La última vez que hablamos de América Chávez descubrimos que Madrimar era su abuela y por tanto que nuestra heroína no estaba tan sola en este mundo como pensábamos. Pero eso abre otras preguntas como ¿por qué no apareció Madrimar hasta ahora? ¿Por qué jamás la mencionaron sus madres? Y están de enhorabuena porque en este cómic se resuelven todas.
Nuestra historia comienza precisamente con America y Madrimar en el Paralell en donde la mujer mayor por fin decide abrirse y contarle a su nieta todas las cosas que necesita saber sobre su pasado. ¿Y qué mejor lugar para empezar que la historia de su pueblo?
Antes de que existiera nada, solo estaban los espíritus que formaron la galaxia extendiendo su creación más allá de cualquier límite. Nuestra gente nació de dos de esos espíritus: Berraca y Sanar. Berraca era una soñadora, libre como una luciérnaga. La diosa Sanar era todo lo puesto, una creadora de universos. Nunca deberían de haberse conocido, pero el universo tiene sus propias maneras de unir a la gente. Berraca creó el primer portal mientras jugaba con los asteróides. Sanar sintió la energía de Berraca a través del portal justo cuando estaba terminando el mundo que estaba creando. Esa fuerza estaba hecha del material de sus sueños. Y en ese momento Berraca pudo ver a quien cambiaría el curso de su destino.
Ni si quiera se dieron cuenta de lo enamoradas que estaban hasta que el planeta Fuertona nació de ellas.
Fuertona es el planeta del que procede la abuela de América y todo su linaje. Ahí fue donde nació una de las madres de América: Amalia que desde pequeña tuvo el don del golpe. Madrimar le muestra a su nieta recuerdos que ella tiene de su madre cuando era pequeña y América quiere saltar en el tiempo con un portal para poder volver en el tiempo y salvarlas, pero eso no es posible. No hay portal que pueda deshacer su sacrificio.
Madrimar consuela a América diciéndole, que cuando siente mucho su ausencia se recuerda a sí misma que sus madres existen en cada partícula del universo y que están en todos lados y en ningún lugar al mismo tiempo. Y siguiendo con el tema, decide que es un buen momento para contarle la historia de como se conocieron sus madres.
Unos demonios llamados «Sacafuerzas» atacaron Fuertona, la invasión fue tan intensa que Berraca y Sanar tuvieron que poner el planeta en una especie de era del hielo para sostenerlo con vida y todos sus habitantes tuvieron que huir. Madrimar y una Amalia pequeña huyeron a Demiurge una especie de Lesbos en el espacio porque estaba habitado solo por mujeres. Desde entonces nadie ha podido regresar a Fuertona, pero se supone que en un futuro, cuando sea de nuevo habitable los espíritus mandarán una señal para regresar.
Amalia y Elena, las madres de America, se conocieron en Demiurge, desde que se vieron conectaron y a partir de ese momento ya nadie pudo separarlas. Mientras le cuenta todo eso Madrimar también le revela que siempre la ha estado cuidando a lo lejos, pero que no podía acercarse a ella. America resiente mucho saber eso, porque ha estado durante años huérfana en la tierra sufriendo todo lo que un niño sin nadie que le cuide puede sufrir. Y a pesar de que es fuerte e independiente le ha hecho falta tener una familia. Además, nuestra heroína latina favorita no entiende como nunca supo de ella cuando sus madres estaban vivas.
Madrimar le explica que los espíritus la llamaron justo antes de que ella naciera. Berraca y Sanar estaban exhaustas y sin energías, así que alguien tenía que hacerse cargo de cuidar Fuertona.
El día del nacimiento de America, Madrimar se acercó a Elena y Amalia para explicarles que tenía que marcharse a cuidar de Fuertona. Madrimar apenas alcanzó a ver a America y despedirse de ella antes de lanzarse a luchar por su planeta. Además decidió ir sola porque no quería poner en peligro a America.
Nuestra heroína entiende la historia y cómo tuvo que suceder todo, pero eso no evita que tenga un sentimiento muy fuerte de abandono. ¿Por qué es siempre ella quien tiene que quedarse sola para que el mundo siga adelante? Le ha pasado con sus madres y con su abuela, así que está muy dolida y decide regresar al instituto. Su abuela también entiende que estas verdades no son fáciles, así que le dice que le dará todo el tiempo que necesite.
El cómic termina con un par de paneles en el que vemos a Exterminatrix totalmente nefasta porque sus lacayos no consiguen encontrar a America por ninguna parte. ¡Y hasta aquí dejamos la historia esta semana!
Me encantó conocer el trasfondo de la historia de América Chávez y si creíamos que la historia no podía ser más lesbicanaria está bastante claro que nos equivocamos porque ¡madre mía ha sido una pasada! Además las ilustraciones son amor, las vi y me fascinaron así que salí corriendo a buscar al dibujante y me llevé una sorpresa super grata al darme cuenta que era Jen Bartel una de mis dibujantes queer favoritas.
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