Muy buenas a todas, esta semana empezamos Seis Hermanas con Celia y Aurora separadas, ya que Aurora se fue de la casa del amor. Pero bueno, ya se sabe que lo importante no es como se empiece sino el como el como se acabe y la cosa con el pasar de los días va a mejor. Pero primero tenemos que contar la parte fea para que luego nuestro corazón estalle de amor.
Adela y Aurora se encuentran en el hospital y la Silva le cuenta que le da pena que se haya distanciado de su hermana, con lo amigas que eran… Adela le cuenta las novedades de su hermana como si la otra no supiera, porque en teoría, hace mil que no se ven. Hablan de familia y demás, el punto débil de la enfermera y se pone un poco triste. Pero bueno, por suerte a Aurora le toca entrar y la conversación se termina ahí, no sin antes decirle a la Silva que le diga a Celia que la echa mucho de menos. Aishhhh ya empezamos con el sufrimiento. Más tarde Adela queda con su hermana y le cuenta que vio a Aurora. Le comenta que la se le veía triste porque debe estar muy sola y esto hace que algo se rompa en el corazón de Celia y en el nuestro. Que alguien me cambie las válvulas de este musculo porque están fatal ya.
Por la noche la Silva la cita en la casa familiar y contra todo pronóstico la enfermera se presenta allí. Celia con lágrimas en los ojos le pide perdón, perdón por sacarla de casa y no tenerla en cuenta, por hacerse sentir que está sola y le dice todo lo que siente, pero para la enfermera es tarde. La enfermera le cuenta que ha descubierto que lo que tienen es hermoso pero nunca van a poder compartir con nadie el como se sienten y que tendrán que estar huyendo cada dos por tres y no es eso lo que quiere para su hijo. Así que le dice que vuelve con Clemente, que lo hace por su hijo y aunque Celia le enumera las quinientas razones de porque es una mala idea, la enfermera lo tiene decidido y ha venido básicamente a despedirse de ella. Así que le da un último beso y se marcha, dejando a Celia y a nosotras con tremendo dolor.
Pero si os pensáis que la Silva se va a rendir así como así lo lleváis claro, porque va al encuentro de su amor a la mañana siguiente cuando la otra se dirige a la estación de tren. La conoce tan bien que sabía que iba a pasar por ahí. La enfermera le ruega que no se lo haga más difícil pero Celia le dice que no duerme, no come ni vive y quiere hablar una última vez con ella. Le pide un último favor, quiere que la acompañe a casa Silva. Al final lo consigue y una vez allí habla con Adela y Elisa y tiene lugar la décima salida del armario de ella. A mí me encanta, puede salir quinientas veces que me va a emocionar igual. Las hermanas estuvieron de diez, pero mejor veamos el bonito momento.
Aishhhh cada vez amo más a cada hermana Silva. Casi me da un vuelco el corazón cuando les dice: “Vosotras conocéis a Aurora, mi amiga. Yo os quiero presentar a Aurora, mi pareja. Ella es el amor de mi vida. Aurora, estas son mi hermanas, Adela y Elisa. Para mi sería muy importante que aceptarías esta situación”. Que bonito y que reacción inmejorable de las hermanas, todas terminan llorando. Ya está, podemos decir que ha salido oficialmente del armario con todas, ah no, que aún queda Blanca, pero vamos, está a un telediario de contárselo, así que ale, a vivir la vida loca, aunque no sé yo si esto para Aurora es suficiente para la enfermera.
Pero se termina yendo a la estación, para colmo después de que su amor se marche, Cristóbal, el médico de la familia les dice a las hermanas que necesitan un milagro para salvar a Blanca. Un drama total y cuando más hundida está la Silva aparece Aurora por detrás con la maleta. Le cuenta que no ha podido subir al tren y ha vuelto por ella. Se lo dice de una manera tan dulce que nos pone los pelos de punta. Celia quiere que estén juntas para siempre y así se lo promete su nuevamente esposa. Celia le cuenta lo mal que está su hermana y la otra, la arropa además de decirle que tenga un poco de esperanza. Aurora le dice que los problemas los irán solucionando, que lo importante es que se tienen la una a la otra y un hijo que les viene en camino. Donde-está-Aurora-y-que-has-hecho-con-ella. Me alegra mucho su cambio de actitud, porque sufría mucho con la situación y la verdad es que ahora mismo la otra la necesita muchísimo.
