Heey, ¿qué tal estáis, queridas Lesbicanarias? ¿Pensabais que me había olvidado de Life is Strange, verdad? Pues, no señoras. Es imposible olvidarse de este juego, y menos después del penúltimo episodio, que ha sido como una auténtica montaña rusa de emociones desde el primer minuto. 5 horas estuvo una servidora explorando los escenarios. Casi nada.
Pero bueno, no nos precipitemos, que hay que hacer las cosas bien. Hoy os traigo el resumen completo del cuarto episodio, así que si os gustan los videojuegos pero vivís debajo de una piedra y todavía no lo habéis jugado, dejad de leer inmediatamente. Las cosas se van a poner muy feas en lo que a spoilers se refiere, queridas amigas.
Allá vamos. El cuarto episodio comienza con ese aire nostálgico y en cierto modo triste que tanto nos gusta. El lapso de tiempo entre episodio y episodio es de unos dos meses, tiempo suficiente para olvidar los detalles de lo que está pasando si jugamos los episodios en el momento en que están disponibles. Pero el comienzo de Dark Room está ahí por algo, y la razón es darnos una bofetada en la cara para hacernos recordar. Hemos alterado el curso original de los acontecimientos con nuestra decisión de evitar que William muera, y la consecuencia ha sido devastadora para Chloe, que se encuentra condenada a una silla de ruedas, sin poder hacer nada por sí misma.
La cosa no acaba ahí, sino que además, la familia Price tiene ahora un sabor muy agridulce. Están juntos, sí. Pero están endeudados hasta las cejas, incapaces de pagar los gastos que se derivan de la terrible condición de Chloe. Pero no es la única tragedia que acecha a la familia, ya que una carta del médico de Chloe nos revela que se está muriendo. Su mente puede soportar las consecuencias del accidente de tráfico, pero su cuerpo no. Y con este panorama nos enfrentamos a la primera decisión importante del juego, que no afecta a la trama principal, pero sí nos plantea un dilema moral de dimensiones épicas.
Chloe no quiere ver cómo su vida se apaga lentamente mientras echa de menos todo lo que tenía, y sueña con todo lo que podría hacer. Así que nos pide una muerte rápida e indolora a nuestro lado, quedándose con el momento más feliz que ha tenido desde hace mucho tiempo; recuperar a su mejor amiga y revivir los viejos tiempos. Nos pedirá que la ayudemos a morir suministrándole una sobredosis de calmantes, y tendremos que decidir si lo hacemos o no.
I don’t wanna close my eyes. I don’t wanna fall asleep, cause I’ll miss you baby, and I don’t wanna miss a thing.
DISCULPADME. He visto Armageddon recientemente y me he dejado llevar por la emoción. ¿Pero quién no? Hemos visto incluso al famoso Youtuber PewDiePie emocionarse con esta decisión. ¿Por qué, DontNod? ¿Por qué?
Una vez tomada la decisión, Max ya es completamente consciente de que esta línea temporal no le pertenece. Esta no es su vida. No es su Chloe. Max está fuera de lugar, y tiene que volver al punto de partida. Así que volvemos atrás en el tiempo para dejar morir a William, y recuperar el “equilibrio” de nuestro universo. Las primeras notas de “In My Mind”, canción de Amanda Palmer, empiezan a sonar, y Max corre a abrazar a su Chloe, después de reponerse del salto temporal. Si no habéis prestado atención a la letra de la canción, hacedlo por favor. La escena cobra un sentido mucho más emocional al hacerlo.
Tras el impacto inicial, nos reponemos de todo lo que ha pasado y afrontamos la verdadera primera parte de Dark Room. Estamos en pleno proceso de investigación, y vamos a jugar a ser Veronica Mars durante un rato largo. Tenemos que descubrir los detalles sobre los affairs de Nathan con las drogas, y el vínculo que le une a Rachel y a Kate, así que empezamos por el garaje de David, donde encontramos una serie de fotografías con información tan útil como el coche que conduce Nathan, o una lista detallada de los movimientos de vehículos “sospechosos” para David en Arcadia Bay. Este tipo se toma su trabajo demasiado en serio.
Con esta información Max y Chloe concluyen que deben echar un vistazo más de cerca a la habitación de Nathan, así que nos dirigimos hacia la Academia Blackwell. Sin embargo, antes de hacerlo tenemos una escena totalmente fanservice que se activará si conseguimos salvarla en el segundo episodio. Podremos ver a Kate en el hospital y charlar un rato con ella. Unos momentos muy tiernos que nos hacen querer proteger aún más fuerte a nuestra preciosa Kate. You go, girl!
