No ha pasado un año desde que la Corte Suprema de Bermudas legalizara el matrimonio homosexual, en mayo de 2017, y ya el territorio británico está revocando ese derecho a sus ciudadanos LGBT+.

Yo no quiero decir «te lo dije», pero… Pero Donald Trump es una amenaza para el mundo. Y sé que a muchas personas lo ven exagerado, o piensan que cómo va a pasar eso en este siglo. Pero está pasando.

Nos guste o no, Estados Unidos es el país más influyente del mundo, o al menos de la cultura occidental. Además es poderoso, tanto en términos económicos como bélicos. Vamos, que hay razones para que sea la principal potencia.

La noticia

Bermudas se convierte en la primera jurisdicción en el mundo en revertir una sentencia a favor del matrimonio igualitario… Vaya récord.

Y se preguntan, ¿qué tiene que ver Trump? Bueno, no quiero darle demasiado poder, pero lo tiene, al haberse colocado en la posición más poderosa posible. Además impulsado por el hecho de que la comunidad LGBT+ ha logrado importantes avances en los últimos años.

Pudiera ser coincidencia, claro. Pero realmente dudo que la mezcla de esos avances con la llegada al poder de una Administración sexista, racista, homofóbica y xenofóbica no sea la razón. La administración Trump ha dado pasos serios en contra de las personas LGBT+, la más reciente la determinación del Departamento de Educación de desestimar las denuncias de los estudiantes trans.

Ni hablar de proyectos de ley de “libertad religiosa”, que no es más que una máscara para la homofobia, o la del uso de baños públicos para personas trans, o la prohibición de personas trans en el ejército. Como tampoco es casualidad el alza de crímenes de odio contra musulmanes, judíos, asiáticos, latinos, negros, mujeres y, claro, miembros de la comunidad LGBT+, particularmente personas trans.

La política

Bermuda, como saben, es territorio británico. Pero Teresa May, aunque condenó la sentencia, tampoco piensa hacer nada porque cuando se trata de los derechos LGBT+ hay que respetar la soberanía.

La población de Bermuda rechazó en un referéndum la legalización del matrimonio igualitario. Yo todavía no entiendo porque esto es un tema de referéndum. O de religión. Claramente las personas queer son minoría, eso no debería traducirse en luz verde para violar sus derechos.

Recordemos que el matrimonio no es una cuestión meramente religiosa. Al menos no en términos legales. Que es lo que nos interesa.

Esta nueva ley permitirá que las parejas del mismo sexo mantengan una unión civil, pero no podrán contraer matrimonio. Y algunos pensarán que deberíamos conformarnos, pero ¿por qué?, ¿por qué nuestros derechos tienen que estar un paso por detrás de los derechos de los demás?

El ministro de relaciones interiores de Bermuda, Walton Brown, dijo sobre este revés:

Este acto tiene la intención de presentar un balance justo entre dos grupos que actualmente son irreconciliables en Bermuda, al determinar que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer, pero al mismo tiempo protegiendo los derechos de las parejas del mismo sexo.

Unas seis parejas contrajeron matrimonio en Bermuda en los pocos meses que duró la ley. Y el gobierno asegura que esas uniones seguirán siendo reconocidas aún luego de este revés.

Teresa May-not

La primer ministro británica, aunque se refirió a esta acción como un retraso y lamentó que Bermuda revirtiera la orden del Supremo, no piensa interferir, a pesar de que tiene el poder de hacerlo en circunstancias excepcionales.

Y bueno, si la igualdad de derechos para una minoría no es suficiente, ya me dirán.

Esa ley ha sido aprobada democráticamente en el Parlamento de Bermuda, y nuestras relaciones con los territorios en el exterior se basa en el respeto y la colaboración por sus derechos a un gobierno autónomo y democrático.

Estas declaraciones de May, sin embargo, recibieron varias críticas, como explica el corresponsal diplomático de la BBC, James Landale:

El problema, como muchos han señalado, es que ahora Gran Bretaña tendrá más difícil defender los derechos LGBT+ en el resto del mundo, cuando ha fallado en hacerlo en sus propios terrotorios.

El voto

(Vía thedailybeast.com)

Se menciona mucho que un referéndum vio la derrota del apoyo al matrimonio homosexual, pero hay entonces también que destacar que ese referéndum no contó con la participación mínima requerida.

Pero independientemente de eso, es simplemente absurdo. No se puede dejar en manos de un grupo opositor a las minorías decidir por los derechos de las mismas. Si se votara en un lugar con mayoría de supremacistas blancos, por ejemplo, sobre los derechos de las personas de color, nadie aceptaría algo así.

Porque lo correcto es proteger los derechos de esas personas. Y el matrimonio homosexual no afecta los derechos de los demás. No se trata de que si dos chicas se casan, las parejas heterosexuales tendrán menos derechos u oportunidades.

Hay que empezar a entender esto como algo legal y no religioso. Si las religiones no quieren permitir en sus filas matrimonios igualitarios, pues vale. Esto no tiene que traducirse en que la decisión religiosa impacte la decisión cívica, o legal.

El matrimonio es una acción legal, es un contrato. Que ya luego cada persona le agregue las tradiciones y ritos propios a cual sea la religión que practique, es otra historia.

Si yo me caso con un chico, no necesariamente tengo que hacerlo por la Iglesia para que sea válido, entonces ¿por qué tiene que ser diferente si me caso con una chica?

Consecuencias

Los muchos cruceros que ofrecen matrimonios, incluyendo matrimonio homosexual, en sus viajes y que coinciden con puertos en Bermuda, van a tener que reconsiderar la ruta.

Y francamente si yo pensara ir alguna vez en mi vida en un crucero me aseguraría de dejar claro que no quiero que pase por Bermuda hasta que se sacudan la homofobia.

Sarah Kate Ellis, presidente de GLAAD, se refirió a la medida como hiriente e injusta:

Mientras el mundo enfrenta una nueva oleada de activismo anti-LGBTQ, Bermuda se gana el penoso reconocimiento de ser el primer territorio nacional de robarles el matrimonio a amorosas y comprometidas parejas LGBTQ.

El New York Times reporta que Bermuda ya está viendo cancelaciones de turismo y cruceros luego de la lamentable decisión del Parlamento y el Gobernador de revocar el derecho a las parejas del mismo sexo enamoradas a casarse.

Bermuda enfrenta demanda por nueva ley anti matrimonio homosexual.

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