La semana pasa en Jessica Jones nos habíamos quedado con nuestra protagonista enfrentada a la decisión de huir o plantarle cara al hombre que puebla sus pesadillas en los últimos años. Jessica decide quedarse y darle caña, no tiene muy claro como, pero el caso es que no se va a dejar.

Jessica Jones insultando mentalmente al personal

Empezamos nuestro segundo episodio de Jessica Jones en la comisaría, porque aparentemente eso de que la hija recuperada de tus clientes se los haya escabechado enfrente tuyo, levanta algunas cejas. Jessica lo enfrenta todo con cara de aburrimiento y nefasteo generalizado, más que todo porque sabe que si le cuenta lo de Kilgrave a la policía la meten derechito al manicomio. Así que miente con todos sus dientes, que es lo que haríamos cualquiera de nosotras en estas circunstancias.

El caso es que la cosa se complica porque Jessica estaba por pirarse del lugar, con lo que tenía maleta de viaje, eso la hace más sospechosa. Y el hecho de que tenga fotografías de Luke por todas partes en plan fan obsesiva compulsiva no ayuda. Igual Jessica sabe que no tienen nada básicamente porque ella no hizo nada, así que juega la carta del orgullo y se pira del lugar.

Juro que no soy una acosadora, le estaba tomando fotos a la barra del bar

Lo primero que hace Jessica es ir corriendo al bar de Luke para intentar hablar con él antes que la policía, pero llega demasiado tarde porque ahí ya hay agentes contándole lo de las fotos. La situación es un poco complicada de explicar, pero por esfuerzos que no quede. Jessica le dice que un hombre la contrató como detective porque piensa que se acuesta con su esposa. Luke dice que jamás se ha acostado con gente con compromisos, pero Jessica le responde que una de las chicas con las que se acuesta se quita el anillo siempre antes de entrar. Igual Luke le pide que se vaya y no vuelva a pararse por ahí. ¡Auch!

La siguiente parada de Jessica es la institución mental en la que tienen encerrada a Hope. Jessica intenta descubrir cualquier pista que pueda darle sobre Kilgrave, pero Hope no contesta prácticamente nada porque está obviamente traumatizada por todo lo que le ha pasado.

El nombre de Hope se traduce como «Esperanza» al español, y eso es precisamente lo que le falta a la pobre, porque prácticamente no tiene nada por lo que vivir ni le quedan ganas de hacerlo, algo que toca mucho a Jessica porque está claro que ella ha pasado por la misma situación.

Jessica: No es tu culpa.
Hope: Lo sé, es tuya. Él dijo que lo habías dejado tirado agonizando. Tendrías que haberte asegurado de que estaba muerto.
Jessica: Así que está enfadado, quiere verme sufrir.
Hope: Como él ha sufrido.

Nuestra protagonista intenta sacarle más información, pero Hope tiene miedo de que Kilgrave le haga lo mismo. Jessica a tranquiliza y le dice que no se lo permitirá.

Hope: Deberías suicidarte.
Jessica: Probablemente, pero soy a única que cree que eres inocente.

Está claro que Jessica está dispuesta a mover montañas por conseguir salvar a Hope y lograr que no se transforme en otra versión de sí misma.

Bueno, montañas puede que mueva, pero convencer a Jery de defender a Hope puede que sea más complicado. Básicamente porque a Jery no le gusta perder, y seamos sinceras, el caso de Hope, desde cualquier punto de vista legal está perdido. La defensa de «Kilgrave me obligó» me da que no le va a servir en este caso.

Jessica insiste en que tiene que salvarla mientras que Pam (la secretaria) interrumpe constantemente para decirle a Jery que su esposa la está llamando. Jessica se desespera y le dice que le va a conseguir pruebas de que ha habido control mental de por media y Jery accede, pero no por buen voluntad, sino porque Jessica le promete que si lo hace le deberá un favor.

Apenas se va Jessica, Pam entra de nuevo a la oficina y le dice que tiene que hablar con su esposa porque «ya lo sabe». Vamos que se le han atorado los cuernos en una puerta y se acaba de dar cuenta de que se los ha puesto su mujer. Y aquí tengo que decir que me ha hecho gracia la cara de Jery, porque podrías esperarte culpabilidad o susto, pero no, pone cara de: «¡Dios! ¿Por qué me castigas con estos problemas?».

