No vamos a parar de ser naturales

No hay mejor tormenta que la que creamos al cruzar tu habitación, ni mejor tornado que el que provocas cuando atraviesas paseando por mi Corazón. No vamos a parar de ser naturales porque tu torpeza encaja con mi desastre en cada imperfección que nos une. Y si el mundo no lo ve con buenos ojos, que siga ciego mientras mira hacia otro lado. El caos que somos tú y yo me da más felicidad que la rutina cuadriculada a la que estaba acostumbrada.

Entraste en mi vida poniéndola patas arriba y desde entonces solo quiero compartir mis estropicios junto a tus reveses. Que esa vorágine de dulces descuidos tiene más color del que nos dicen los demás. No volverán a ser las tú menos cuarto de la madrugada, sino un cuarto para las dos. Tu cuarto para nosotras dos.

No vamos a parar, porque prefiero ser un puto caos a tu lado que saber lo que va a suceder y jugar con la sota, el caballo y el rey sin valor para romper las reglas. Opto por no esperar y descubrir lo que la Vida tenga que enseñar. Despertar en días improvisados pero siempre a tu lado, que mis únicas constantes sean tus caricias de madrugada y tus besos por mi espalda.

No me asusta ignorar qué va a ocurrir. Sí me aterra dejar pasar oportunidades de vivir. Por eso no vamos a parar de ser naturales, para que cuando fluyan los instantes no se nos vuelvan a escurrir.

Tres sílabas

Difícil. Bonito. Rápido. Brillante. Complejo. Locura. Sincero. Natural. Fogoso. Singular. Único. Personal. Íntimo. Soñado. Cumplido. Unido. Unidas. Calmado. ImPosible. Válido. Nublado. Nuboso. Lluvioso. Nevado. Caliente. Radiante. Lejano. Cercano. Verdoso. Cómplice. Abierto. Extraño. Curioso. Zurcido. Sanado. Amado. Amadas.

Así es nuestro Amor.

Curvas, parte II

La curva que más me calienta de una Mujer es su sonrisa, y de ti las Amo todas. Las de felicidad y las de llorar. Las que por nacer no tienen prisa y las que te explotan la boca en una risa. Las de tu Corazón y las de satisfacción cuando te doy la razón. Las de los labios de tu cara que piden a gritos un mimo, y las de los labios de tu sexo con su gesto más íntimo. Las que iluminan tus ojos como si fueran dos luceros tiernos y las que te tiñen las pupilas de los colores del Infierno. Las que ronronean de madrugada y las que gruñen porque no soportan más la jornada.

Sin duda alguna, Amo todas y cada una de tus curvas.