Parece que hemos podido sobrevivir a duras penas viendo Seis Hermanas después de que Aurora se marchara a Cáceres para casarse, pero ¿cómo no? Si hemos sufrido cual animalillo herido por la integridad de Celia, que ha pasado unos días de estancia en la cárcel. Pronto a las Silvas le habilitan una sala vip porque cada dos por tres hay una entre rejas, pero bueno, mejor empecemos por el principio.
Seguro que recordáis que había alguien suplantando a nuestra chica y escribiendo artículos demasiado atrevidos en los periódicos. Y aunque consiguieron que el mismo periódico al día siguiente sacará una rectificación nada de esto ha terminado, al contrario, se ha complicado más. Celia se presenta al día siguiente en la fábrica para hablar de nuevo con el abogado porque ha salido un artículo nuevo pero en otro periódico diferente, y esta vez amenazando con explotar un lugar. El abogado le promete que lo solucionará pero no da tiempo a nada porque la policía llega esa misma tarde y se la lleva detenida. ¡¡¡Diosa lesbicanaria, hasta cuando el sufrimiento para esta pobre desgraciada!!!
La mejor hermana que puede tener va a verla a la cárcel y se percata que tiene unas marcas, según nos cuenta la pobre chica, la han golpeado durante el interrogatorio. Bernardo también se indigna porque por ley no pueden interrogarla sin que esté presente su abogado, pero eso se lo pasa por el forro la policía porque creen que es una terrorista.
Diana se indigna y empieza a gritar y casi se encara con un policía que hay allí por el trato recibido a su hermana, pero Celia la calma porque no quiere que complique más las cosas. Bernardo, como abogado le dice que por mucho que le digan o hagan nunca confiese nada. Le advierte que no firme ningún papel ni ninguna declaración sin estar él delante, mientras, tratará de sacarla lo antes posible. La chica le dice que no tarde mucho porque no sabe hasta cuando podrá aguantar. ¡No nos digas eso que nos hundimos!
Al día siguiente sigue en la cárcel pero al menos se lleva una alegría, y es que sus compañeras sufragistas están protestando a las puertas de la cárcel por su liberación, así que no se siente tan sola, aunque el abogado, que vuelve a verla, no lo considera tan bueno, ya que es mejor que ahora no se le relacione con nada de esta índole. Además que Bernardo le trae buenas noticias, y es que otro periódico de esa mañana ha vuelto a haber un artículo de la chica y claro, estando entre rejas, difícilmente. Aunque ella piensa lo que pensamos algunas, que lo puede haber dejado escrito y haberlo sacado ahora, pero el abogado está convencido de que tirando del hilo por ahí, pronto podrá sacarla.
Más tarde, Diana vuelve a visitarla, y vemos como la profesora le cuenta lo emocionante que ha sido el ir hasta el juzgado acompañada por todas las sufragistas. Esto hace que la chica saque fuerzas de donde no las tiene y esté más esperanzada en que todo va a salir bien. Pero su hermana le viene a traer malas noticias, ya que el juez ha tomado una decisión: se quedará ahí encerrada hasta el juicio. Bernardo ha pedido una prueba grafológica, vamos que comparan el tipo de escritura y según parece, el abogado piensa que con esa prueba la exculparán. ¡Cuando sufrimiento para ese cuerpo tan pequeño! Además, su hermana le trae una mala noticia más si cabe, su hermana Francisca ha perdido el niño. Más llanto y pena para la chica. Los guionistas nos podrían dar alguna alegría ¿no? Que cuando entran por el camino de las desgracias no hay quien los saque, porque nos dan las alegrías a cuentagotas… espero que algún día aprendan a equilibrar.
En fin, que pasa un día más y se presenta Bernardo con una buena noticia: Celia es libre. Pim pam, ¿Para qué nos hacen sufrir tanto? Hoy toco día bueno para el guionista y decidió sacarla. Parece que la policía ha arrestado a la verdadera autora de los escritos. Es otra sufragista pero más radical. Celia se empeña en saber el nombre de la mujer porque duda que alguien de las suyas sea la autora y tiene muchas dudas de lo que ha pasado. Le pide que por favor el abogado le dé el nombre de la sufragista detenida, el hombre no le queda otro remedio que prometerle que intentará saber quien era. Al día siguiente va a buscar a Bernando para saber si ha averiguado el nombre de la mujer, pero el abogado le dice que la mujer que detuvieron está muerta, y todo indica a que se ha quitado la vida. Cosa que nosotras y la misma Silva no se lo cree, la chica tiene claro que averiguará que es lo que realmente pasó.
Una vez en casa, tiene una nueva discusión con Luis. El hombre no entiende como la chica después de haber estado en la cárcel no ha cambiado su manera de pensar, porque ella, ni corta ni perezosa le dice que aún está más convencida de sus ideas. Otra vez se enzarzan en una pelea, pero como la chica tiene un corazón que no le cabe en el pecho, termina animando a su cuñado que se hunde al hablar de la pérdida del bebe. A Celia le da pena y le dice que lo mejor que pueden hacer es que entierren en hacha de guerra por el bien de su hermana Francisca, Luis está de acuerdo con ella.
Más tarde o al día siguiente (porque reconozco que pierdo la noción del tiempo) va a ver a su hermana Francisca que se encuentra en la cama después de que perdiera al bebe, aunque ambas estaban enfadas, al verse se dan un abrazo de los gustosos, porque aunque tengan sus peleas ellas se quieren y siempre terminan arreglando las cosas. La pelirroja culpa a su marido de la pérdida del niño y a Celia le preocupa ver a la pelirrroja con tanto rencor hacia el marido, pero por mucho que la profe le trate de razonar que fue un accidente lo que pasó, la otra está convencida de que no debería haber pasado y no quiere ver al marido ni en pintura. Seré un poco mala pero a mí ya me va bien que el matrimonio esté en crisis porque a Luis no lo soporto, aunque en estos capis anda dando lastimilla, no se me olvida como ha tratado siempre a nuestra Silva favorita.
Más tarde, Celia habla con Diana sobre la sufragista fallecida. Le cuenta que si a ella le hicieron todo tipo de cosas siendo de buena familia no quiere ni pensar lo que le harían a alguien menos importante. Está segura que la torturaron y se les fue la mano. Diana no sabe que pensar sobre el tema. Pero su hermana sigue con los argumentos. Las sufragistas se van a movilizar y van a hacer una manifestación para intentar aclarar que es lo que pasó y obligarles a que abran una investigación. Celia le pide a su hermana que si puede hablar con las mujeres de la fábrica para que se unan, y con lo desconformes que están por su situación, seguro que las ayudan. Pero como es una ansiosa, esa misma tarde ella misma se presenta en la fábrica. Allí le pide el favor a Benjamín que reúna a toda fémina disponible y en menos de lo que canta un gallo ya les está diciendo su gran discurso. Estoy convencida de que muchas la seguirán.
Y hasta aquí nuestro resumen semanal. ¿Conocerá Celia a una guapa sufragista por el camino? ¿Volverá Aurora vestida de novia al escaparse el mismo día de su boda? Todas esas con incógnitas que esperamos ir resolviendo con el paso de los días. Hasta entonces, a disfrutar de la Silva. ¡Nos leemos!