La semana pasada en Seis Hermanas nos quedamos con el corazón encogido porque a nuestra maestra no le permitían ver a su amada, pero lo que vengo a contaros a continuación no sé cómo os lo voy a decir… Ahora SÍ QUE SÍ, preparad los kleenex. Empezamos.

Lo primero que vemos es a una Celia más que deprimida; no come, no duerme y no hace más que llorar. Su hermana Blanca intenta hacerle ver que si no se cuida, no podrá cuidar de Aurora. La maestra le cuenta que el hermanísimo ha prohibido que vaya a verla y Blanca, por una vez en su vida, deja de pensar en ella y le dice a su hermana que cree que sabe qué puede hacer para que la pareja se vea.

La Baronesa ha cumplido con su cometido y vemos a Celia entrando en la habitación de Aurora. Ésta está de espaldas, pero cuando escucha la voz de la maestra pone cara de incógnita y exige que la deje sola, ni siquiera quiere verla. ¿Dónde está Aurora y quién es “esa” que tiene su misma cara y voz? ¿Estamos de broma o qué? ¿Cómo que Aurora no quiere ver a su Meine Liebe? La maestra intenta hacerle ver que la han “manipulado”, pero la enfermera sigue erre que erre… Conversación desgarradora de la que destaco:

Aurora: Celia, me estoy muriendo, no te quiero por aquí.
Celia: ¡NO! Ésta no es la Aurora de la que me enamoré. La que me salvó la vida. La que me rescató.
Aurora: (sigue llorando)
Celia: Mi Aurora es una persona compasiva… Amorosa… Cariñosa… Y que me mira con ojos de amor…
Aurora: Por favor, déjame sola… por favor… Te lo pido por favor… (Intento desesperado para echarla)
Celia: Aurora es imposible que tú quieras eso…
Aurora: Déjame… Déjame.

Celia sigue con que las palabras que le está diciendo Aurora no pueden ser suyas, que seguro que su hermano le ha estado influyendo… Como la maestra no le hace caso, Aurora llama a la enfermera, por lo que Celia ha de salir corriendo de la habitación envuelta en un mar de lágrimas. En ese mismo instante, casi imperceptible, como nos tiene acostumbradas Aurora, hace un último amago para retener a su amada a su lado. Como no lo consigue, rompe a llorar desgarradamente y junto a ella, todxs lxs #Aureliers.

En esta situación estamos todas flipando por la actitud que está teniendo la enfermera… ¿De verdad que no quiere saber nada de su amada? ¿Pasar los últimos momentos junto a ella? Si se piensa con la cabeza fría, es comprensible que cuando peor lo estás pasando, que notas que te estás consumiendo por dentro sin poder hacer nada para evitarlo, decidas que no quieres hacer sufrir más a la persona que amas y que se quede con un bonito recuerdo. Celia no puede hacer otra cosa que ir a desahogarse con su siempre comprensivo amigo Velasco. Éste intenta hacerle ver que la enfermera está en las últimas y que se mentalice para lo que se avecina, a lo que la maestra le dice:

Entonces es todavía peor, porque no me puedo creer que después de todo lo que hemos vivido, éste sea el último recuerdo que tenga de nuestra historia.

¡¡¡Si es que a cada frase es TODO más DESGARRADOR!!! Te quedas con la sensación de que es verdad y no se van a ver nunca más y eso es algo que no podemos tolerar. A todo esto, Bruna interrumpe la escena, para no variar, y es que, cada vez que llega la muchacha, no hace más que meter la pata con Celia.

Al día siguiente, Celia sigue siendo un trapo usado, tiene un aspecto horrible, según ella, porque aunque tenga cara de tristeza absoluta, ¡¡esta chica está guapísima siempre!! Acude a ver a Velasco, porque parece ser que es el único que le hace caso, en su casa todo el mundo está liado preparando la Nochevieja. Al principio pensé que esta escena se la podrían haber ahorrado, pero si analizas las palabras de la maestra, observas que nos está mostrando vivencias que desconocemos, evidentemente, no nos los pueden mostrar todo, pero no imaginé que llegaran a tener una conversación de este tipo, aunque, por otra parte, es comprensible ya que las parejas hablan de TODO.

