Tengo que reconocer que la serie de Seis Hermanas es de las que más me hace sufrir, y más después de ver el tratamiento que se está llevando a cabo con nuestra Celia a base de sufrimiento y dolor, pero por suerte, parece que ha aparecido en su vida un pequeño ángel que creo que le ayudará y hará su vida más fácil. Vamos pues sin más dilaciones a saber que ha sucedido estos días en casa Silva.
La vida sigue separando a Celia y Petra. Yo personalmente echo de menos sus escenas juntas aunque solo fueran como amigas, se encuentran a faltar esos momentos de risas y confidencialidades. Pero bueno, como yo no soy la guionista, porque si dependiera de mí, las tendría desde hace meses viviendo su amor. En fin que me pierdo. Las chicas están más separadas que nunca. Celia sigue soportando en silencio esa terapia dolorosa e inútil y mientras Petra sigue su vida en la fábrica y coincidiendo más de una vez con el buenazo de Bernardo. Pero como el destino es caprichoso, sin esperarlo ni nada, las dos se cruzan en el parque. Después de unos segundos de miradas, Petra, rompiéndonos el corazón a todas decide seguir su camino mientras que a Celia casi que le da un ataque de ansiedad. Con lo que han sido…
Más tarde, Celia habla con su hermana Francisca de la terapia. Le dice que no se si va a servir para algo porque es muy dura pero claro, ninguna sabe en el fondo lo que le hace y lo que está pasando. Su hermana le dice que tiene que ser fuerte y seguir adelante. La pobre Celia no quiere decepcionarlas y seguirá aguantando esa tortura con el fin de “curarse”. Para colmo el médico sanguinario le dice que tiene que avanzar más y hay algo que está siendo muy revolucionario para su tratamiento y no es otra cosa que electroshock, sí, sí, sin paños calientes. A mí me saldrá una ulcera como siga viendo tanto sufrimiento en su vida. Solo de pensar en las personas que hayan tenido que vivir eso se me pone la carne de gallina.
Sus hermanas empiezan a preocuparse porque la ven cada vez más débil. Le cuesta salir de la cama y no tiene nada de apetito tras esas sesiones horrorosas. Pero la pobre le quita hierro al asunto diciéndoles que no es nada. Y que si esto es lo que tiene que hacer para curarse pues lo hace, aunque sus hermanas ya empiezan a dudar y Diana le responde que ella prefiere a su hermana de antes, pero nada, la chica está dispuesta a seguir adelante.
Mientras en otro lugar de Madrid, Petra las está pasando canutas con la deuda que le dejó su madre en la Villa de Paris, más que nada porque Carolina, la dueña, es una mala pécora explotadora. Por suerte para la Fuentes, casi sin querer se estera del gran secreto de la señora. Y es que el niño que tiene con su marido no es suyo, lo compró en el hospicio para retener al marido y ahora la madre verdadera del niño la está chantajeando. Y no me culpéis a mí, ya sabemos que estamos viendo una telenovela. El caso es que Petra se lo dice a su padre y esté le medio insinúa que le haga chantaje pero ella considera que eso no está bien. Pero al final cuando va a verla le cuenta que sabe todo. Y no quiere dinero, ella le dice que solamente quiere unas condiciones justas de trabajo como las demás, y que del sueldo, la mitad será para ir pagando la deuda que dejó su madre pero el resto para ella. A la otra no le queda más que aceptar.
Mientras Celia sigue con las terribles sesiones que le van dejando marcas en cuerpo. Solo sabe lo mal que lo está pasando la chica que trabaja para ellas en casa pero le tiene dicho que no se lo cuente a nadie. Así que aunque la otra no está de acuerdo, le ayuda a curar sus heridas y no le queda otra que callar. Y así vamos viendo como cada sesión es peor. Por ejemplo cuando el doctor empieza a enseñarle fotos de mujeres y recibe la descarga mientras que con hombres no, me entran ganas de entrar en la tele y darle lo que se merece a ese tipo.
