¡Ya estamos aquí, lesbicanarias! En este capítulo de Orange Is The New Black descubrimos que Suzanne tiene sueños con Vee por la noche y no deja dormir a las demás, porque se pone a gritar y piensa que es real. Vale que Vee era hierba mala, pero Suzanne nos da penita. Si recordáis bien a Nicky se la llevaron en el capítulo anterior y a mí me traumatizaron de por vida. Igual que a Red, que huele un cepillo del pelo para recordar su olor y le dice a Piper “no lo entenderías, no eres madre”. Yo tampoco soy madre y te entiendo, Red. ¡Te entiendo!
Una cosa interesante que nos está dando esta temporada es la creciente amistad entre Big Boo y Pennsatucky. ¿Quién nos lo iba a decir en la primera temporada? Los flashbacks de este episodio van precisamente sobre Big Boo, ya que desde muy pequeña tenía muy claro que los roles de género le tiraban de un pie y discutía con su madre porque le quería poner un vestido. Yo no me pongo un vestido desde que tengo 8 años, creo, así que entiendo que se sienta tal que así:
Ella no se siente feliz con el vestido y punto en boca, señora Big Boo, que es usted muy cansina. Mientras, Alex y Piper están cepillándose los dientes y tienen una conversación sobre su vida “marital”.
Alex: ¿Después? ¿En la biblioteca?
Piper: Me duele la cabeza.
Alex: ¿Qué eres? ¿Un ama de casa de los cincuenta? Llevamos una semana sin sexo.
Piper: Lesbian bed death. Existe. Lo busqué.
Alex: Sí, he oído hablar de ello y es pura mierda. Venga. Quizá ya no podamos follar por odio, pero podemos follar por amor.
Alex la intenta seducir y yo no sé cómo Piper no se muere de amor allí mismo, sinceramente. ¡Que es Alex Vause! Pero le dice que no, que no tiene ganas y se enfada bastante. A ver Alex, NO ES NO, esto es de manual básico. Es tu chica, respétala. Al final resulta que hablando del tema Alex se da cuenta de que es 7 de junio y le pide perdón. ¿Perdón por qué? ¿Qué es el 7 de junio? No debe ser algo muy grave porque se ríe, así que continuemos.
Una que lo está pasando muy malamente es Morello, que ni maquillada está. Esto en Morello es para preocuparse. Tiene cara de haber estado llorando toda la noche y lleva un pañuelo todo desgastado y el pelo hecho mierda. Vaya, tiene cara de ruptura lésbica de esas que intentas pasar viendo series en Netflix hasta las tantas, mientras lloras y acaricias a tu gato. Menos mal que anda por ahí Norma para darle un abrazo cariñoso, porque de verdad que esta mujer lo necesita.
Por cierto, Pennsatucky sigue recibiendo dinero de los fanáticos religiosos y Big Boo tiene una fantástica idea. Aparentemente se va a hacer pasar por creyente de las duras, de las que sólo dicen barbaridades, y está aprendiendo partes de la Biblia para ganarse también un dinero. ¿Realmente creéis que esto va a salir bien? Entre tanto, seguimos conociendo cosillas de su pasado, como por ejemplo, que ligaba estilo Shane en The L Word con todo lo que se le ponía por delante.
Lo bueno de Orange Is The New Black es que nos dan besos a cascoporro y eso es bonito. Pero resulta que un muchachito (de estos que todavía tienen acné, sin muchas luces) al verlas grita que son unas marimacho de mierda y la que se lía… Parece que Big Boo es muy susceptible con ese tema y casi mata al chico, con lo que su ligue se queda traspuesta y le dice “ahí te quedas, loca”. Porque una cosa es enfrentarte a los homófobos cabrones y otra es ponerte en modo asesina en serie, vamos a ver… Lo siento, pero el rollo lesbiana macho alfa se te fue de las manos. ¡Bájale a la violencia, chica!
Vamos a prestar un poco de atención a Soso, que yo le tengo cariño porque creo que se merece mejor trato en la serie. La putean mucho. Resulta que tiene una de estas amigas cabeza hueca, que en su hora de visita le dice que está orgullosísima de lo rebelde que es y ve la cárcel como si fuese un capítulo de My Little Pony. Así que Soso la mira como pensando “de pequeña te debiste de caer de la cuna” y le suelta un discurso de los épicos sobre lo mierda que es la cárcel y las pocas ganas que tiene de volver a verle el pelo. You go, girl!
El tema del cierre de la cárcel de momento está en pausa porque Caputo ha encontrado una posible solución: unos inversores podrían comprarla y van a visitar la cárcel a ver si les interesa. Lo que se pueden encontrar por el camino, lesbicanarias… Entre todo ello, tenemos a Piper en sus tareas diarias intentando arreglar un microondas.
Inversor machista: ¿Cuál es el inconveniente?
Piper: Se quemó el fusible térmico.
Inversor machista: ¿Y puedes reparar eso tú sola, cariño?
Piper: ¡Oh! Seguro que puedo si me concentro mucho con mi cerebrito de mujer.