Al día siguiente va a ver al hospital a Blanca y ésta le dice que le ha dicho un pajarito que está enamorada y feliz pero que no sabe mucho más, que lo demás se lo tendrá que contar ella. A Celia le da un poco de miedo contárselo, pero al final le suelta que su amor se llama Aurora. A su hermana se le escapa la risa sin poder evitarlo. Le cuenta riendo que si su padre viera a todas las hijas… La verdad es que todo le parece gracioso y le termina diciendo que si ella es feliz pues le parece estupendo. El estar tan cerca de la muerte le ha hecho darse cuenta que lo más importante es el amor y después la familia, Aishh como han cambiado todas por favor, me las comía una por una . Ahora sí que si, a vivir la vida loca porque oficialmente está fuera del armario con todas. Solo nos ha costado un año desde que empezó la serie, al principio era inimaginable todo esto y la aceptación de alguna de ellas y mirad, que felicidad, las diosas lesbicanarias le sonríen.
Por la noche, cuando Celia llega a casa, su amor le cuenta que le han ofrecido un puesto de trabajo en la casa de socorro pero ella lo ha rechazado, ya que se supone que se van a escapar en breve. Mientras la enfermera le va hablando sobre escapar, a la otra le va cambiando la cara y es que sufre porque no quiere dejar a su hermana Blanca en la situación que se encuentra, pero cualquiera le dice algo a Aurora con lo motivada que está. Pero claramente no está tranquila y se le ve muy preocupada.
Por la mañana, cuando Aurora aún está en pijama y vemos con la barriga le ha crecido de golpe entra Celia por la puerta en modo torbellino. Tienen una conversación que yo no sé si soy malpensada pero le veo un doble sentido…
Celia: Pan recién horneado, leche fresca y el periódico. ¿Soy o no soy la mejor novia del mundo?
Aurora: ¿Pero tú de dónde sacas tanta energía por la mañana?
Celia: No lo sé, pero después de todo lo que hemos pasado, me levanto, te veo a mi lado y te quiero comer a besos y como no quería despertarte me he ido a hacer la compra.
Aurora: Sí claro, pero en vez de comerme a mí, te has comido el pan.
Celia: Es que así, recién horneado y calentito está muy bueno, pero todavía tengo hambre…
Aurora: Anda loca que yo preparo el desayuno que tú ya has hecho bastante.
No me digáis que entre el “te comía a besos”, “comerme a mí”, “aún tengo hambre” y demás, no es de las conversaciones con más doble sentido de la serie, o debo ser yo que estoy… sensible. Pero sé que habéis pensado como yo más de una,¡ No disimuléis!. Me encanta como en esa casa todo vuelve a ser amor. Después mira el correo y aparte de las cartas de amor que recibe de sus alumnos (yo si fuera alumna suya le dejaba una carta cada día) recibe otra que la esconde y se la guarda, todas nos figuramos que es.
Va a casa Silva y allí habla con su hermana Diana. Le enseña la carta donde dice que la han trasladado a Soria pero no sabe si debería irse y dejar a su hermana así. Diana le dice que su ama a Aurora que pille las maletas y no mire atrás, pero Celia le recuerda que también quiere muchísimo a su hermana y le duele dejarla así, en el estado en el que está. Diana pregunta que le dicta el corazón y ésta responde que quedarse con Blanca por lo que la única solución que ven las chicas es pedir que el traslado se lo den más tarde. Quien es la valiente que se lo suelta a la enfermera.
Por la noche cuando llega a casa encuentra a su amor con la cena puesta y muy contenta pero ella le responde que tienen que hablar. La chica se lo cuenta todo y le revela que no sabe que hacer. La otra lo entiende pero es la oportunidad que estaban esperando. Celia le pide unas semanas más hasta ver a su hermana más recuperada. Si le pasa a Blanca algo estando lejos no se lo perdonaría a ella misma por lo que la enfermera sabe que ya ha tomado una decisión. La Silva le dice que nada malo puede pasar en ese tiempo. Que equivocada está… Pero bueno, eso os lo contaré la próxima semana. Hasta entonces ¡a ser feliz!