Transparent: Resumen de episodio 1×05

Llegamos ya a la mitad de la primera temporada de Transparent y recordamos que Sarah dio un ultimátum a Tammy, se confesaron su amor y está la cosa tensita por esos lares. ¿Se atreverá Tammy a dar finalmente el paso definitivo? Pues eso parece porque cuando las reencontramos ya está todo solucionado y le están dando alegría a sus cuerpos serranos.

Por fin han encontrado una cama

 

Sarah parece que está disfrutando bastante (y yo que me alegro por ti, tía) pero está un poquito preocupada por si ahora que ya lo sabe Barb y su relación está “fuera del armario”, pierden la pasión. Bueno, llámame loca, pero viendo el sexo tan intenso y ruidoso que tenéis, no veo que eso vaya a pasar a corto plazo. No obstante, Sarah le pide por favor que mejor no hable de Barb mientras están chingando y Tammy le asegura que ahora es toda suya. Es decir, lesbicanarias, que Tammy ha dejado definitivamente a Barb y ahora pueden retozar abiertamente por las esquinas sin temor a sus respectivos matrimonios.

Pero hay que recordar que ambas son madres, así que cuando Tammy está ya dale que te pego con el dildo, suena el teléfono y se ve obligada a atender por no sé qué de Bianca. ¿Que quién es Bianca? Ni idea.

A mí me mandan pinchar algo y me desmayo, así os lo digo

 

Por su parte Maura sigue descubriendo nuevas cosas sobre el mundo trans gracias a Davina, que le pide ayuda para la inyección que se tiene que poner. También le explica que antes se solía tomar unas pastillitas de estrógenos, pero ya no le hacen falta. Maura le pregunta si puede tomar una y Davina está como “claro, no te va a pasar nada, no es heroína”. Me encanta Davina.

Volviendo al tema Bianca, resulta que era la hija de su ex mujer Quinn cuando estuvieron juntas así que es como su hija. ¿Cuántas esposas tuvo Tammy? Tranquis, sólo dos, Quinn y Barb, y son como una gran familia todas. Los círculos lésbicos, ya sabéis. Esto nos lo explicó muy bien Alice con su “chart” en The L Word. Sarah está todavía un poco confusa con estas familias lésbicas, la pobre.

Sarah: Vale, así que cuando rompamos Bianca va a empezar a llamarme a mí.

Tammy: Nosotras nunca, nunca vamos a romper.

Tammy en modo «proud momma»

 

Ya veis lo implicadas que están en esta relación todavía tan joven. Total, Bianca aparece por la puerta y saluda a Sarah con un abrazo, le dice que es guapísima y todo paz y amor. Sarah está un poco flipando en colores por lo adorable que es y Tammy está orgullosísima de todo lo que es ahora mismo su vida. Sí, muy idílica. ¿Demasiado idílica quizás? No estoy acostumbrada a que las lesbianas sean felices, perdonad mis miedos.

Mientras tanto Shelly ha perdido a su nuevo marido por el barrio residencial de ricos ese en el que viven y está toda pancha como si nada. Ali está ahí y flipa un poco con su madre, así que se pone ella misma a buscarlo.

De vuelta en happylesbos, Bianca le está contando los problemas que tuvo en casa con Quinn para decidir irse y a Sarah de repente se le enciende la bombillita verde sobre la cabeza. Propone que sea como una especie de niñera guay durante el verano, que además se puede quedar a vivir allí con ellas (en la casa familiar, porque con Len fuera de la foto, ya se la agenciaron las dos como nuevo nidito de amor).

«Lo que tú digas, cariño. Lo que tú digas».

 

Por su parte, Josh ha ligado con una agente inmobiliaria y de repente aparece por allí a mostrarle la casa. Tammy está comentando cositas que habría que modificar y Josh se pone a la defensiva en plan “¿qué cojones dices?”, así que Sarah enseguida salta a defender que es una diseñadora de interiores y que tiene bastante que decir. Ahí, ahí, caña.

Sin embargo, Josh está un poco sacado de quicio y hace prometer a Tammy que no cambiará nada de la casa ni hará reformas sin decírselo. Y tienen este momento tan tenso y un poquito machiruloide como si estuviesen compitiendo o algo. Relajaaaaaaos. Madre mía, tomaos unas caipirinhas y dejad los egos para otro ratito.

