasa”. Tenías razón. Y por eso he llorado ya lo suficiente. No creo en los definitivos, ni en reglas inventadas, solo creo que hay gente buena y que no me equivoqué contigo. Nuestros caminos andan cruzados, de a ratos lejanos, de a ratos uno solo; fluyendo, como la vida.
Bravo. Nada mejor que empezar a sacar todas esas emociones…
ohh waoo me encanto!! Genial escribenos mas porfis…
impecable, me has robado una sonrisa con este escrito, me gustaría seguir leyendo cosas de ti Saludos
Uff genial! Sencillamente genial este post. BRAVOOO!!!
Me he sentido totalmente identificada con tu historia, mi otoño duró dos años. Caminos que convergen. Tu talento para relatar es más que genial. Por cierto, saludos desde El Salvador.
Pd. Por favor sigue escribiendo!
Me he pasado por aquí antes de ir a dormir y ha sido bonito encontrar un escrito como el tuyo. Se siente bien saber que en cualquier rincón del mundo, hay personas viviendo a la par historias similares y es justo ahora que mi vida es una estación de otoño. Es triste saber que desde el instante que tienes una conexión tan fuerte con alguien y saber que terminará rompiendo tu corazón y aún así sigues haciendo perenne ese momento, porque te dopas de su sonrisa, su esencia….. Por ahora me quedo con tus palabras. » Nuestros caminos andan cruzados, de a ratos lejanos de a ratos uno solo; fluyendo como la vida».
Si una chica me envía flores, postales y me escribe así de bonito yo me encargo que nuestros caminos siempre estén juntos! Aunque solo fuera amistad se ve que Nancy es una de esas personas que uno siempre quiere cerca 🙂 Síguenos escribiendoooo
Hola!!! yo te puedo enviar flores…. sólo pidelo!!!
Gracias Ingrid ! Pero tambien tienes que escribir bonito como Nancy 😛
Claro que sí, todo en un mismo paquete, pero lo bonito es enamorarse de la esa personita con el avanzar de los días, con las locuras diarias con las miradas, con los gestos …. hasta con los enojos …. el camino y el destino están allí sólo hay que seguirlo. Un beso PD: Me gustaría conocerte de veritas como diría el burrito de Sherk.
Si que alguien escriba asi de lindo es un plus a las flores !
Podria escribirte, y aun asi, lo que desees.
No entendí tu comentario Melissa XD
Me encanto!! Qué bacán escribes y linda historia!!! Espero leer más de ti.
Enhorabuena. Consigues explicar aquello que algún día todas hemos sentido y ni siquiera lo sabíamos. Acabo de descubrir tu blog y de verdad… me encanta todo lo que escribes.
como dijo una sabia persona. Los buenos tiempos de hoy son los pensamientos tristes del mañana. Solo debemos aprender a continuar, esos amores que cuesta olvidar que nos dejan aventuras, desafíos, tristezas, alegrías, enseñanzas. . UFFF mi amor de otoño….. «TODO PASA»
Creo que por eso al final dice «todo pasa … tenias razon» la autora nos dice que aunque hay cosas que terminan crece otra piel sobre la herida.
Me ha gustado mucho, desde el principio hasta el final. Tu manera de relatar las emociones me ha cautivado… te sigo ! nos leemos en un tuit 😉
Esta padre ..yoo hubiera cambiado ese final!!
Grata sorpresa ! pocos pueden narrar emociones como tu … por cierto tu blog se ha convertido en parte de mi rutina.
Me pasa lo mismo ! Lo leo a diario 🙂
Chavas pasen el link porfis yo no tengo tuiter 🙁
Hola Natalia 😉 es nancydelgatto en blogger … cuando nos ira a respoder nancy , nos tiene abandonadas.
Gracias Carla , pase a leer y me encontre con textos honestos y llenos de dulzura, Va sin ironías y qué buena prosa aparte. ojala un dia de estos nos escriba por aqui.
Nancy ! Me encanta… me encantas… querer asi , recordar a alguien de esta forma es muy bonito. Me encanta como escribes me parece que lo que haces es estupendo,que tienes una sensibilidad inata. Ya quisiera ser yo fuente de inspiracion. Besitos.
Nancy cásate conmigo y seguí escribiendo historias para nosotras 😉
Wow, que bonito escribes Nancy, saludos desde Perú!!!
las historias más bonitas siempre vienen de los sufrimientos mas profundos. la habilidad de proteger a esta chava y solo mostrarnos las cosas buenas es lo que te hace grande. Saludos desde Puebla. Cuenta donde podemos leer más de tus historias.
Merece la pena pasar por la vida de alguien, en este caso, por la tuya, no siempre se cae en tan buenos brazos, en tan buena gente.
Leerte es un lujo.
Ufff …. quisiera encontrar más gente que hable como tu escribís, así daría gusto escuchar al mundo.
Me has hecho llorar. Escribres muy lindo, me llegó al corazón. Perdón si escribo mal, es que estoy viendo borroso por las lágrimas y Me tiemblan los dedos.