Jessica sale de la oficina de Jery y vemos que hay un coche que la está vigilando. Yo ya sufría pensando en las posibilidades, pero gracias a las diosas no es Kilgrave sino la mismíma Trish que está harta de no saber que pasa con su vida y exige explicaciones. Porque le ha estado dejando mensajes y Jessica no los ha contestado y encima se ha quedado en la ciudad.

Trish: Tengo miedo por ti.
Jessica: No… tengas sentimientos ¿vale?

Es fácil decirlo mi querida Jessica, pero ¿quién se lo explica a nuestro corazón? Trish le dice que necesita ayuda y Jessica se niega rotundamente. Pero la rubia le pone ojos de perrito triste y le pregunta que si en serio no tiene ni un minuto para dedicarle y Jessica termina por ceder, así que Trish la acompaña hasta su oficina.

Necesitas una redecoración urgente cariño

Ya en la oficina, Trish no puede dejar de notar la puerta semi derruida de Jessica y por más que disimula con un «Tu depa es bonito», Jessica la conoce más que a sí misma y le dice que sabe que piensa que es un basurero. Luego le entrega un sobre con dinero y eso a Trish le resulta un insulto, porque está claro que no es lo que venía buscando.

Trish le pregunta cuál es su plan respecto a Kilgrave y Jessica le contesta que ahora sabe que tiene alguna debilidad, porque estuvo a punto de morir, así que la encontrará, probará que Hope es inocente y se deshará de esa escoria. A Trish en teoría el plan le parece muy correcto, pero no tiene muy claro que pueda ser llevado a la práctica.

Trish: Podría controlarte de nuevo.
Jessica: Primero muerta que dejar que me controle.
Trish: Eso es lo que me temo.

Trish quiere que Jessica se mude de nuevo con ella, porque en su departamento estaría más protegida. Para empezar tiene una puerta que funciona, con lo que ya le complicaría tres veces más la vida a cualquier asesino que pretendiera entrar.

Jessica: No estoy a salvo en ningún lugar. Cada esquina que cruzo, no tengo ni idea de quién está en el otro lado. Podría ser el conductor que me va llevando en el taxi, podría ser la mujer de Fedex, podría ser la famosa conductora que era mi mejor amiga.
Trish: ¿Era?
Jessica: Soy un peligro ambulante Trish, mantente alejada de mí.
Trish: No voy a hacer eso.
Jessica: ¡Por favor! No puedo ponerte en peligro…

Mentiría sino dijera que mis ojos destilaban corazones en este momento. Porque entre estas dos hay una relación profunda que se palpa en cada conversación y está claro que Jessica no quiere que Trish se involucre porque la está protegiendo. También me resulta interesante que Trish respete las decisiones de Jessica, sí, le dice las cosas que no le gustan, pero al final de los días la apoya en lo que decide, incluso cuando decide que quiere alejarse de ella. Y eso a Jessica la puede, porque cuando Trish va saliendo le dice que el vidrio de la puerta tenía la inscripción «Investigaciones Alias» y es un breve mensaje de «aún me importas», de «no puedo dejar que te vayas así». Y Trish lo entiende de esa manera porque la conoce. Y este es el momento en el que les cuento que busqué en Google la dirección de «Alias Investigations» y me topé con esto: Investigaciones Alias, lo que me he reído.

Lo siguiente que vemos es a Luke en su bar trabajando cuando llega la mujer que Jessica le dice que está casada. Luke le dice que no pueden seguir juntos porque él no sale con mujeres casadas. La mujer se pone un poco blanca y Luke agrega que su esposo está enterado y que de hecho los ha hecho seguir.

O te callas o te callo

Ya en su casa, Jessica está revisando el expediente que tiene sobre Kilgrave y bebiéndose un buen vaso de alguna bebida alcoholica cuando sus vecinos comienzan a pelearse otra vez. No hay nada más molesto que los vecinos gritones y si hay algo que no tiene Jessica es paciencia, así que la mujer sube y básicamente la estrella contra la pared para exigirles que se callen. La verdad es que Jessica como vecina da un poco de miedito, sobre todo cuando está de malas.

Como ya está todo en silencio, Jessica puede concentrarse una vez más en el trabajo y revisando los recortes de periódico que tiene recuerda el hospital en el que declararon muerta a la chica de la foto en el departamento de Luke. Jessica intuye que si ahí la enviaron a ella, seguramente también recogerían en ese mismo lugar a Kilgrave y decide investigar.

