La única manera de que no sepas lo amable que es Ellen DeGeneres es que hayas vivido toda tu vida bajo una roca, o que tengas un par de meses de nacida.

Si es tu caso: Ellen es una maravillosa comediante estadounidense, lesbiana, que tiene años llevando el programa de variedades matutino más feliz de la Tierra.

Ellen se caracteriza por su personalidad apacible, su simpatía y su gran corazón. Suele tocar temas delicados con mucho tacto y respeto. Vamos, que es Suiza.

Tolerancia

No se trata de que su posición ante situaciones complejas sea ambigua, no. Generalmente sabemos bien dónde está parada. Lo que quiero decir es que Ellen es muy tolerante y en lugar de reaccionar como un ser humano normal, con rabia, ella ofrece más amor al mundo.

Tampoco se trata de que Ellen se mantenga alejada de los políticos. Al contrario. Los Obama fueron invitados casi regulares durante los dos mandatos de Barack. Hillary Clinton, Bernie Sanders, son algunos de los invitados políticos destacables.

Pero no se crean que son puros demócratas, no. También han pasado por su plató prominente republicanos, como John McCain o George W. Bush. También algunas celebridades que son abiertamente afines a esta ideología política, como Clint Eastwood o Caitlyn Jenner.

Igual los conservadores se quejan de que la comediante no invite a más miembros del GOP a su show, pero vamos a ver, si es su programa y el Partido Republicano representa todo lo que está en contra de las creencias de ella, ¿por qué debería?

Comedia vs. Política

Los comediantes son de los más feroces opositores al político de turno. Especialmente si se trata de una persona con morales dudosas (como Trump) y si son de esos conservadores que más bien lo que quieren es proteger su privilegio a costo de segregación.

Por regla suelen ser más agresivos en sus manifestaciones, con mensajes más directos y con el mínimo aceptable de diplomacia.

Ellen tiene otro tipo de comedia. Una más suave, alegre y unificadora. Que es un poco de aire fresco en un mundo que cada día parece más y más polarizado.

Pero todos tenemos límites. Además, el Show de Ellen no es uno de actualidad, noticias o de debate político. Es de humor, juegos y bailes.

Las razones de Ellen

Ellen, que hace lo más posible por no ponerse política en su programa, ha mencionado en más de una ocasión su desacuerdo con Trump y su administración.

Por eso la única persona que no es bienvenida en su show es, precisamente, Donald Trump.

Él está en contra de todo lo que yo defiendo.

El presentador le pregunta si conoce a Donald Trump, personalmente. Ella le responde que sí, que lo conoció algún tiempo atrás. Pero que no ha mantenido contacto con él desde que inició sus pretensiones políticas.

«¿Lo tendrías en tu show?» «Eh… no.»

El procede a preguntarle por qué: «Porque no voy a hacer que cambie de parecer. Él está en contra de todo lo que yo defiendo.»

No, es no

Luego lo reafirmó cuando la ex presentadora de la cadena conservadora, Fox, quien también fue muy abierta en su rechazo a las políticas y discursos de Trump.

Aquí Ellen es quien le pregunta a Megyn Kelly si ella lo invitaría a su programa. La periodista, claro, responde que sí, que no le diría que no a entrevistar al presidente en funciones de los Estados Unidos.

Y es lógico, como periodista la oportunidad de entrevistar a un presidente, es irresistible. Pero Ellen, recordemos, no es periodista. Y sin embargo tiene un razonamiento impecable:

No lo tendría en mi show. Él es quien es y ya tiene suficiente atención. Tiene su cuenta de Twitter y medios para transmitir su mensaje. No hay nada que pueda decirle que vaya a cambiar su forma de pensar. Así que no le quiero dar una plataforma que lo valide. Para que yo tenga a alguien en mi programa tengo que al menos admirarle en algo. Y no puedo invitar a alguien que siente es un peligro, no sólo pata el país y para mí, personalmente como mujer homosexual, sino para el mundo. Nos está dividiendo a todos. No lo quiero en mi show.

No es la primera vez

Como les contaba más arriba, no es la primera vez que Ellen señala a Trump y sus políticas. (Así que tampoco entiendo la sorpresa de algunos):

Cuando su administración prohibió a las personas trans enlistarse en el Ejército dijo:

Deberíamos ser agradecidos con las personas que desean prestar el servicio (militar), no darles la espalda. Prohibir a las personas transgénero es hiriente, sin bases y está mal.

Cuando Trump intentó prohibir la entrada al país a las personas de países de mayoría musulmana:

No me pongo política, pero diré que estoy en contra de esta medida. No voy a hablar de la prohibición (contra los musulmanes). Sólo voy a hablar de la para nada política cinta Finding Dory, ganadora del People’s Choice Award. Dory llegó a los Estados Unidos con sus amigos Marlin y Nemo (recordemos que son de Australia, «P. Sherman, calle Wallaby 42, Sydney»), y ella llega al Instituto de Vida Marina, tras una enorme pared, y ellos deben cruzar esa pared. No lo van a creer pero la pared en cuestión es absolutamente inefectiva en dejarlos fuera. Los otros animales ayudan a Dory. Animales que ni siquiera la necesitan. Animales que no tienen nada en común con ella. La ayudan a pesar de que son decolores distintos, porque eso es lo que haces cuando vez al alguien necesitado. Le ayudas.

Ellen, la verdadera heroína

«¡Miren! Wonder Woman y Supergirl juntas con su superheroína favorita.»

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