Llevo semanas diciendo que no puede pasar nada peor entre Celia y Aurora. Porque primero apareció el marido de Aurora, después las quiso separar, más adelante se enteró que estaban juntas y si eso fuera poco, le pegó tal paliza a la enfermera que la dejó medio muerta.
Claro, pensé que habíamos llegado al tope de sufrimiento pero no, está semana se ha cobrado la vida inocente de un bebe. En serio, lo peor es que no el primero que muere en la serie… Imaginad el percal, todo es desolación y llanto y hay otra cosa también tremenda, pero mejor lo dejo para el final, porque sí, pasan más desgracias, empecemos pues a soltar lastre.
Lo primero que encontramos es a Aurora en la cama tras la tremenda paliza recibida. Su esposa la insta a comer y aunque no quiere, la cabezonería de su amor hace que coja el plato, pero en ese mismo momento llaman a la puerta y salta la histeria en las chicas pensando que es Clemente, pero por suerte están equivocadas y es Merceditas que viene a ayudar a la pareja por orden de Rosalía. Que está al tanto de todo. Así que la casa vuelve a estar el orden con la mujer y todas están contentas con ella pero no da tiempo a la tranquilidad porque la enfermera sale del cuarto diciéndoles que ha roto aguas. Rápidamente la Silva va a buscar a la comadrona pero por desgracia se encuentra atendiendo otro parto y Aurora mientras se desespera porque nota que algo no va bien. ¡Arriba el drama!
Así que no les queda otra que atender el parto Merceditas y la mismísima Celia pero poco pueden hacer, y así lo reflejan sus caras en la siguiente escena. Ambas están destruidas porque el niño ha nacido muerto, Celia se empieza a fustigar con que es su culpa, pero Merceditas le deja claro que todo es por la paliza que recibió. Miedo me da el momento que tenga que decírselo.
Y ese día llega, cuando Aurora despierta a la mañana siguiente queriendo ver a su hijo y pregunta por la criatura, Celia le responde muy dulcemente: «Antes quiero saber como está mi niña”, y se me rompió ahí el corazón. Amo tanto a Celia cuando cuida de esa manera incansable a su amor. Al final, se lo tiene que terminar diciendo y a verdad es que fue un auténtico drama el ver llorar a la enfermera así y más después de todo lo que lleva pasado. Un diez en la actuación para nuestra amada luz. Más tarde le dice Celia a Merceditas que ya puede volver a casa.
Por la noche, cuando de nuevo están solas, aparece el pesado del marido pidiendo a voces abrir la puerta. Y cuando la maestra lo hace, el cansino exige ver a su mujer. Celia que ya ha perdido la poca paciencia que le quedaba, le apunta con una pistola pidiéndole que se vaya, pero el tío erre que erre con llevársela. La Silva le dice que ni puede andar después de la paliza que le dio y si esto no fuera suficiente, que además ha perdido el bebé. Al final el inútil termina quitándole la pistola y apuntando a Celia. ¡Que alguien llame a la policía! Le toca un solo pelo y retrocedo en el tiempo y yo misma le meto un disparo en el culo con la escopeta de perdigones de mi abuelo.
El tipo exige ver a su mujer y encima culpa a la Silva de todo, surrealista. Así que piensa que lo mejor sería matarla, pero Aurora se pone delante y le pide que por favor no lo haga, que hará lo que quiera, y claro, el inútil le dice que se vaya con él en ese mismo momento. Así que no le queda otra que irse con es asqueroso, antes de ello le suelta un:
Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
Y así es como nuestras chicas se separan entre lágrimas y nos dejan a todas con el corazón roto. Que impotencia por favor. Que asco de personaje el del marido. Lo siguiente es ver como llora al otro día contándoselo a sus hermanas. Encima fue a comisaria y no hicieron nada porque el señor era su marido. Asco de sociedad también. Se arrepiente de no haber apretado el gatillo, y yo Celia y yo… Le prometió que no le pasaría nada, que ella la protegería siempre y eso es un peso que no puede aliviar.
Después va a ver a Camilo, el hermano de Aurora, que ya empieza con la cantaleta de que es una degenerada y pervertida. Cansinos todos. El hermano le echa la culpa a ella, que pervirtió a su hermana y hasta justifica la paliza que recibió, santa paciencia.. Así que bueno, vete a la mie…Camilo. La Silva le dice que irá a Cáceres a buscarla pero este le dice que allí no la encontrará, ya que se han ido a un sitio donde nadie les conozca. Un drama todo. Por la noche cuando llega a su casa, está más que destruida y nos regala un recordatorio muy mono de la pareja que nos rompe más si cabe el corazón…
A la mañana siguiente se presenta Diana en Arganzuela para ver a su hermana, que tiene una cara de funeral que lo flipas. A la mínima rompe a llorar. No tiene ni idea de donde puede estar y se la imagina de cualquier mala manera. Diana quiere que vuelva a casa para que no esté sola pero Celia lo rechaza, piensa que si se escapa su amor, al primer sitio que iría sería allí, a su casa.
Diana intenta ser realista y le dice que una opción es que nunca vuelva a verla y sale un poco la razón de su preocupación a la luz, tiene miedo de que Celia intente otra vez suicidarse, pero ésta le responde que les prometió que nunca más lo haría y ni se le pasa por la cabeza. Piensa que solo sería una carga para ellas pero su hermana la termina convenciendo que lo mejor es que pille ropa y se vaya con ellas. Y aunque la Silva piensa que es como abandonar a su amor, termina aceptando. Hace bien la pobre… Aishh no soporto verla sufrir de esa manera.
Bernardo la cita en casa Silva para decirle que puede ayudarla a encontrar a Aurora. Por lo visto tiene un amigo que es detective privado y le debe algunos favores, además está acostumbrado a buscar personas desaparecidas. A Celia le cambia la cara y vuelve a tener esperanza. Aishh rayito de luz. ¡Que bien! Al día siguiente se vuelven a ver y la chica está esperanzada por lo hablado con el detective. Y a pesar de que su amigo le dice que solo podrá saber de la chica sin hacer nada más, me da que la Silva tiene otra cosa en la cabeza. ¡Muerte y destrucción! Como pille a ese hombre, pobre de él.
Más tarde llegan a la casa del amor (con un desorden infernal) y Celia le admite entre lágrimas que no está nada bien. El abogado le dice que vivir en esa casa es un infierno porque solo tendrá recuerdos pero ella sigue emperrada en no irse, y que aunque esa casa parece a día de hoy un mausoleo, la llenará de vida para así poder recordar a su amor. Así que de Arganzuela no se mueve, porque es su hogar y no se va a ir. Que grande es, ¿he dicho ya que la amo? Lo sé, unas veinte veces.
Y bueno, terminamos una semana más con sufrimiento total, además con la angustia de saber cuando volverá a aparecer Aurora, que aquí la gente se pira y tarda en volver. Sufro mucho por todo esto y solo de pensar en que pasen las semanas y no junten a la pareja me da una angustia… En fin, espero estar equivocada y que aparezca pronto, nosotras mientras nos seguimos leyendo.