La semana pasada nos quedamos con un sabor agridulce. Carol utilizó unas técnicas para acercarse más Adela que no fueron muy correctas así que la otra la terminó mandando a la mier… lejos. Pero asumamos la vida, eran la una para la otra aunque Adela no se dé cuenta. La declaración de amor de la diseñadora fue tan bonita… aunque no pudimos disfrutarla bien por los gritos histéricos de la profe. Aishhh si de amor al odio hay un paso, y viceversa…
EL capítulo comienza con nuestro grupo de españoles jugando al futbolín. De repente entra Adela en el bar rodeada de alemanes entre ellos su ex, a Carol le da las mil cosas al verla con el infiel perruno. Pero lo mejor es ignorar y así acallar el sufrimiento interno, por lo que siguen jugando hasta que el dueño del bar y tío de Carol les llama la atención, ya que el grupo de Adela les pide que sean más silenciosos y con las ganas que se tiene más de uno, se arma la de dios. Al final terminan retándose para jugar al futbolín y aunque los españoles van de subiditos, les dan por todos lados, vamos que estos alemanes saben jugar perfectamente al juego. Los españolitos no asumen la vida y entre insulto e insulto terminan retándose para jugar un partido de fútbol pero de verdad. Que la diosa lesbicanaria nos pille confesadas…
Adela por su parte está un poco nerviosa porque entre lo que pasó con Carol y que cuando llega a casa se encuentra a su padre con una alemana haciendo cositas del amor pues ya os imagináis. Bueno más que nada se encuentra con una mujer desnuda en su salón, yo creo que la mira con ojos golosos pero no sé, no soy objetiva. Al momento aparece su padre y ella se enfada y empieza a decirle que no le gusta que meta a desconocidas en su casa y su cama (aishh no decías lo mismo con Carol eh) y que además una extraña puede robar cualquier cosa. Así que opta por irse a tomar un café no sin antes advertirle que cuando vuelva no quiere a extraños en su casa y su cama limpia. Para colmo, ese mismo día, cuando va a la escuela, se encuentra también a Chus y su marido medio fornicando en el baño. Está anonadada pensando si es la época en celo de la tercera edad. Guapísima, eso son señales gigantes de lo que te estás perdiendo con Carol, te lo digo yo.
En el bar, ahora les toca pasar por el aro o por debajo de la mesa a Marcelino y el padre de Adela en un intento de echar a los alemanes del futbolín. Parece que no hay quien les gane y con Adela como intérprete de todo (que guapa e inteligente es) hace que lleven a cabo un acuerdo para jugar un partido de verdad de fútbol. La profe les pregunta si están seguros porque los alemanes estás hasta federados, pero nada, los nuestros se vienen arriba en un parpadeo y es que la furia española es la furia española… Esto será peor que la descalificación de España en el último mundial.
Cuando por la noche Adela vuelve a casa, se encuentra un sujetador de la amiga de su padre, por lo que decide darle una lección. Lo vuelve a esconder y se hace la tonta. Al día siguiente le dice que le ha desaparecido la medalla de oro que le regaló su madre, así que al padre solo le queda confesar que sí, que ha estado ahí la otra chica. Adela le regaña como si fuera un niño pequeño haciéndole sentir culpable. Que traviesa que es a veces… ¡muero de amor!
Mientras el equipo español empieza a entrenarse y por la forma que tienen de hacerlo están para jugar en un equipo de tercera, bueno, diría que para ser suplentes en ese equipo. Nadie sabe tocar bien el balón y esto va a ser un coladero total. Salva está sorprendido que Carol no sepa jugar al fútbol como buena lesbiana, a la chica le molestan esos tipos de clichés. Que me lo digan a mí que solo se jugar al fútbol de la Xbox, pero con un balón… Asi que le dice que no juega al fútbol, no conduce camiones y no usa calzoncillos en vez de bragas. Grgrgrgrgrgrgrg ponme una Carol para llevar. En fin, la realidad de la vida es que son unos paquetes importantes y cuando están venidos abajo aparece Alex y comprueban que tiene un toque exquisito de balón y en cero coma uno se vuelven a venir arriba.
Y llega el día del partido, mientras que los alemanes llevan unos uniformes impolutos y muy profesionales, ellos llevan un ropaje que echa para atrás, vaya pintas que tienen todos. Esto será peor que el que 4-0 del barsa al Madrid… Cuando va a empezar el partido llega Adela y saluda a su ex, Carol que la ve por fin va a hablar con ella:
Carol: ¡Adela! No me lo puedo creer, ¿Has vuelto con el capullo ese?
