Estamos ya preparadas para un nuevo capítulo de Orange Is The New Black. ¿Lo estamos? Porque así de primeras sale la Ruby cosiendo bragas y Piper vigilando el proceso. Luego Alex las pasa a las inestimables colaboradoras que van a mancharlas. Se las dejan al pipiolillo en una bolsa, él las saca fuera y pim, pam. Alex y Piper parecen felices y contentas en su nueva vida de delitos en pareja.
El tema de los kosher, la comida judía que han empezado a pedir algunas reclusas, se les va de las manos porque ya son tantas que empiezan a sospechar. Así que se llevan a un rabino a que haga la prueba del algodón.
A las locas de la secta de Norma no las dejan reunirse en la misma zona que ya está reservada para otros grupos religiosos porque no tienen ni nombre ni nada. Eso os pasa por hacerlo así a las bravas. Ponedle normanismo. Total, que a Leanne le entra la fe y empieza a recordar su pasado, que estaba plagado de drogas y yonkis como adivinaríais pero… ¡Ja! Lo que seguro que no adivinaríais es que la chica luego por el día se cambiaba de ropa, guardaba todo en una mochila y volvía a su poblado amish. ¡Amish! Esto sí que no nos lo esperábamos.
Supongo que estando tan acostumbradas a verla con los dientes podridos por la droga, el tema nos choca. Porque ya sabéis que a los adolescentes amish durante un tiempo les dejan probar la vida loca por ahí y si no, vuelven a su casa con sus papis y son bautizados, que es el caso de Leanne. Todos sus amigos yonkis también son antiguos amish, pero ella se cansó de meterse rayas y regresó. Si esas son las opciones, pues qué queréis que os diga… Igual me inmolo.
Gloria sigue estando en la cocina, aunque ya no de jefa, que como sabéis es Red. De repente aparece Sophia en plan zafarrancho de combate porque su hijo fue detenido. Resulta que él y el hijo de Gloria metieron una paliza a otro chaval y claro, Sophia echa todas las culpas a la mala influencia del hijo de Gloria. También os voy a decir que creo que Sophia está muy en modo “mi hijo siempre fue perfecto y estoy ciega debido a mi amor de madre”. Gloria le va a la zaga en carácter, así que las dos se enfrentan y Sophia se pira muy digna. Se acerca una Civil War, que ni la de Iron Man y el Capitán América.
El nuevo guardia (que a mí me da todo el asco con ese repeinado de pervertido que lleva) sigue demasiado cerca de Pennsatucky. Mientras, las Normalievers se juntan para escribir las reglas de su nueva religión. Ojo, no en plan broma, que se lo están tomando en serio. Y me voy a centrar en algo que me ha gustado mucho nada más verlo porque…
Que sí, que sí. Que yo a Soso la quiero mucho (por si no lo dije ya miles de veces) y a Poussey aún más y está sola… Y yo estoy sola también porque las de mi ship de OITNB están cada una viviendo en una cárcel distinta. Además, Soso empieza a hablar de lo que siente cuando Norma la conforta y Poussey entiende todo lo que dice y asiente, y se sonríen, y es bonito… Yo creo que son dos personas que pueden entenderse muy bien por su forma de ser, ¿no lo pensáis? ¿CÓMO NO SE NOS HA OCURRIDO ANTES
Soso: De la forma en la que yo lo veo, es la armadura que te pones todos los días. La armadura que necesitas para sobrevivir día tras día. Se vuelve más pesada con el tiempo, sobre todo aquí. Pero cuando miras a Norma, puedes quitarte esa armadura porque estás a salvo. No corres peligro. Y lloras porque es fabuloso poder quitarse esa armadura. Y te das cuenta de lo segura que puedes estar sin ella, liviana.
Poussey: Sí, lo que acaba de decir ella.
¿Veis lo feliz que la hace su discurso? Yo creo que este ship podría funcionar. Ay, mierda, ya me estoy haciendo ilusiones. Pero en comparación, Leanne es una persona sin ningún corazón y larga a Soso de allí diciendo que es una pesada y que nadie la quiere. Poussey se ofende mucho y se gira en la silla para ver la tele. En serio, esto es sólo cuestión de tiempo. Lo veo.
Lo seriedad con la que se toma Leanne el tema de la religión supongo que tiene que ver con sus creencias amish, que para ella eran muy importantes según vemos en los flashbacks. ¿Y entonces cómo terminaste dónde terminaste, criatura? Pues porque la poli encuentra su mochila. A ver, como que estaba ahí tirada en medio del maíz.
Por cierto, a Suzanne la rodean todas las seguidoras de su novela, que básicamente ya se han montado un fandom y la idolatran. Con tanto fervor, hasta me están entrando ganas a mí de leer la maldita novela. ¡Porque suena a completa colgadura!
Mientras, Alex está muy de morros con la tal Lolly, que como siempre está a pocos metros de ella comiendo. Así que ya sabéis eso que dicen de “si no puedes con tu enemigo, únete a él”. Alex la invita a su mesa y ella acepta, pero a mí es que me da muy mala espina. Si tú supieras Alex… Que debe tener hasta apuntado el día de cada mes que te baja la regla :S
Red va mesa por mesa repitiendo que no tiene nada que ver con ese veneno de comida, por si no había quedado claro las 127413 veces anteriores que lo ha dicho. A Lolly no se qué prisa le entra y se marcha, así que todas se quedan como “vaya tía más borde”.
Alex: Lo intenté, ¿verdad? Decidle a Piper que fui amistosa.