Mientras tanto, Aurora habla con su mejor amigo Cristóbal, quiere dejarle un mensaje a Celia y él es el único que se le puede dar una vez ella haya “desaparecido” del mapa. Es todo súper triste… escuchar a la enfermera decir esas cosas es demoledor:

Aurora: Cristóbal, sabes tan bien como yo, que posiblemente mañana yo no esté aquí… Sólo quería pedirte que… que le digas algo importante a Celia… Yo amo a Celia… más que a nada en este mundo… por eso tengo miedo de morirme, porque… porque ya no la voy a ver más…
Cristóbal: Pero entonces, ¿por qué ha pasado todo esto?
Aurora: Verás, siento que… que cada paso que he dado… cada tropiezo… todo lo que pasó con mi marido… el niño que perdí… pienso que todo eso me ha empujado siempre en una misma dirección… hacia ELLA. Celia es… mi ALMA GEMELA… por eso me voy feliz, porque la mayoría de la gente sólo puede soñar con lo que yo he tenido.
Cristóbal: ¿Por qué le has hecho creer lo contrario? Celia está sufriendo, Aurora.
Aurora:Porque necesitaba liberarla.
Cristóbal: Pero… debe conocer la verdad.
Aurora: Lo sabrá cuando yo ya no esté, cuando no tenga que venir aquí a pelearse con mi hermano, y no tenga que ver cómo me consumo… Y a mí no me gustaría más que pasar mis últimos momentos con ella… No quiero someterla a una despedida tan horrible. Yo sólo quiero que Celia… rehaga su vida y se lleve un bonito recuerdo de mí.

A estas alturas del capítulo, las lágrimas me impiden ver la tv… ¡y eso que todavía tiene que llegar el plato fuerte! Y aquí llega; Celia está llorando, casi no se sostiene ni en pie. Escucha un ruido. Vemos unos pies caminando que se paran. Celia abre la puerta mientras la cámara hace un travelling arriba. Vemos los bajos de un camisón. Un mantón negro. Unos rizos despeinados. Aurora, ¿cómo has llegado hasta aquí? Damos gracias a que la enfermera tiene las fuerzas suficientes para llegar hasta la casa Silva y cumplir con el dictamen de su corazón. No hay lugar en la tierra mejor para abandonar este mundo que en los brazos de su amada.

Celia, sentada en las escaleras, sujeta entre sus brazos a Aurora. Está en sus últimos momentos. Celia ha olvidado todo el sufrimiento que ha pasado estos días en los que no podía disfrutar de la compañía de Aurora. Aurora no quiere morir sola. “Te quiero”. “Yo también te quiero, mi amor”. “Abrázame”. “Tranquila cariño, conmigo no te va a pasar nada”. Se va en paz. Cuánto te vamos a echar de menos, Aurora Alarcón Marco ;(

Con esta imagen sobrecogedora acaba la andadura del que posiblemente sea uno de los personajes más queridos de este 2016 en la televisión española. Un final, a mi parecer, muy precipitado, para nada esperado pero muy bonito.

Sólo puedo decir que NO ME GUSTA que Aurora pase a formar parte de la lista interminable de la LMP (Lesbianas Muertas en Pantalla) Si había que prescindir de ella, se podría haber buscado otra salida, por ejemplo, que no le fueran bien las cosas tras su vuelta y decidiera volverse para Argentina; irse a Cáceres con su familia o simplemente “dejarla marchar” pero ¡¡¡VIVA!!! (Con esto no estoy diciendo que quiera que Celia lo pase mal, porque con cualquiera de estas salidas, ella se quedaría sola evidentemente, pero todavía tendría esperanzas de que volviera, ¿no? ¡Como ha hecho siempre! “Siempre vuelvo por ti, mi amor” Peeeeeeeeero no… ¿Qué necesidad había de matarla? ¿Por qué todas las tramas LGTBI acaban igual? ¡¡¡¡Me cabrea muy mucho!!!!