Si no conseguimos salvar a Kate, iremos directamente a Blackwell, y una vez allí podremos explorar la habitación de Nathan cuando estemos preparados. Lo primero que me vino a la cabeza es que Nathan está mal de la chota. No lo digo con un tono humorístico, que conste… El chaval tiene un problema, y muy muy grave. Sonidos de ballenas, fotografías de mujeres con signos evidentes de abuso, drogas, cartas misteriosas de su padre espoleando su comportamiento… Son una pequeña muestra de la perturbadora habitación de Nathan. En nuestra cabeza empieza a quedar claro que si este chico está relacionado de manera directa con Rachel, la cosa no pinta muy bien. Cuando encontramos sus documentos secretos escondidos detrás del sofá damos por concluida nuestra investigación aquí, y justo cuando nos disponemos a abandonar la residencia, Nathan nos bloquea el paso.
En ese momento, con Nathan a punto de explotar de rabia, sucede algo que de no haber sido por el tráiler, no habría esperado en ningún momento. Warren nos salva el culo dándole un poco de amor a Nathan, y aquí tenemos una decisión mayor del juego. Podemos dejar que Warren le parta la cara y le de, literalmente, una paliza a Nathan, lo cual hará que el niño rico de Arcadia Bay pierda la dignidad y su arma. O podemos parar a Warren y dejar la escena en unas fuertes caricias de nuestro nerd preferido. Esto último hará que Nathan acabe más cabreado de lo que ya está, y que conserve su arma. Queda en nuestras manos decidir si dejamos a Warren apalear a Nathan o no.
La primera parte de nuestra investigación ha concluido, y ahora tenemos que pasar al siguiente objetivo; conseguir la lista de Frank con todas las operaciones de compras y ventas de drogas que ha hecho. Nos dirigimos a la playa y encontramos su caravana aparcada, así que llamamos a la puerta y afrontamos una intensa conversación con Frank.
Una de las cosas que DontNod ha clavado en este episodio es la forma de conseguir lo que queremos. Al final de nuestra conversación con Frank obtendremos la lista, pero la forma de hacerlo cambiará drásticamente dependiendo de lo que le digamos. Hay tres escenarios posibles: conseguimos la lista y la simpatía de Frank, conseguimos la lista matando a Frank y a su perro, o conseguimos la lista hiriendo a Frank y matando a su perro. Por supuesto, podemos conseguir nuestro objetivo sin matar a nadie, pero nos llevará un poco de tiempo y paciencia, ya que tanto Frank como Chloe son de carácter muy explosivo, y no tolerarán ninguna palabra más alta que la anterior en el transcurso de la conversación. Para conseguir este escenario en el que todos somos amigos, tendremos que rebobinar el tiempo bastantes veces hasta dar con la secuencia de respuestas correcta, pero huelga decir que evitar matar a alguien es un motivo más que suficiente para perder parte de nuestro tiempo.
En cualquier caso, al concluir la conversación ya tenemos todo lo que necesitamos, y volvemos a casa de Chloe para conectar todas las pistas que tenemos en las manos. Veremos un pequeño minijuego en el que volveremos a sentirnos como Veronica Mars, y cuando vinculemos a Nathan con la compra masiva de drogas, y localicemos el lugar al que acude con frecuencia, llegará el momento de ponerse verdaderamente serios. Vamos, al fin, a la famosa Dark Room.
Cuando pasamos por el granero abandonado y llegamos al misterioso búnker, la triste realidad de Life is Strange nos golpea de nuevo. Hay fotografías de mujeres por todos lados, tomadas cuando estaban drogadas y en posiciones muy vulnerables. Vemos fotografías de Kate después de haber sido drogada en la fiesta, y también vemos fotografías de Rachel… Aquí casi se puede escuchar cómo los corazones de Chloe y de Max se rompen en mil pedazos cuando encajan las piezas del rompecabezas. Rachel nunca abandonó a Chloe, ni dejó Arcadia Bay.
Nuestras chicas corren como el demonio al vertedero, donde encuentran enterrado el cadáver de Rachel, al lado de un trozo de su camiseta. ¿Recordáis nuestra primera visita al vertedero? En ella, Max avistó un ciervo que sólo ella podía ver. Y adivinad dónde estaba… En efecto, parado encima de los resto de Rachel, como indicando a nuestra pequeña Max que ahí era donde tenía que buscar. No sé a vosotras, pero a mi también se me rompió el corazón en mil pedacitos cuando vi llorar a Chloe por la muerte de su amiga. Entre la intensidad de la escena, y que de fondo suena la canción «Mountains», de Message to Bears, a mi también se me escaparon unas lagrimitas. Nathan pagará por esto, y el precio para él va a ser muy caro.