Cambié de trabajo porque Callie Torres no me dejaba concentrarme

Nuestra heroína entra en el hospital y en menos de lo que se dice tequila, se roba el uniforme de una enfermera y le pide ayuda a otra de las enfermeras para buscar si ahí fue donde atendieron tanto a la chica como a Kilgrave. Es entonces cuando sucede un diálogo poco significativo pero que yo he decidido resaltar por la gracia que me ha hecho:

Jessica Jones: Es que este sistema informático no se parece nada al de mi trabajo anterior.
Enfermera: ¿De dónde vienes?br> Jessica: Del Seattle Grace.
Enfermera: ¿El de la tele?

LOL, la verdad es que ha sido muy gracioso y me ha servido para dos cosas. La primera es descubrir que Jessica Jones es fan de Anatomía de Grey. Ya la veo ahí, bebiendo ingentes cantidades de whisky mientras observa la pareja de Callie y Arizona caer en el vacío de la ruptura. La segunda es pensar en lo guay que sería un crossover entre estas dos series en la que Jessica tuviera una relación pasajera, oscura y extremadamente sexy con Callie. I ship it!

Pero volviendo a la vida real… ejem… bueno, ya me entienden, Jessica consigue descubrir que personas estaban de guardia el día en el que la chica entró en el hospital imprime toda esta información y se pira hasta su casa donde ¡sorpresa! La puerta está abierta y después de todo lo que ha pasado obviamente la mujer se pone de los nervios, sobre todo cuando entra y se encuentra a un hombre en cuclillas.

De inmediato Jessica se le echa encima y lo deja fuera de circulación. Luego se pone a buscar por toda la casa a ver si encuentra a alguien más, pero como no hay nadie se regresa y lo agarra del cuello para descubrir quien lo envió y resulta que lo mandó la mismísima Trish Walker para arreglarle la puerta. ¡Mal rollito!

Deja de cargarte a mis empleados por favor.

Jessica llama a Trish indignada y le dice que deje de enviarle hombres a arreglarle la puerta sin avisarle. La rubia le dice que escuche sus mensajes porque sí que se lo avisó, pero para la Jones ese no es el punto, quiere que su amiga deje de llamarla, acercarse a ella y sobre todo, de intentar arreglarle la puerta.

Trish: Jess, tu puerta necesita una cerradura.
Jessica: Ya me encargo yo de ponerla.
Trish: El problema es que no lo haces.
Jessica: ¡Madre mía eres implacable!
Trish: Me lo tomaré como un cumplido.
Jessica: Pues me has entendido mal.br> Trish: ¿Por qué no pruebas algo como: «Trish gracias por arreglarme la puerta. Fue muy gentil por tu parte, sobre todo ahora que un loco anda suelto»?
Jessica: ¡Déjame en paz! ¿Vale? Te estas convirtiendo en tu madre.<br Trish: Wow… menudo golpe bajo Jess… hasta para ti

No tenemos ni idea de como será la madre de Jess, pero por la cara que ha puesto Trish podemos intuir que no es muy agradable que digamos. Y también vemos en la cara de Jessica que se arrepiente de haberlo dicho, pero como Trish cuelga tampoco es que haya más platica al respecto. Por cierto y antes de que se me olvide, mientras platicaban de todo esto, vemos que Trish tiene los brazos llenos de moretones… mmmm…

Jessica se queda mirando como se llevan al pobre hombre que descuajeringó por intentar arreglarle la puerta, cuando se le ocurre que una ambulancia tuvo que haber llevado a la chica y a Killgrave. Todo esto mientras su vecino (el hermano gemelo de la que casi ahoga un poco antes) la mira con ojitos de corazón.

Igual todo este asunto afecta mucho a la estabilidad de Jessica, que mientras va de camino a buscar al enfermero que llevaba la ambulancia en el metro, sufre otro flashback y termina rompiendo una de las ventanas y recitando incesantemente el mantra de calles para intentar controlarse.

Jessica descubre que dos ambulancias fueron enviadas al lugar del accidente pero solo una regresó, así que sigue el rastro del conductor. La mujer busca la dirección del conductor y descubre que el hombre está conectado a una máquina y totalmente paralizado después de que decidiera «donar» sus dos riñones. WTF! Obviamente eso de donar es más mentira que el último discurso de Rajoy, de hecho, en cuanto su cuidadora (que es su madre) los deja un segundo a solas él le pide que lo mate. ¡Mal rollito!

