Taza de té número 9.171

Echo en falta los besos con los que nunca nos hemos acariciado. Y los murmullos que empezaban en nuestras pupilas y seguían con los dedos susurrando(nos) poemas a roces.

Echo en falta la taza de té número 9.171 que nunca te he preparado y la obra de teatro que no alcanzamos a poner en pie, la que se nos tropezaba todo el rato.

Echo en falta tantos recuerdos que solo surgieron en mi corazón… que por cada uno de ellos perdí la razón.

Echo en falta enamorarme de una persona y no de una emoción.

Echo en falta compartir la cama, la ducha, la encimera o el suelo con tu cuerpo y conocernos a orgasmos. Y después de follar, hacer el amor.

Echo en falta que rías conmigo y que me mires a hurtadillas.

(Te) echo en falta incluso cuando nunca te he tenido.

Siempre hay tiempo para dejar de echar en falta. Lo que más echo en falta es no pensar en ti y dejar de pasear por un recuerdo en el que me muero.

Adicción

Me estoy volviendo a enganchar. Me repito “una vez más y lo dejo”. Solo una más. No puedo ir a un terapeuta, a rehabilitación ni a hablar con alguien. Una dosis más. Solo un poquito… ¡Que no, que ya no lo haré más! Y acabo enganchada otra vez a la misma mierda, a la misma suicidante droga, porque es una droga, al fin y al cabo: tus fotos.

No sé

…si duermes desnuda o en bragas.
…cuál es tu lado preferido de la cama.
…si te gusta la “cucharita”.
…qué desayunas.
…si te aseas nada más levantarte y dejas los pelos en la bañera hasta la próxima ducha.
…tu color favorito.
…qué postura te pone más: en la cama, la encimera, por delante o por detrás.
…si soportarías un vestido, tacones o maquillaje.
…si cuando vuelvas me recordarás o te tomarás literal lo de la llamada perdida.
…si habrás aprendido a cocinar algo más que una tortilla francesa.
…si cuidarás lo que comes y a quién te comes.
…si todavía pensarás en mí.
…si sentirás vértigo a menudo cuando alguna chica te aguante la mirada.
…si soñarás despierta más de lo normal.
…si sonríes hasta cuando duele. Bueno no, sé que conservas esa magia.