Sin tiempo que perder, nos dirigimos ahora a la fiesta del fin del mundo en la piscina de Blackwell, y nos tomamos un pequeño respiro después de tanto drama. Pero pequeño, porque de nuevo, tenemos un objetivo muy claro: encontrar a Nathan.
En la fiesta hay muchísimo salseo, señoras. Si se os ha pasado algún detalle, no dudéis en volver a revivir la escena. Muchachos y muchachas totalmente ebrios bailando música dubstep, Alysa siendo lanzada a la piscina si no nos prestamos a ayudarla, Courtney y Taylor siendo personas normales con las que poder entablar una conversación, Brooke y Daniel haciengo migas, Warren borracho como una cuba, e incluso dos lunas en el firmamento. Todo esto y mucho más está presente en la fiesta, así que no dudéis en tomaros vuestro tiempo explorando. Merece la pena.
Dentro del reservado para el Club Vortex encontraremos a Victoria Chase, reina de la Academia Blackwell y de mi corazón. Tendremos una conversación con ella en la que nos contará que lo único que quiere es hacerse un hueco en el mundo de la fotografía y aprender de Mr. Jefferson, uno de los mejores fotógrafos del país. Lo que nos diga nuestra reina dependerá de las decisiones que hayamos tomado, y su actitud hacia Max variará dramáticamente. Si hemos sido amables con ella en anteriores episodios, descubriremos que Victoria nos ve como a una igual, y que incluso admira nuestra forma de hacer las cosas, además de considerarnos “una persona guay”. Si no hemos sido amables con ella, la conversación terminará siendo bastante hostil, y Victoria nos acabará mandando a comernos un rabo. Muy amable, gracias. Personalmente, no he visto ninguna necesidad de ser antipática u hostil con Victoria a lo largo del juego, y pude ver su faceta más blanda. Si no habéis hecho lo mismo, que sepáis que Victoria, de hecho, no es tan mala. Pero (casi) todo en Life is Strange depende de nuestras decisiones, así que…
Para concluir nuestra conversación con Victoria, tendremos que tomar la decisión mayor de avisarla sobre Nathan y su retorcida sala de juegos, o si dejarlo correr. Tras tomar la decisión, veremos una secuencia en la que Mr. Jefferson proclama a Victoria como la ganadora del concurso de fotografía, y anuncia que viajará con él a San Francisco. Aquí ya está todo el pescado vendido, así que Max y Chloe vuelven al vertedero tras recibir un mensaje de Nathan en el que advierte a Chloe de que va a borrar todas las pistas de Rachel.
Y cuando llegamos, el culo se nos queda totalmente torcido. Una mano misteriosa inyecta a Max un líquido, presumiblemente una droga, y dispara a Chloe en la frente, matándola en el acto. Y la mano misteriosa pertenece, ni más ni menos que a…
¡Mr. Jefferson! Motherf…
El episodio termina con un breve adelanto de lo que está por llegar. Mr. Jefferson tiene a Max en la Dark Room, y va a proceder a drogarla de nuevo para, seguramente, sacar unas cuántas fotos depravadas de nuestra querida protagonista. Nuestros nervios están a flor de piel, y por desgracia no podemos hacer otra cosa que esperar al quinto y último episodio para ver cómo se resuelve todo este lío.
¿Qué ha pasado aquí? ¿Por qué? Whaaat??? Pues parece que Nathan era el brazo ejecutor de Mark Jefferson. Si le damos un par de vueltas, muchos dedos le apuntaron desde el primer episodio por su sutil conexión con Rachel, pero nunca habríamos imaginado que el reconocido fotógrafo estaba en Arcadia Bay para drogar a muchachas y sacar fotos de ellas, llegando incluso a matar a la pobre Rachel. Todo esto, con el dinero proporcionado por el padre de Nathan, como podemos saber gracias a un documento en el que se detalla el coste de la Dark Room.
Los misterios de Life is Strange casi han terminado, visto lo visto. Pero todavía queda mucho por ver. Para empezar, en el quinto episodio veremos cómo sale Max del entuerto, cómo hacemos para revivir a Chloe, y cómo salvamos a la ciudad del inminente tornado que está a punto de golpearla. A título personal, es un episodio brillante. No more, no less. El ritmo del episodio es pausado, repleto de escenas de carácter extremadamente emotivo, y nos deja un sabor amargo por lo que ha sucedido, pero la sensación de estar ante un juego con una historia ejecutada a las mil maravillas.
Esto se acaba, amigas. Dentro de poco más de un mes veremos el último episodio, y le diremos adiós a Life is Strange. Y yo sólo pido a DontNod que nos dejen tener un final al menos medianamente feliz. Pero ya no estoy tan segura de que esto vaya a ser posible…
¿Qué os ha parecido este cuarto episodio del juego?