Asumamos que aunque a veces nos quejemos, bueno, al menos yo, nos encantan los triángulos amorosos y en Cites se avecina uno de los gordos. Recordemos que Sofía fue la primera chica de Paula y ésta última se quedó muy pilladísima pero descubrió que la otra tenia novia. Y aunque en ese momento no atravesaban el mejor momento Sofía decidió volver con su amor, aunque se veía que Paula le gustaba pues se decantó un poco por lo que ya tenía. Así que ha pasado un año y nuestra Paula camina por nuestra acera tranquilamente y hasta se va a casar con Victoria, si si, ya sabemos que ella es intensa para todo, pero claro, lo que no pensaba es que un año después y justo a las puertas de la boda, Sofía iba a aparecer llamando a su puerta de nuevo…

Y el capítulo comienza con Sofía llegando en su moto a un lugar, tengo que reconocer que la he visto más guapa que nunca, ya me enamoró en la anterior temporada y en ésta, cuando se quitó el casco casi me desmayo con su belleza. Entra en un bar y la vemos que está esperando a alguien y lo que es nuevo, está muy nerviosa, ella, la reina del control se puede apreciar que está como un flan. Efectivamente la que entra por la puerta es Paula y ambas se dan dos besos de esos incomodos y se sientan. Sofía le pide una cerveza pero ella corrige y se pide un zumo, ya que según ella, una birra lleva a otra y a otra y… Creo que no se fía mucho de sí misma. Paula rápidamente nota que la otra se ha cortado el flequillo y le dice que está muy guapa, a lo que Sofia le responde medio susurrando que ella también lo está.

Paula va como una moto hablando, vaya, como es ella y con lo primero que le salta es con que leyó el comic de Mireia, la novia de Sofía, bueno, reconoce que el primero lo tiró a la basura pero luego se compró otro y lo leyó, a la otra se le escapa la risa escuchándola, es inevitable. Le pregunta que tal está Mireia y Sofía le suelta que ya no está juntas… y que fue nuestra guapa motorista quien la dejó. De seguida le suelta que se cambió además de piso y le pregunta si quiere verlo. Claramente es una invitación a su casa… A la otra le cambia la cara, Así que antes de que la conversación llegué más lejos le suelta que se casa. Sofía no sabe donde meterse y no sale de su asombro porque en meses no solo vive con alguien sino que se va a casar. Y la incomodidad hace que terminen hablando de pisos de alquiler, ya que Paula y Vico se quieren mudar después de la boda. Y cuando ya se quedan en silencio incomodo a Paula le suena el teléfono y le dice que se tiene que ir.

La chica paga su bebida y se despide ante un silencio incomodo así que cuando está en la puerta vuelve para decirle que la situación le parece una mierda, que Sofía ha sido muy importante para ella, ya que ha sido su primera chica y quiere que sean amigas, así que la invita a la boda. La cara de la motera es un poema porque claramente esperaba otra cosa, pero claro, es que el momento fue hace un año y lo dejó pasar y ahora vuelve y… el caso es que ante la insistencia de Paula le dice que se lo pensará. La otra cruza la calle y se mete en una tienda dejando suspirando a Sofía. ¡Que bonito el cambio de tornas!

Al rato, Sofía sale del bar y se sube a la moto para irse, pero al mirar a la tienda, ve a Paula por las cristaleras y termina bajando de la moto y llamando a la puerta. ¡Aishhhh!! Le está tomando medidas para el vestido el primo de Vico, su actual novia. Sofía le pide hablar un momento y el chico le dice que cuando termine será toda para ella (ojalá), le pide dos minutos. Mientras el chico le pregunta de que se conocen y Paula miente diciendo que del colegio Santa Margarida y la otra le sigue la mentira. El chico que también es gay, le dice que en ese cole solo había gente de la otra acera. Paula le pregunta como sabe que Sofía es lesbiana y el primo le responde que le saltó el radar nada más entrar, y añade en la manera que mira a Paula no es muy heterosexual… Aishh que mi Sofía está coladísima y se le cae la baba cuando la mira. Al quedarse a solas:

Sofía: No iré a la boda…
Paula: ¿Por qué?
Sofía: Porque tú y yo no somos amigas.
Paula: ¿Por qué no?
Sofía: Porque no sé nada de ti ni tu sabes nada de mí. Porque ni siquiera sé donde es el Santa Margarida.
Paula: Pero es igual, eso es una tontería. Yo no sé lo que lleva la comida china y la como cada día y me gusta y me sienta muy bien.
Sofía: No iré, de verdad.
Paula: ¿Por qué?
Sofía: Porque yo no quiero ser tu amiga.

Aishh por favor, que bonito. Para dejar a Paula sin palabras… Pero el momento se rompe porque aparece el chico con el traje que se tiene que probar y se la lleva. Cuando la motorista está a punto de irse, escucha a Paula desde el probador llamar al chico que se fue a hablar por teléfono y Sofía termina acercándose en vez de marchar. Paula le suplica que le ayude con el vestido, que se le ha quedado enganchado pero la otra no quiere entrar, al final termina haciéndolo y a verla con el vestido le dice que está guapísima y sin pensarlo mucho y tal, terminan así…

Tenemos que reconocer que Sofía es el talón de Aquiles de Paula y a la que se le ha acercado, no se ha podido resistir, por desgracia las interrumpe el primo de Vico pero no llega a pillarlas. Así que empieza a gritarle a su prima que está guapísima con el vestido, por lo que deducimos que su novia acaba de llegar al lugar. Así que Sofía sabe que es el momento de marcharse, se despide de Paula que no le sale ninguna palabra y sale del probador, donde se encuentra a Vico, situación incómoda también, que le reconoce que no se la imaginaba así. Por lo que Vico sabe perfectamente quien es ella. Pero la motorista no le da conversación y le repite que se marcha. Vico se queda con un cara… se ha rayado mucho al verla porque sabe lo que significó para Paula y claramente tiene miedo.

Cuando Vico se queda a solas con Paula la encuentra en el probador toda hundida. Le reconoce que se han besado y le pide perdón. Su novia le dice que es normal, ya que cuando ves de nuevo a alguien con el que has dejado cosas abiertas pues puede pasar y que lo que tiene que decidir a partir de ahora es hasta que punto dejará que su mundo se siga tambaleando. Vico le recuerda a continuación la manera en la que le pidió matrimonio y que sí lo tiene seguro, por lo que es ella la que le pregunta en ese momento si se quiere casar con ella y la otra le responde que sí, pero cuando se abrazan su cara dice otra cosa…

Aishhh que sufrir, por un lado me encanta la pareja que hacen Paula y Sofía pero por otra me gusta mucho la forma de ser de Vico y me da penilla la situación. Vosotras, ¿de qué pareja sois más? Yo solo se que amo a Sofía pero bueno, me da que no ha acabado aquí, nos queda aún el desenlace por ver. Que las diosas lesbicanarias no pillen confesadas. Os dejo lo que ha sido el episodio con los subtitulos para que lo disfrutéis más ¡Nos leemos!