Jessica intentando descifrar el pelo de la mujer que se acuesta con Luke

De regreso a casa, Jessica espera encontrar calma y un buen vaso de ron, pero más bien se encuentra con los gemelos raritos de sus vecinos y la tipa casada con la que se acuesta Luke. Porque resulta que lo de que el esposo de ella la había contratado es mentira vil y cruel. El caso es que la mujer le fue a pedir perdón al marido que obviamente no sabía nada y al descubrirla se cabreo y va con todos sus amigos derechito al bar de Luke a darle con todo. Obviamente eso es algo que Jessica no puede permitir, así que sale pitando al bar a echarle un cable.

En el bar se arma la marimorena, Luke tampoco es que tenga muchos problemas la verdad, es un hombretón y les está presentando muy buena pelea, pero por si acaso Jessica intercede y le quita de encima unos cuantos. ¡Que crack que es! En la pelea ambos descubren cosas, Luke que Jessica es más fuerte de lo que aparenta y Jessica que a Luke que le den con una botella rota no le hace ni cosquillas. ¡Ya tienen algo en común!

Jessica consigue otra pista investigando sobre el «donante misterioso» que le ha dado la máquina a la que está conectado el enfermero. Entonces da con un profesor de universidad que sale pitando en cuanto la ve, así que Jessica va detrás de él hasta acorrarlo y lo interroga. Sabe que era un doctor muy prominente y de repente desapareció del mapa y ella quiere saber por qué.

Él le pregunta si Kilgrave está con ella y Jessica le responde que según el certificado que él escribió está muerto. Él insiste en si está con ella porque al parecer Kilgrave trae un montón de fotos suyas y él la ha reconocido. Luego se tranquiliza y le cuenta su historia. Kilgrave llegó con un problema en uno de sus riñones que requería un trasplante, así que Kilgrave hizo que lo operara y le quitara los dos al pobre enfermero, con todo y que solo necesitaba uno. Otro detalle importante es que se aventó la operación con anestesia local, porque Kilgrave insistió en que no lo durmieran. ¡Saltó el animal del agujero! Si está dormido, Kilgrave no puede hablar y si no puede hablar no convence a nadie de hacer cosas que no quieren.

A Jery no la impresionan las miradas de lado

Jery se pasa por la institución en la que tienen a Hope y le dice que es su nueva abogada. Por lo visto los poderes de convencimiento de Jessica son mejores de lo que pensábamos. Hope no es que tenga muchas ganas pero cuando escucha que fue Jessica quien la mandó está en mejor disposición. Eso sí, ni presta ni perezosa le suelta a Jery que la misma Jessica es otra víctima de Kilgrave. Y Jery como buena abogada donde huele sangre hinca el diente, así que ya tiene otro dato sobre Jessica que tengo claro que se va a guardar para el futuro.

Al llegar a casa Jessica se encuentra con una caja desconocida pero la sorpresa es agradable porque es un vidrio para su puerta con el «Investigaciones Alias» que obviamente Trish ha dejado por ahí. A nuestra morena no le queda de otra que sonreír y llamar por teléfono a la rubia solo para decirle que se ha equivocado de letra, que es su forma de decir: «Me ha encantado y muero de amor».

Trish: Ya no necesito que me protejas.
Jessica: No lo estoy haciendo.
Trish: Me estás alejando para no tener que preocuparte por mi.
Jessica: Eso no es lo que…
Trish: Sí, sí que lo es y te lo digo ya. No lo hagas, porque no lo necesito.

A Jessica no le queda de otra que ceder en este punto, así que decide que abandona su intento de alejamiento e invita a Trish a comer, pero esta alega que no puede porque está muy ocupada haciendo algo. Mmm nosotras sospechosas porque está más bien en casa bebiéndose un vaso de agua que se mancha de la sangre que le sale de la nariz. ¡Mal rollito!

Yo seré sincera, ya hacía a Trish muriendo de una enfermedad incurable porque como Jessica soy fan de Anatomía de Grey, pero resulta que Trish está sangrando por otras razones:

Esto sí que no me lo esperaba lesbicanarias. Y ahora también ya tenemos explicación para los moretones.

Cerramos el episodio con Luke pasándose a visitar a Jessica para mostrarle sus abdominales. Bueno, para ser más exacta, para demostrarle que su piel es más dura que el mármol. Él también tiene dones especiales. ¡Toma ya! ¿Cómo han visto este episodio de Jessica Jones chicas? Recordemos ceñirnos a este episodio al comentar por favor, para no hacerle spoilers a quien no ha terminado aún de ver la serie.