En el regreso de El Ministerio del Tiempo la semana pasada tuvimos muy poca Irene Larra y poco que contar a respecto de nuevas aventuras lesbicanarias. Además, Julián se piró a través del tiempo y dejó una notita a sus compañeros, pero esto nos interesa menos. ¿Qué pasa? Que tienen que buscar a algún personaje que lo sustituya, faltaría más. Y se trata de un policía interpretado por Hugo Silva.
Ahí lo tenéis. El caso es que es un poli del año 81, pero se mete por una puerta del tiempo de estas clandestinas que hay en un armario y llega al presente.
Mientras tanto, en el Ministerio están tratando de descubrir a dónde cojones fue Julián e Irene y Ernesto están sentados en plan amigos que han tenido una discusión y no se hablan. Ernesto la mira de refilón como pensando “ahora me enfado y no respiro”, porque se ve que está todavía muuuuy cabreado con ella, e Irene ni hace amago de hablar ni nada. ¡Pero haced las paces ya, coño, que parecéis niños de cinco años! Dan el parte al jefe, pero Ernesto está muy pasivo-agresivo con Irene y ella se va muy digna en plan “sé muy bien lo que hago, no me mires como si fuese tonta”. En este plan todo. Qué cruz, de verdad.
Cuando se queda a solas con él, Salvador le recuerda que hay que mirar para delante y dejarse de gilipolleces. ESO. Amelia y Alonso confraternizan un poco aprovechando que Julián se ha pirado. Amelia tiene carita de pena, que es que quiero abrazarla y darle besitos en el pelo. Está tan hecha un flan que termina enseñándole la foto en la que sale con Julián y su supuesta hija.
Total, se traen al poli del pasado al Ministerio y le explican un poco el tema, porque está como relacionado con unos asesinatos y blablablablabla. Se llama Jesús. Salió en el presente a través de un armario (literalmente, no es que sea gay, ja) persiguiendo al supuesto asesino, así que mandan a la patrulla al lugar que les dice. Irene de momento no tiene mucha trama, así que bajonazo.
Gracias a las cámaras de seguridad, localizan la cara del asesino, la pistola en una papelera y todo. Irene dice que ya va siendo hora de que le expliquen al tal Jesús lo de las puertas del tiempo, ya que se va a tener que quedar ahí como precio por saber del Ministerio. Descubren además el motivo por el que el asesino está forrao de pasta.
Salvador: No me extraña que tuviera una inmobiliaria. Se sabía de memoria todas las quinielas y los números gordos que iban a tocar.
Irene: Como en Regreso al Futuro (los demás la miran extrañados). Definitivamente hace falta una filmoteca en este Ministerio.
Di que sí, nos gusta el regreso de la Irene gracioseta y si es fan de Regreso al Futuro, mucho mejor. Está, además, de vuelta a su papel más mortadeliano y si ya la tuvimos disfrazada de enfermera o de azafata en la temporada anterior, ahora le toca de policía. De esta manera, espera al asesino a la puerta de su casa. Si os gustan las mujeres de uniforme, supongo que esta imagen os volará la cabeza (a mí más bien no).
El caso es que le hace unas cuantas preguntas y el asesino termina escapando a través del armario, que era justo lo que esperaban, ya que lo esperan al otro lado. Resumiendo mucho, tras interrogatorios y tal, Jesús decide tomarse la justicia por su cuenta y viajar en el tiempo sin avisar a nadie, en concreto al momento en el que el padre del asesino mató a su madre cuando era niño. Él arrastra eso consigo y así terminó de la cabeza, matando por ahí mujeres solteras, porque no está bien. ¿Veis lo que hace exponer a los niños a semejante nivel de abuso y violencia? Crea gente muy traumada y psicópata. Esto es de primero de psicología, ya podía aprender la sociedad de sus mierdas… pero nada.