¡Zas, en toda la boca, machista! En estos momentos Piper me gana siempre muchos minipuntos y por eso le perdono que a veces sea una manipuladora. No se puede tener todo en esta vida. Además, os interesará saber que a Big Boo le han dado un cambio de imagen radical para ver si cuela con el integrista religioso y…
Pennsatucky le dice que está jodidamente rara y coincidimos. Se nota que no es ella, que no está cómoda… Pero en ese momento recuerda a su madre y se emociona. Está claro que Big Boo tiene muchos issues con su madre. De hecho, en un nuevo flashback mientras está dándole al tema con su novia por aquel entonces, descubrimos que probablemente es un tema que arrastra desde pequeña, ya que cuando su madre estuvo en el hospital, ella no quería ir a visitarla por todo el daño que le había hecho. ¡Ouch!
Durante su visita semanal, toda la familia de Piper ha ido a visitarla porque… ¡Sorpresa! ¡Es su cumpleaños! Eso era el 7 de junio, lesbicanarias. Su padre se pone muy duro con ella porque es un señor estirado de estos que no entiende nada de lo que está pasando en su vida. Y Piper se arranca por «bulerías».
Piper: Quizás aquí es exactamente donde se supone que debo estar ahora. Quizás esto me está convirtiendo en una mejor persona. Estoy aprendiendo más español y sé reparar cosas. Soy parte de una comunidad y tengo novia. Tengo una novia a la que amo. Lo dije.
Hermano de Piper: Lo veía venir.
Madre: ¿Eso significa que oficialmente eres…?
Piper: Significa que oficialmente tengo novia.
Madre: Santo dios…
Piper: Yo también estoy usando mucho esa frase. Pero con una entonación distinta y más jadeante. ¡Santo…dios!
Ahí dónde la veis, a Piper le entró el orgullo propio y confesó a sus padres que Alex es su novia e incluso le hizo una demostración de su pasatiempo favorito en la librería. A su hermano y esposa les parece todo divertidísimo y asienten en plan “I approve”, pero a los padres no les hace gracia ninguna y se marchan muy ofendidos. ¡Pues vosotros os lo perdéis!
Tras este bonita confesión, se va a la litera de Alex y le dice que acaba de llamarla novia delante de sus padres, entonces Alex se cachondea un poco de ella como quien “¿ah, vas a preguntarme si quiero ser tu novia como en el instituto?” Y Piper le dice que no, así que Alex le empieza a hablar de otra cosa para hacerla rabiar un poco. Dura poco y Piper termina pidiéndoselo, se mean de la risa y, por supuesto, Alex responde que sí. ¡Porque están las dos enamoradísimas y todo es arcoiris!
¡Y boom! Así es como la química Vauseman nos estalla en la cara. Piper está totalmente en modo heart-eyes, que es que duele mirarlas de lo buena pareja que hacen. Alex demuestra ya lo gran novia que es haciéndole su regalo de “no-cumpleaños”, que resulta ser un papelito en el que ha escrito una lista de canciones que le grabaría si estuviesen fuera. Lo que importa es el detalle.
Y con esto y un bizcocho… ¡Nos morimos! Además, el morreo que se pegan no acaba ahí, porque con esto de estrenar noviazgo están en su propia burbuja de felicidad y no se despegan los labios ni con agua caliente. Por eso las compis de celda que están jugando a las cartas se quedan mirándolas en plan “momento incómodo”. No todo el mundo está tan feliz en temas amorosos, ya que Daya se entera por medio de Caputo de que Bennett se ha marchado. Una de cal y otra de arena.
En el flashback de turno, nos cuentan que Big Boo al final sí que fue a visitar a su madre, pero estaba tan débil que su padre se portó como un gilipollas y le dijo que si la veía en ese “disfraz” lo único que conseguiría sería empeorar su estado. ¡Hijo de…!
Big Boo: Yo he tenido que luchar por esto toda mi vida, papá. Toda mi vida. Desconocidos, novias… Joder, incluso mis padres. Todos me piden que sea algo que no soy. ¿Tienes la más remota idea de cómo me hace sentir eso? Es como si negaran toda tu puta existencia, como si dijeran “te iría mejor si fueras invisible”. Sí… Me niego a ser invisible, papá. Ni por ti, ni por mamá, ni por nadie. Así que lo siento.
¡Di que sí, Boo! Defiende tu identidad, defiende tu forma de ser y que les jodan. Pero claro, estos recuerdos se nos encadenan con el presente, en el que ella intenta hacerse pasar por una lesbiana arrepentida frente al religioso homófobo que va a visitarla… Y no lo soporta. Al asqueroso ese le empiezan a caer insultos por todos lados y yo que me alegro. Te quedas sin dinero, pero al menos preservas tu integridad. Bien hecho.
En la siguiente escena, vemos cómo Pennsatucky la apoya e, insisto, su amistad es algo precioso que nos recuerda que la gente puede cambiar. Le dice que fue valiente, que cada uno es cómo es y que viva la vida. Pennsatucky, has recorrido un largo camino y has aprendido. Estoy orgullosa de ti, joven padawan.
Anuncio importante de última hora: Los inversores deciden quedarse con la cárcel. Todo parece ir más o menos bien. Al menos Alex y Piper nos dan felicidad, están en plena luna de miel carcelaria y eso compensa un poquito la depresión de Morello y la ausencia de Nicky. En este episodio hemos descubierto la historia de Big Boo y nos encanta. Con la gran variedad lesbicanaria que hay en Orange Is The New Black no podemos más que estar agradecidas por atreverse a representar personajes así.