«Duerme con un ojo abierto, capullo»

 

En cuanto puede Josh le echa en cara a su hermana que si la va a dejar estar ahí viviendo con ella y cambiando todo. Vamos a ver, no hace falta que odies a la nueva pareja de tu hermana sin motivos. Bájale una, chaval.

¿Recordáis lo del marido de Shelly (de nombre Ed)? Pues la única que parece preocuparse por su ausencia es Ali, que incluso llama a su hermano y a su hermana para que se unan a la búsqueda. También os digo que ellos están más centrados en tomarse unos bloody marys en el bar del puerto que de otra cosa, así que enseguida pasan de su culo. Qué fantásticas personas son todos en esta familia… De hecho, Shelly continúa en casa y recibe a Raquel, una rabina que va a visitar a Ed, pero Shelly se pone a darle conversación e intentar venderle a Josh como un gran partido (pista: no lo es) en lugar de confesar que ha perdido A SU PROPIO MARIDO.

«Josh, te quiero, pero de verdad que tienes que afeitarte esas barbas greñudas»

 

Al final, Ali accede a acompañar a Josh y Sarah en el bareto este, pero está bastante enfadada y no deja de quejarse. Su hermano está en modo ¿y a esta qué le pasa?, así que Ali no aguanta más y le dice a Sarah que tiene que soltárselo. Y es así como Ali me decepciona y saca del armario a Maura… a su manera. Menos mal que Sarah sigue poniendo cordura ahí y aclara que es trans, a lo que Josh sólo responde riéndose. Te odio, Josh. Te odio un montón.

Las que también están tomándose unos rebujitos (perdón, son unos cócteles) son Maura, Davina y Shea, la profesora de yoga del centro LGBT+ de Los Angeles. Como van acelebrar un concurso de talentos para gente trans en el centro, Maura propone a Davina que hagan un dueto y mientras lo hablan, hay un señor que no le quita el ojo de encima a Shea. Maura le hace un cumplido añadiendo que es que es muy guapa y lo es, indeed, así que se anima y empieza a preguntarle aspectos sobre cómo fue su transición porque también es trans. Es de agradecer la inclusión de actrices trans en esta serie, la verdad. Muchos aplausos.

Esta es la cara de acabar de quedar como un tránsfobo estúpido

 

El señor este que no paraba de mirar a Shae va a presentarse y Maura lo conoce, así que cuando se da cuenta de quién es se le queda esta cara de besugo que veis aquí. El señor en cuestión se dirige a ella como “Morty” y se ríe en su cara, no sabe qué decir, así que Maura se burla un poco de él y de sus prejuicios. Ah, claro, te molaba la Shae, pero ahora te acaban de volar la cabeza, ¿eh, amigui? Ayyyy… Total, Shae y Davina beben sus cócteles conteniendo la risa, él se despide de una forma muy incómoda y allí que se quedan las tres en su mesita.

Ali, Josh y Sarah regresan a casa de su madre y todavía está la rabina, así que Shelly aprovecha para presentársela a Josh. Como él todavía está un poco flipado con lo de Maura, se lo suelta allí a su madre a grito pelado. Y MAL. ES QUE LO ODIO.

Josh: ¡Papá es un puto travesti!

Sarah: ¡Esa no es la palabra, ¿vale?! Es trans.

Eso, ESO. Pon orden, Sarah. Arrástralo de los pelos para que deje de decir tonterías.

La casa de los líos, versión judía

 

Shelly, que no es tonta precisamente, sorprende a todo el mundo diciendo que ya lo sabía y no le da la menor importancia. La única que parece preocupada por Ed es Ali, que decide llamar a la policía. En esta escena hay como varias conversaciones a la vez y me ponen de los nervios, porque Raquel está allí de pie contestando a lo que le dicen con cara de O_O, pero Josh le pide ayuda antes de que se vaya y ella accede. De repente, en medio de todo este caos, Ed entra él solito por la puerta y se acaba el capítulo.

¿Qué opináis? ¿Creéis que lo de Sarah y Tammy saldrá adelante? ¿No os ponen un poco de los nervios todas las personas que conforman esta familia? A mí sí, pero supongo que es parte de su encanto.