Entre tanto, Irene queda encargada de revisar el ordenador de Julián para ver si encuentra pistas de a dónde ha ido. Y la verdad, pues tampoco es muy difícil. El hombre puso en Google “Guerra de Cuba” y pa’allá que se fue, pero Irene luego dice a Salvador que no encontró nada. ¿A qué juegas, Irene?
Irene se hace un poco la loca como quien “ah, pus no sé, yo nu sé nada”, pero sé que agradecéis esa imagen tan potente de Irene en su vestido rojo y por eso os la pongo. Llega la patrulla y Salvador los envía detrás de Jesús, así que Irene se ofrece voluntaria diciendo que aquello es una misión tocha y que ella tiene más experiencia (tiene experiencia en múltiples facetas de la vida, como bien sabemos), pero los demás la miran como quien “tú calla, traidora”. Sssssssssshhhhhhh, CHITÓN. A Irene no le levantéis la voz, indignos.
Para no cambiar la tradición, solucionan todo, aunque con un giro de guión muy loco, porque Jesús fue mucho más atrás en el tiempo de lo que esperaban y Alonso y Amelia van a un año distinto a enfrentarse con el asesino. Jesús lo que hace es matar al padre del asesino evitando que mate a su madre y que, por tanto, se convierta en asesino. Vamos, una paradoja temporal del copón que como para entenderla… Yo desisto. Para rematar el capítulo, eso sí, tenemos una escena muyyyy interesante.
Hemos sido agraciadas con Irene en este vestido rojo y creo que debemos dar gracias a TVE por estos buenos momentos. Se echa una caminata que nos da alegría de vivir y de presenciar un personaje con este poderío en televisión y entra a un coche donde se encuentra… ¡A Susana! (I ship it, I ship it, I ship it). El tema es… a ver, Susana es muy guapa y tiene ese rollo un poco de mala con un montón de confianza en sí misma y… yo esto no puedo evitar shippearlo. Susana le hace un montón de preguntas sobre el Ministerio pero con una sonrisa flipante y un tono tranquilo, como todo muy relajado. Que parece que está coqueteando. ¿E igual lo está haciendo?
Susana: ¿Se sabe algo del señor Martínez?
Irene: Sí, se ha escapado a Cuba. 1895.
Susana: Desde luego que a veranear no ha ido. ¿Lo sabe el Ministerio?
Irene: No.
Susana: Buen trabajo.
Irene: Me juraste que todo esto era para conseguir un Ministerio mejor. No me falles.
Susana: Yo no te fallaré. Nunca.
Esto es rollo bollo, ¿no? Yo exactamente he tenido dos momentos en los que pensé que se besarían. El primero cuando Irene se revuelve en el asiento y se gira hacia Susana, he dicho “ahí va, la besa”, pero nada. El segundo ahí al final, porque Susana no paraba de acercarse a Irene y al decirle que “no te fallaré nunca”, yo ya estaba que se me salían los ojos de las cuencas. Además, se tutean como si se conociesen de toda la vida. Ahí tiene que haber una relación más cercana de fondo que desconocemos, ¿verdad? NO SOY YO SOLA, ¿VERDAD? Y también, ¿qué es esto? ¿Por qué Susana no deja de sonreír así durante toda la conversación?
En fin, que no me queda otra que shippearlas. ¿Quién soy yo para oponerme a los designios de mi corazón? Pero el caso es, ¿está interesada Susana en Irene o sólo se está aprovechando de ella para sacarle información? ¿Se entiende entonces que Irene es la topo del Ministerio o hay alguien más? Muchas preguntas. Queremos que Susana siga saliendo mucho esta temporada… because of reasons. Mar Saura además es que tiene una voz hipersexy y si va a compartir escenas con Cayetana… PÓNGAME 100. ¿Vosotras cómo veis esto, lesbicanarias? ¿Os gusta su dinámica? ¿Creéis que Irene se está metiendo en un fregao importante? Yo confío en ella, porque si algo ha demostrado es que es una tía jodidamente inteligente. In Irene we trust.