Mientras Petra cada vez está más harta de Miguel. Lo último es que el pesado la ve hablando con Bernardo, el abogado de la fábrica y le monta una escena de celos. Le pregunta si ahora quiere algo con hombres casados con niños y ella le dice que el hombre simplemente le preguntó después de la herida que se hizo en la mano. Al final terminan de nuevo peleados y ella le dice que ni se le acerque y la deje vivir tranquila. Pero para que negar que el abogado deja a Petra con esa sonrisilla que vemos ahí arriba. Mal síntoma ¿o no?
La verdad es que cada vez nuestras chicas tienen caminos más separados. Y la peor parte es la de Celia que la volvemos a ver en la clínica preparándose para su nueva sesión. Pero entre tanta desesperanza aparece como un pequeño angelito que da un poco de luz al asunto y al menos la hace sentir mejor. Es Aurora, la nueva enfermera del doctor diabólico. Las chicas empiezan a hablar un poco y la enfermera, se le ve buena persona y preocupada por Celia. Ella intenta que le cuente porque está ahí y demás pero no da tiempo a nada porque el ogro entra en la sala. Os dejó aquí el video de cuando se conocen porque yo estoy esperanzada de que igual aquí pueda salir algo bueno.
Buena pinta, ¿verdad? Yo me conformo con que encuentre al menos una amiga en la que confiar porque la pobre está muy sola. Después en casa se derrumba llorando con la ama de llaves y le dice que tiene miedo de estar pasando tanto y no poder curarse. Me da tanta penita cuando dice que no tiene fuerzas para nada ni para creer en nada. El tratamiento la tiene agotada tanto física como mentalmente. Seguro que todas nosotras si pudiéramos le daríamos un abrazo bien grande para darle la fuerza que le falta.
Además es que es un sufrimiento extremo porque en cada sesión está más débil, y así la encuentra Aurora, tumbada en la camilla y llorando después de la terapia. La enfermera no está muy de acuerdo con el método utilizado ya que le parece demasiado agresivo y le da consuelo a la pobre Celia en esos momentos. Aurora le dice que ella piensa que parte de la curación de un paciente es querer hacerlo, por lo que nuestra Silva tiene medio camino conseguido y le dice que es importante no decaer en la terapia. Vamos que le da un poco de aliento.
Además que en cada sesión se van haciendo más amigas y compartiendo confidencias juntas. Aurora intenta aliviar el sufrimiento de la Silva con palabras y vemos que las chicas tienen muchas cosas en común. Ya que la enfermera ha realizado el sueño de irse fuera a estudiar y ha podido con convencionalismos de la época y las mentes cerradas. ¿Tendrán algo más en común las chicas? Yo espero que sí. Tendremos que esperar e ir viendo como se desarrolla todo. Pero me alegra que tenga alguien con la cual poder hablar.
Por otro lado, en la fábrica se sabe que hay un trapicheo con el nuevo jefe. Parece que mandan unas cajas a Londres y nadie sabe lo que hay dentro. Por lo que Diana y el abogado, le piden a Petra que igual de manera disimulada le sonsaque a Miguel algo de información. Aunque el padre de ella se niega por el riesgo que conlleva pero la Fuentes está dispuesta a ayudarlos para aclarar todo lo que está pasando ahí dentro, ante la admiración de un cada vez más enamorado Bernardo.
Y bueno, hasta aquí el resumen de hoy. Parece que la vida de Celia y Petra cada vez va más por caminos distintos. Así que no se si tendremos que cambiar el nombre del post y poner Celia y Aurora. ¿Cómo veis la nueva amistad de la Silva? ¿Sufrís tanto como yo con las terapias? Esperemos que a nuestra querida Celia le espere algún momento de felicidad. Hasta entonces, aquí os traeré las penurias para que lloremos todas juntas. ¡Nos leemos!
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