Hace 14 años yo era una chica de 22 intentando entender como era posible que una mujer pudiera enamorarse de otra. Era una época en la que ser lesbiana era todavía un tabú enorme. Un momento en el que Ellen DeGeneres estaba banneada de la televisión por haber confesado que era lesbiana (porque en aquellos tiempos era como un pecado y se confesaba, no se contaba por Twitter), un espacio temporal en el que The L Word todavía no había nacido y para encontrar gente gay te animabas a ir al único bar de ambiente de tu ciudad al que había que entrar casi disfrazada (que las diosas bendigan el «Arthurs» en Durango por estar ahí) y en el que siempre le hacías mal trío a tu amigo gay porque no había chicas. Y en ese contexto nació AfterEllen.
Para mí, que en ese entonces las estaba pasando canutas yendo a la psicóloga y haciendo terapia de familia de la que siempre salia deprimida porque pensaba que era una situación que jamás iba a cambiar, encontrarme un sitio en el que no solo podías encontrar el escaso material lésbico que había entonces sino que encima podías reírte un rato fue como una luz en un túnel oscuro.
Y es que en aquellos tiempos, leer un resumen de Scribegrrrl, ver a Karman, Jill y Dara loquear en We´re getting nowhere o aprender de uno de esos artículos super interesantes de Malinda Lo o Sarah Warn me hicieron sentir que tenía algo a qué aspirar, que ahí, del otro lado de la pantalla había alguien como yo, a quien le gustaban las chicas y que estaba feliz como lombriz. Que existía una receta para salir del hoyo en el que estaba metida y en algún punto la iba a encontrar, mientras tanto podía ser feliz leyéndolas y riéndome con ellas.
En palabras simples, Lesbicanarias no estaría aquí si AfterEllen no hubiera existido. Con mi blog yo quería aportar un poquito al mundo como ellas me habían aportado a mí, quería que otras chicas pudieran ver como yo que había puertas a las que tocar y estaban por ahí del otro lado, solo había que seguir tirando. No voy a negar que, el día que Sarah me escribió para pedirme ayuda con su artículo sobre la manera en la que la televisión española representaba las parejas lésbicas salté de emoción.
¿Y a qué se debe todo este recorrido por el pasado estarán pensando ustedes? Pues se debe a que hoy estoy muy triste porque AfterEllen cierra sus puertas. Después de 14 años sirviendo como el medio lésbico de referencia en el mundo, el viernes AfterEllen dejará de ser el medio que conocemos y es algo que me causa muchísima pena.
El cierre se debe a motivos económicos, básicamente no han conseguido ser suficientemente rentables para la compañía que las compró hace dos años y eso me da mucha tristeza porque es algo que creo que se extiende a cada portal lésbico que hay en internet. Y es que ser una web lésbica no es rentable, a estas alturas del partido los anunciantes aún no quieren que se les relacione con sitios LGBT, lo digo por experiencia propia, básicamente porque lesbicanarias, como tantas otras webs, sigue viva por amor al arte, y porque mi trabajo «en la vida real» me permite seguir pagándome este hobby.
Me da tristeza pensar que la nueva generación de pequeños saltamontes lesbicanarios no tendrá AfterEllen, porque fue una parte importante de mi vida y siempre agradeceré lo que hicieron por mi. También me resulta muy triste pensar que siguen cerrándose espacios lésbicos tanto fuera como dentro de la red.
Así que no me queda de otra que levantar mi copa (metafórica, que todavía es muy temprano) y brindar por todas esas mujeres queer que han hecho de AfterEllen el portál lésbico de referencia durante todos estos años. ¡Gracias por todo lo que nos han brindado! Por habernos inspirado, alegrado o simplemente acompañado todo este tiempo. Esta chica gay ahora de 36 años nunca las olvidará.