Para remate de la situación, el hermanísimo (no le pego una guaya porque me pilla lejos, ¡¡que si no…!!) exige a Velasco que le prohíba la entrada a Celia al funeral, ¡lo que faltaba pal duro, coñe ya! ¿Pero este tío quién se cree que es para decir semejantes sandeces? Y ya, lo que ha sido de colofón total es cuando le dice al inspector: “Seguro que se ha llevado a mi hermana para RETOZAR una última vez” ¿De verdad a alguien en su sano juicio se le ocurriría decir semejante mamarrachez en una situación como esta? ¿En qué cojones estaban pensando los guionistas? Esa escena ha sido una AUTÉNTICA VERGÜENZA para todo el colectivo, especialmente para todas y cada una de las #Aureliers que lo hemos dado todo por mantener en lo más alto a la pareja, dando audiencia y consiguiendo lo imposible, como fue la vuelta de Aurora y creando un movimiento ÚNICO en redes sociales que más de una serie querría tener. Vamos, por favor, ha sido de lo peorcito que he visto en televisión. Me siento utilizada; indignada; cabreada, ultrajada y todo lo malo que se os venga a la cabeza.

Lo ÚNICO que ha salvado a este último capítulo emitido ha sido la DESPEDIDA que le ha dado CELIA a AURORA. Ellas solas en el cementerio. Hablándole como si estuviera dormida. Dedicándole las mejores palabras que se le pueden dedicar a la persona que amas. Para colofón, mientras Celia le lee un verso de Santa Teresa de Jesús que le gusta mucho a Aurora, vemos imágenes del paso de Aurora en la vida de la maestra. Ha sido precioso. Imágenes de cuando Celia iba a terapia; cuando se conocieron; cuando se hicieron amigas; cuando hicieron EL AMOR por primera vez; cuando todo era maravilloso en los inicios. Sólo había SONRISAS. Simplemente eran Celia Silva y Aurora Alarcón.

Y ahora que todo ha acabado y parece que se nos ha pasado un poco el trauma que nos ha provocado la muerte de nuestra enfermera favorita, ha llegado el momento de decir unas verdades bien dichas. Primero de todo, quería darle las gracias a Lesbicanarias por dejarme participar en esta familia que tiene montada, que aunque me haya tocado hacer lo que nadie quería (a ver quién quería escribir sobre la muerte de Aurora y el fin de #Aurelia), he disfrutado y aprendido mucho. Gracias por dejar que me exprese, a mi manera, sobre lo que ha pasado con esta historia y no censurarme a la hora de mostrar mis sentimientos de indignación con lo mal que la han finalizado.

Darle las gracias también tanto a Bambú Producciones como a TVE por incluir en su programación un producto en el que las protagonistas son las MUJERES (aunque luego se les haya ido un poco la mano….) y sobre todo por incluir una historia de amor entre mujeres en 1914 cuando no sólo simplemente por ser mujer, era ser un cero a la izquierda, sino que además por salirse de lo establecido, respecto al amor, era PECADO. Espero que si hay una próxima colaboración entre cadena y productora, por favor, no deje de incluir en sus tramas al colectivo LGTBI porque SIEMPRE HA FORMADO PARTE DE LA SOCIEDAD.

Finalmente, darles las GRACIAS a Luz Valdenebro y a Candela Serrat por habernos regalado a estos personajes tan maravillosos, por dar visibilidad al colectivo lésbico en televisión, sobre todo en la cadena pública, y por luchar hasta el último suspiro por hacer una historia de amor bonita, aportando valores positivos y ayudando, sin saberlo, a muchísima gente a ser ellos mismos.

Por todo esto y MUCHÍSIMO MÁS, siempre en nuestros corazones. Con #Aurelia, ¡hasta el infinito y más allá!

Adiós, Meine Liebe, adiós.