Orange Is The New Black: Resumen de episodio 3×11

Una vez que estoy algo más calmada por lo que Piper le ha hecho a Alex en el capítulo anterior, continúo con el repaso a Orange Is The New Black. De primeras, tenemos una escena que puede ser peligrosa para los ojos y oídos sensibles, ya que Caputo y Figueroa tienen sesiones de sexo esporádicas fuera de prisión, aunque se odian. WTF? Así como Alex y Piper al principio de la temporada, más o menos. Angry sex. Y dentro de la cárcel los empleados buscan organizarse, porque con los nuevos propietarios, sus condiciones laborales van en picado. Los flashbacks de este episodio van sobre Caputo, pero meh.

Flaca encuentra de casualidad un papel del sindicato que están intentando formar los guardias y parece que eso le da ideas. A Angie (una de las yonkies) la confunden con una tal Sara Rice que va a salir de prisión ese mismo día y le dan sus cosas como quien “Y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho”. Leanne le dice que es un milagro y que ya que está, aproveche el error y salga. Así que se dan un abracito de amigas que se separan.

Alex todavía se siente muy culpable por apalizar a Lolly y va a disculparse con ella. Lolly no se cree las disculpas y le pregunta que quién la envió, porque recordad que está flipada con que la vigila el Estado o algo así. Así que Alex contiene un poco la risa y se inventa una bola tremenda.

Alex: Voy a ser sincera. No soy de la NSA, soy de la CIA.

Lolly: ¿Esperas que me crea eso?

Alex: Es complicado. ¿Puedo? Lo que ellos no saben es… y cuando digo ellos, me refiero, ya sabes, a “ellos”, los verdaderos “ellos”… es que en realidad soy una agente doble.

Lolly: ¿Y ellos no lo saben?

Alex: Por eso tuve que darte esa paliza, para que no sospecharan. Si se enteran de que trabajamos juntas, me liquidan.

Y con esta mentira tan “bien elaborada”, se la lleva de calle y no sé cómo no se ríe en su cara, sinceramente, pero Lolly asiente con la cabeza y promete que no va a decir nada. Mientras tanto, Big Boo va a su cubículo y se encuentra a Pennsatucky hecha una bola, le encuentra unos moratones en las muñecas, así que se preocupa mucho. Y menos mal que Pennsatucky tiene una buena amiga como Big Boo, de verdad. Porque es doloroso ver cómo Pennsatucky se culpa a sí misma de haber sido violada e incluso niega que haya sido una violación. Es realista, es lo que sienten mujeres que son violadas en la vida real en muchísimas ocasiones, es parte de la cultura machista que siempre culpabiliza a la víctima. Pero no, es el cabrón que te violó el jodido culpable y Big Boo se lo intenta hacer ver porque es algo gravísimo. Me alegra que tenga alguien ahí que la apoye y espero que planee algo para vengarse. Que le corte los huevos, por ejemplo.

Alex aparece por el cubículo de Piper y le cuenta lo que acaba de suceder con Lolly. ¿Pero vosotras no estabais enfadadas? El caso es que Alex se sienta con ella y se da cuenta de que está perdiendo hasta tal punto la cabeza, que pegó a una persona mentalmente enferma. Y mira a Piper con esta carita, así:

Ay. Incluso se disculpa por pensar que Piper estaba liada con Stella. No Alex, cariño, esto igual sí que te lo tienes que replantear… Pero Piper ni siquiera confiesa que en realidad sí está jugando a los médicos con ella y le dice que no tiene nada de lo que preocuparse. ¡Será mentirosa la tía! Alex le pide perdón y Piper dice que la perdona, besos y abrazos. ¿Hola? ¿No crees que se te olvida algo, Piper? Estoy flipando mucho. Además, da el doble de pena porque a Alex se la ve super-enamorada. Que a estas alturas creo que también es necesario preguntarnos: ¿por qué carajo tantas mujeres interesantes se cuelan a la primera de cambio por Piper? Alex, Stella… Vale que Piper tiene sus cosas positivas, pero las negativas digo yo que también tendrán que pesar algo. Nada, una reflexión que os dejo.

Con el tema del papel sobre el sindicato, Flaca se viene arriba y se convierte en la representante de las “empleadas” de Piper. Se te acabó el chollo, bonita. Las muchachas no quieren trabajar por sobres saborizantes, sino por dinero. Además, se encuentra con Stella, que se da cuenta de que parece estar evitándola. Mirad qué espabilada nos salió. Tienen un intercambio de palabras en el que se nota mucha tensión sexual.

Piper: No sé qué decir. Tengo una…

Stella: ¿Una Alex?

Piper: Sí, tengo una Alex.

Pero a Stella le da un poco igual y le da las bragas, dejándole caer que la avise cuando quiera seguir con el tema. Madre mía Piper, a ver si te aclaras un poco las ideas porque tus miradas dicen mucho.

Yo creo que le das cinco minutitos más y le come la boca a Stella en medio del pasillo. Esta mujer no sabe lo que quiere, es preocupante. En otro orden de cosas, a Angie terminan liberándola por error y la que se va a liar es gorda… Sin embargo, sus compis de secta creen que todo ha sido por el poder de Norma, ya empiezan a flojearles mucho los tornillos. Menos mal que llega Soso y le dice cuatro cosas bien dichas, porque está muy hasta las narices: básicamente que para predicar tanta bondad y amor, lo único que hace es dejarse llevar por las locuras de Leanne y apartar a la gente. ¡Bien dicho!

