Me llena de orgullo y satisfacción poderos traer al fin la tercera temporada de The Fosters. Porque ya sabemos que aunque para algunas personas el matrimonio de estas dos mujeres puede parecer muy plano hay que asumir que todo en esta vida no es drama y para nada están en un camino de rosas ya que desde hace tiempo vienen atravesando pequeñas crisis. Si recordamos el final de la segunda temporada, Lena se terminó besando con su compañera de trabajo y asumamos la vida, eso tiene que explotar en algún momento. Así que bueno, vamos a adentrarnos en el maravilloso mundo de esta familia.

Si recordáis, la temporada pasada terminó con un accidente de tráfico en el que iban Mariana, Jesús y Ana, su madre biológica. Todo parecía indicar que alguien había muerto pero nada, era para darnos el suspense hasta la siguiente temporada (así de perrillos son). La cosa es que no hubo víctimas mortales pero el otro conductor se dio a la fuga y Stef está haciendo todo lo posible por encontrarlo, cosa con lo que no está de acuerdo Lena, ya que piensa que es un caso demasiado personal y que le afecta en primera persona. Es que no se ponen de acuerdo ni para esto, empezamos bien…

Más tarde vemos a Lena y Monte inmersas en el trabajo. Ya han pasado tres semanas de aquel beso y la cosa parece que está bastante normal entre ellas. Pero basta con que lo diga para que Monte le comente que hay un viaje para dos personas para una conferencia y la invita a ir. Al ver la cara rara de Lena decide hablarle con sinceridad:

Monte: ¿Cuándo van a dejar de ponerse las cosas raras entre nosotras? Ni siquiera sé porque fue ese pequeño beso. Soy hetero, estuve casada. No fue nada ¿verdad?
Lena: Claro, en absoluto.
Monte: Vale, bien. Entonces, ¿podemos volver a cómo eran las cosas antes y pensarás en el viaje? Nos lo vamos a pasar genial, te lo prometo.

Yo no sé vosotras pero para mí que Monte le está quitando importancia pero mi voz interior lesbicanaria me dice que quiere algo con Lena. Así que deja a nuestra chica en la duda de si ir o no. Mientras la pobre de Stef va dando palos de ciego intentando encontrar al conductor de accidente, cosa que la frustra terriblemente al no obtener resultados.

El matrimonio se reencuentra por la noche en una fiesta que organiza la escuela en la playa. A Lena le extraña ver allí a su mujer porque podría haber estado en casa tranquilamente ya que todos los hijos andaban en la fiesta, y ya se sabe que una noche a solas en una familia numerosa está muy cotizada. Pero nuestra rubia al verla se derrumba llorando y le confiesa que le está pasando muy mal a raíz de lo del accidente de sus dos hijos porque ella fue la que llegó al lugar informada por radio de que había un muerto y cuando vio su coche se puso en lo peor y a la señora le cuesta superar el susto que se llevó. Así que está ahí esa noche porque solo quería ver a su esposa (si es que cuando viene un momento tierno…), la otra la abraza consolándola y diciéndole cosas bonitas.

Después en esa misma fiesta, Lena se encuentra con Monte y le dice que ha pensado que no irá a la conferencia con ella porque en su casa están pasando muchas cosas y cree que no es el momento más idóneo para viajar. La otra le dice que lo entiende y que igual a la próxima. No se vosotras pero yo lo veo todo un poco raro, ni veo que sea tan indiferente para Monte como intenta ver e igual para Lena tampoco. Porque asumamos que no está bien en su matrimonio y puede que surja alguna duda, es muy humano. Veremos a ver cómo se va desarrollando la historia.

Una vez en la cama (de manera casta) Lena pensando que su esposa no estará de acuerdo le propone hacer un viaje solo ellas dos y para su sorpresa la otra acepta encantada diciendo que lo pondrán entre las cosas prioritarias. Porque asumamos que con tanto hijo a veces es bueno tener un poco de espacio para la pareja y seguro que este viaje les vendrá la mar de bien pero como son unas desgraciadas (hablemos sin paños calientes), a la mañana siguiente ven que está goteando agua del techo y al darle con un palo empieza mil agua a caer. Así que es lo que estáis pensando. Adiós al viaje porque tendrán que invertir en arreglar ese destrozo de la casa. Pero que mala suerte que tienen estás mujeres.

Y bueno, hasta aquí el primer capítulo de The Fosters. Parece que las cosas se pueden poner interesantes, ya veremos como acaba todo entre el semi-triángulo formado que hay porque a mí no me da buena espina y por algún lugar tiene que salir todo. Hasta entonces, a portarse bien.