Adela: Perdona pero , ¿me parece que te estás dirigiendo a mí? Me extraña eh, porque te dejé muy claro que no quería saber nada de ti.
Carol: Vale, vale… ¡Salva, Salva! Pregúntale a Adela porque ha vuelto con Jurgen, hazme el favor.
Salva: ¿Qué? ¿Has vuelto con el capullo ese?
Adela: No hemos vuelto, pero si tanto os interesa estamos quedando para ver si nos damos una segunda oportunidad… ¡Que me dejéis en paz, coño!
Cuando seguido se acerca al Ken alemán, éste le pregunta si esa es la chica que la está acosando. Hombre tanto como acusar… que exagerados que somos los españoles. Así que a continuación va a ladrarle, digo hablarle a la diseñadora. El rubio oxigenado (vale no) le hace una propuesta: Si ellos ganan dejan en paz a Adela y si los españoles lo hacen pues será él quien no vea a la profesora. Ella acepta el trato, piensa que mientras tengan a Alex podrán ganarles, pero justamente al minuto su hermano se tiene que ir y Salva le dice que más vale que le dé un abrazo a Adela porque no la verá nunca más. Auchhh.
EL partido empieza y los alemanes en un abrir y cerrar de ojos les meten dos goles. Sino podía ir nada peor, uno del equipo de España se lesiona y dicen de anular el partido, pero claro, tanto Carol como Ken no quieren por el tema apuesta. Adela ajena a todo coge a su ex por banda y le dice que da igual, ni que eso fuera un partido de champions, que se anula y ya pero entonces al chico se le escapa lo de la apuesta y la reacción de la otra es unirse al equipo de España para suplir al que les falta. Yo aquí tengo la maravillosa teoría de que en el fondo no quiere que pierdan porque entonces a Carol no le quedaría otra que no molestarla más y su fuero lésbico interno (del que aún no es consciente) no quiere eso.
El caso, Adela saca la lesbiana que lleva dentro (cliché)y se convierte en el Maradona del equipo para sorpresa de todos. Marca el primer gol y en sus pies está también el del empate. Los españoles se están viniendo arriba y aunque Carol intenta celebrar los goles con su compañera de equipo, ésta la ignora vilmente, sigue enfadada con ella, pero mira, está haciendo todo lo posible para que Carol no tenga que pasar de ella. Si es que… El problema es que cuando van empate, pues se monta una pelea entre equipos. Bueno Ken tira a Carol al suelo y esta le responde con un guantazo. Que ganas le tenía… Al final nada. Suspenden el partido y quedan en tablas.
Durante el partido, el padre de Adela le dio una medalla idéntica a la que dijo que le robo la novieta, pero después ya por la noche, la hija le confiesa que es imposible que sea la verdadera, porque esa la tiene ella. Le confiesa que lo engañó para darle una lección. El padre le cuenta la odisea por la que ha pasado buscando una joyería que le hiciera una réplica. Aparte del pastón que le ha costado. Su hija se da cuenta de todo lo que se ha preocupado su padre por ella y se relaja con él.
Al final de día tanto los alemanes como los españoles terminan en el bar tomando cerveza juntos. En un momento de la noche nuestra pareja coincide en la barra del bar:
Carol: ¿Qué tal Jurgen?
Adela: Bien.
Carol: Oye, conmigo no te enfades. Lo de la apuesta ha sido cosa de el, que también ya le vale de pensar que tu no puedes solucionar tus problemas sola. Valiente prepotente. Menos mal que no habéis vuelto.
Adela: Lo vamos a intentar y Carol, nada de lo que ha pasado hoy cambia nuestra relación.
Carol: ¿Qué relación? Sino me hablas.
Adela: Pues eso.
Aishh que dura puede ser a veces la profe. Ha dejado a Carol con una carita de pena que para que. Sufro mucho porque llevamos dos capítulos con un sabor agridulce al final. No sé cuando Adela se dará cuenta que realmente le gusta su amiga, porque ya ahí veo cosas y hoy ha sido la constatación jugando ese partido de que la quiere en su vida, aún no tiene claro de que manera pero bueno, que solo llevamos cinco capítulos. Vamos a darles un par más… Y nada, hasta aquí el resumen de esta semana, esperemos que mejore algo la cosa y viendo el adelanto me da a mí que sí. ¡Nos leemos!