Piper: ¿Qué deben decirme?
Alex: Nada, cariñito. Que enfrento mis miedos.
Piper: ¿Me acabas de llamar “cariñito”?
Alex: Sí, pero fue entre comillas.
Piper: No oí las comillas, cielito.
Alex: Eso ya es una obscenidad.
Tengo que reconocer que me encantan las escenas en las que medio bromean y coquetean con cosas tan estúpidas. Sobre todo porque Alex hace esos movimientos de cejas tan característicos y a todas nos da un parraque y terminamos por el suelo. Pero los cariñitos y cielitos se acaban enseguida, cuando Alex ve a Lolly de lejos y se va totalmente de la conversación ante la cara de preocupación de su novia.
Las Normalievers siguen tratando de encontrarse a sí mismas, escribir sus Mandamientos y de to’. Pero aquí la que parece que ha tomado la voz cantante es Leanne y propone que todas lleven algún símbolo característico para diferenciarse como grupo, algo que le sienta muy mal a Poussey porque cree que es una forma de excluir a las demás como excluyó a Brook (es literal, ahora no me veis pero se me están empañando los ojos). ¡Dale ahí, Poussey! ¡Defiéndela! ¡Enamórate de ella! ¡Sé feliz!
El tema con Leanne fue que la policía encontró drogas en su mochila y entonces se vio obligada a hacer de chiveta de la poli e infiltrarse de nuevo entre sus ex-amigos yonkis. Lo hizo a desgana, porque en realidad ella sólo quería volver con sus padres. ¡Qué montaña rusa de emociones! En unos segundos acabo de pasar de odiarla fuertemente en Litchfield a darme pena en su pasado. La vida, lesbicanarias.
Atención ahora, que igual esto os puede interesar…
Piper se encuentra a Stella en bolingas porque a la mujer le gusta secarse al aire. Así que empiezan a mantener ahí una conversación muy casual sobre el negocio de bragas y los sobres (porque igual uno es mejor que otro o no sé qué…), aunque Piper no sabe para dónde mirar y Stella realmente está panchísima. ¿Es esto el principio de un flirteo? Y, ¿se puede saber cuántos tatuajes tiene Ruby Rose en el cuerpo? Podéis revisionar la escena las veces que creáis necesarias para contarlos, sin prisa 😉
Durante sus labores diarias de jardinería, Lolly tiene un accidente y rompe un cristal. Alex desconfía porque, mientras no la ve, uno de los pedazos desaparece. Leanne va a disculparse con Soso por petición de Norma y, sorprendentemente, se abre con el tema de su religión amish. ¿Es eso que vemos empatía y humanidad? Ois… ¡Pero Soso mete la pata a lo grande y dice una cosa super-ofensiva! Hija mía, mira que te quiero, pero a veces lo pones tan difícil…
Al final les cortan el grifo de los kosher a la gran mayoría porque el rabino se da cuenta mediante entrevistas personales de que no son judías. A Piper la va a visitar su hermano y le cuenta que el negocio va viento en popa. Piper está emocionadísima, que es que yo ya no sé si esto para ella es un negocio o un fetiche.
Más cosas: El guardia raro en una de sus salidas, besa a Pennsatucky contra un árbol. Descubrimos que, una vez entregó a sus amigos ex-amish a la policía, Leanne se escapó de casa porque los otros amish la medio repudiaban y Sophia recibe una llamada de su hijo que no le hace ni puta gracia. La tensión entre Gloria y ella va escalando. Alex es lista y aprovecha un momento en que Lolly va al baño para espiar entre sus cosas. ¡Sorpresa! Le encuentra la libreta.
Mientras Alex está al borde del colapso nervioso, Piper decide ir a contarle las buenas noticias sobre el negocio de bragas a ¿Stella? ¿Hola? ¿Desde cuándo sois tan amiguitas? La mujer lo bueno que tiene es que es de ciencias y hace cinco operaciones matemáticas rápidas para calcularle a Piper todo el dinero que va a ganar. Sólo con esto, se percibe una tensión ya extraña. ¿Te pone eso, Piper? Eres muy rara, de verdad te lo digo.
Empiezan a hablar demasiado cerca y yo no sé qué está pasando, lesbicanarias. Sólo sé que estoy muy nerviosa. Stella (que de tonta no tiene un pelo) enseguida le pregunta sobre Alex y Piper se queja de que no puede hablar con ella porque está psicológicamente inestable e irritable (esto lo dice ella, yo nunca usaría tales palabras para hablar de Alex). No sé vosotras, pero yo no sé si pegarle un bofetón con el revés de la mano o darle un zapatillazo en la cabeza. ¿Cómo puedes ser tan jodidamente insensible, Piper? ¿DE QUÉ COÑO VAS? Yo creo que el poder se le está subiendo la cabeza.
Así que Piper se olvida de que tiene una novia maravillosa (nada menos que Alex Vause, señoras) y empieza como a querer saber si Stella le gusta y Stella que si le gusta a ella, pero no terminan de hablar claro y al final…
Stella decide que lo más sencillo para confirmar que sí le gusta es plantarle un beso directamente. Efectivo es, no se lo vamos a negar, pero yo no sé cómo tomarme esto. Tranquilas las Vauseman shippers, que yo estoy con vosotras, pero es que no reconozco a Piper ahora mismo. Se está portando como la mierda con Alex. ¡Muy mal tía, muy mal! Y me voy ya, porque estoy ofendidísima con este episodio. Menos mal que ahora, al menos, siempre me quedarán Poussey y Soso.