A Piper no la captó una secta, pero su cerebro está casi como si lo hiciera. En la desesperación, pide consejo a Red, que sólo accede si le da una parte de las ganancias. Como tenga que repartir entre una y otra, se le va a acabar la buena vida de pseudomafiosa rápidamente. Además, Red le echa en cara que a su novia, su socia, está engañándola con otra y eso le va a estallar en la cara. Cómo lo sabes, Red. ¡Cómo lo sabes! Al final llegan a un acuerdo.

La novela de Suzanne es descubierta por el staff de la prisión y eso se suma a que se dan cuenta de que Angie anda por ahí fuera vete tú a saber dónde. Esto último es un error bastante grande que rápidamente achacan a que los nuevos guardias no tienen preparación.

Otra que se lió fina fue la de Gloria y Sophia, porque tras el empujón que le dio, Gloria tiene un moratón criminal así que Aleida ahora se dedica a difundir todo tipo de comentarios transfóbicos la mar de desagradables. Esto se extiende también al resto y la gran mayoría dejan de ir a su peluquería. ¿Quién quiere enemigas, teniendo “amigas” así? Vaya tela.

En la siguiente escena que veis, Piper va a explicar a Alex que ya encontró un móvil de contrabando en la cárcel (porque no sabéis qué risa, buscando un poco encuentras de todo ahí dentro, parece el Carrefour), así que ya puede pasar dinero a las otras reclusas. Alex se pone en plan “un momento, un momento, te estás yendo ya por las ramas, esto es una red criminal de las grandes”. Piper está encantada de ser la reina del mambo con su negocio de bragas, pero Alex le intenta explicar que ella pasa mucho, que por cosas así terminó en la cárcel y no está dispuesta a repetirlas. ¿Veis? Cerebro.

Piper: ¿Qué pasó con la delincuente intimidante y profesional de la que me enamoré? Solía ser muy sexy.

Alex: ¿En serio? Madura.

¡Boom! Realmente merecía mucho que alguien le dijese que está siendo una niñata hipócrita e infantil. Y eso que Alex ni siquiera sabe lo de Stella. Vauseman es una montaña rusa, parece que no saben tener una relación normal y saludable.

Pero a Piper le entra por un oído y le sale por el otro. Sigue a lo suyo, reúne a las chicas y les explica el método de pago, que es algo con tarjetas y cuentas bancarias. Ni idea. A partir de aquí, nos encontramos con una nueva Piper cada vez más despiadada con tal de mantener su negocio a flote. Como Flaca fue la que propuso que protestaran, la manda a tomar por culo. Literal. Despedida. Y con una frialdad acojonante. No me gusta NADA esta nueva Piper.

Healy estaba deseando buscar una excusa para cargarse a Berdie y gracias a la novela de Suzanne la encuentra, pero ella se pone en plan Terminator y le dice que volverá. Caputo encuentra a Angie y la trae de vuelta a prisión, Leanne le hace una putada a Soso (una más, deja en paz a mi Soso).

Una cosa bonita que sí pasa y que creo que tendríamos que valorar más de esta temporada, es lo mucho que apoya Big Boo a Pennsatucky.

Es una amistad que yo jamás habría visto venir y ahí la tenéis. La escena es durísima, porque Big Boo le hace ver que sufrió una violación y Pennsatucky llora, así que ella le promete que le van a dar su merecido a ese cabrón. ¡Eso era lo que quería oír!

Piper está contándole a Alex cómo despidió a Flaca, como si estuviese en Disneyland Paris. Para ella todo es genial, todo está yendo de putísima madre y fiesta y jolgorio. Alex se da cuenta de que esta nueva Piper está flipadísima y decide que se acabó todo.

Alex: No me gusta esta versión de ti.

Piper: Quizás a mí no me gusta esta versión de ti.

Alex: ¿Qué versión?

Piper: La paranoica y necesitada. La criticona. Quiero decir, mierda, Alex. ¿Qué problema tienes?

Alex: No sabes en qué te estás metiendo. No conoces a esas personas, no sabes qué conexiones tienen y estás abusando de tu poder.

Piper: Estoy haciendo exactamente lo mismo que tú hacías y no puedes soportarlo, porque tienes miedo de que tal vez lo haga mejor que tú.

Alex: Seguramente ya lo haces mejor. Tienes talento innato. Me retiro, Pipes. Me retiro de eso y me retiro de esto.

Y tan pronto se reconcilian, se dejan. Adiós muy buenas. En realidad, Alex tiene toda la razón del mundo y Piper probablemente se terminará arrepintiendo de todo esto. Se cree que es la nueva jefa de prisión o algo así, y no tiene ni idea de nada. Además, trata fatal a la gente porque se le está subiendo mucho a la cabeza. Vauseman out… por el momento, al menos.

¿Creéis que lograrán reconciliarse antes de que termine la temporada? Una parte de mí lo espera, pero otra parte de mí no quiere que Alex se vea involucrada en esa locura que planea Piper. Prefiero, antes de nada, que Piper se aclare la cabecita y deje de hacer gilipolleces. Después, ya hablaremos.