Hoy nos toca hablar de un tema serio que nos afecta a todas, para lo cual queremos comunicar y dejar clara una cosa como punto de partida: Lesbicanarias apoya y se adhiere a la huelga feminista de este jueves, día 8 de marzo. Si todavía no tenéis claro por qué existe una huelga feminista, en qué consiste, quién la convoca, si podéis o no participar y por qué creemos que se trata de una fecha importante, os hacemos un pequeño resumen.

¿En qué consiste la huelga feminista?

La huelga feminista del 8 de marzo implica lo que cualquier otra huelga general, es decir paro laboral, de consumo y educativo, a la que en este caso se le suma el importante eje de los cuidados, tal y como se recoge en el manifiesto de la misma, que podéis consultar en este enlace.

Esto es bastante importante ya que en la división sexual del trabajo que impulsa el modelo de sociedad capitalista y patriarcal a la mujer se le atribuye tradicionalmente el trabajo de cuidados, es decir, el que se realiza en el ámbito doméstico y el de crianza o cuidado de las personas dentro del núcleo familiar. En las huelgas convencionales esta dimensión no se tiene en cuenta, ya que es un tipo de trabajo que no se valora ni se remunera de ninguna manera o incluso ni se contempla que sea “trabajo”. Por eso generalmente las huelgas generales no incluyen ninguna perspectiva feminista (que es la que ha analizado esta división sexual y ha tratado de poner en valor el trabajo de cuidados invisibilizado), vamos, que pasan de esta dimensión como de la mierda porque son huelgas totalmente pensadas desde el punto de vista masculino.

El planteamiento de esta huelga feminista no se queda sólo en el trabajo asalariado clásico, sino que amplía la visión porque se dirige a las mujeres. A todas independientemente de que ocupen o no un puesto en una empresa. Todas podemos parar porque el objetivo es hacer ver qué pasa en la sociedad cuando la mujer para en todos los ámbitos, sean o no tenidos en cuenta por los organismos oficiales.

Otro detalle importante es que la huelga no ha sido impulsada por ningún partido político, como a lo mejor habéis leído de múltiples señoros y personitas varias de ideología conservadora que tratan de desacreditarla. Ha venido desde abajo, a través del trabajo de multitud de asociaciones feministas y encuentros en ciudades de todo el Estado español para poner en común unos puntos básicos. En este caso hablamos del caso español porque es el que nos ocupa, pero si sois de otro país lo más probable es que exista algún llamamiento o convocatoria porque se trata de una huelga internacional.

Es decir, hay llamamientos a la participación, movilizaciones y huelgas convocadas en más de 150 países, así que siempre podéis buscar información a través de las organizaciones feministas de vuestro país o en redes sociales. De hecho, fue el año pasado cuando el llamado Paro Internacional de Mujeres tuvo lugar por primera vez gracias al movimiento feminista de países como Argentina y fue secundado en otros muchos.

¿Cómo hacer huelga? / ¿Puedo hacer huelga?

Como ya hemos dicho la huelga engloba cuatro ejes: educativo, de consumo, de cuidados y laboral. Es este último el que más dudas suele generar por si se puede hacer huelga o cómo se hace la huelga. Por eso aclaramos que en todo el territorio español la huelga ES LEGAL y SE PUEDE HACER. Es decir, está apoyada y secundada por diferentes sindicatos por lo que tiene las mismas características legales que cualquier otra huelga general. No hace falta estar adherida a ninguno de estos sindicatos para hacer la huelga porque es una convocatoria oficial. Desde las coordinadoras, asociaciones y organizaciones feministas que la impulsan (que han sido las que durante meses y meses hablaron con sindicatos para poder convocar una huelga amparada legalmente) se convoca un paro de 24 horas. Estamos hablando de una huelga que dura todo el día, como es normal.

Algunos sindicatos más tradicionales, sin embargo, han puesto matices de que se podría parar un par de horas de forma simbólica porque lo del feminismo lo entienden regular. Otros sindicatos han apoyado los paros de 24 horas sin matices. De todas maneras, repetimos que no hace falta estar adherida a ningún sindicato, la huelga es legal, tiene las características y consecuencias legales de cualquier otra huelga general y la decisión de secundarla o cómo secundarla recae en la mujer que la haga, no en las órdenes o consejos de ningún sindicato o empresa. Estáis en vuestro derecho de hacerla en la modalidad que consideréis.

Todas las mujeres están llamadas a la huelga de 24 horas, como decimos, pero evidentemente cada caso particular es un mundo. Si estás en paro o no tienes un contrato laboral, ¿qué puedes hacer? Puedes apoyarla igualmente haciendo huelga de consumo y de cuidados. Lamentablemente hay que ser consciente de que no todas las mujeres tienen la posibilidad de secundarla por cuestiones personales, ya que el Estado y el sistema que lo acoge nos deja totalmente desamparadas de “puertas para adentro”. Es decir, la casa y los cuidados raramente son compartidos en igualdad de condiciones por hombres y mujeres dentro de una familia o pareja, el grueso de este trabajo recae en las mujeres, que a menudo no tienen apoyos o redes para sumarse al paro. De hecho esta es una de los objetivos de la huelga feminista: hacer visible la importancia de esta esfera de trabajo en la sociedad. Por eso muchas mujeres han dicho que no pueden secundar la huelga por motivos de fuerza mayor o han decidido no sumarse por distintas razones económicas o personales. Podéis encontrar ejemplos de este debate en este artículo de Píkara Magazine. Colectivos como Afroféminas también han decidido no sumarse a la huelga debido a lo poco inclusivo y abierto que es el movimiento feminista español respecto a las demandas de muchas mujeres racializadas.

Razones para la huelga feminista

Por nuestra parte creemos que hay razones de sobra para sumarse a esta huelga porque puede sentar un precedente histórico decisivo y además mostrar la fuerza del movimiento feminista en España y el poder de las mujeres. También es hora de que la sociedad se empiece a dar cuenta del valor que tienen las mujeres y de todo lo que aportan, ya sea en oficinas, fábricas, empresas varias, supermercados, en casa, en la universidad, en las clases, en el soporte emocional, en las relaciones personales, en los cuidados de menores o personas dependientes o en cualquier otro ámbito.

Con la huelga feminista se intenta denunciar el altísimo nivel de violencia machista que sufren las mujeres por su condición de género, siendo los terribles feminicidios el caso más extremo de esta violencia, que se puede ver en cualquier ámbito de la sociedad: desde el relacional hasta el institucional pasando por el empresarial o el educativo. Las mujeres por norma general sufren más paro y mayor precariedad laboral, viven en un mayor riesgo de pobreza, están más invisibilizadas y discriminadas, sufren opresiones, abusos y agresiones, tienen menos recursos y derechos y sus perspectivas y demandas no se incluyen o se incluyen secundariamente en el desarrollo de las distintas políticas públicas, sociales y las prácticas de vida que nos rodean. Pero evidentemente las mujeres no son un todo homogéneo, de igual manera que tampoco lo es el movimiento feminista, por eso es importante la interseccionalidad (tener en cuenta cómo el género intersecciona con otras dimensiones de desigualdad como la raza, la sexualidad o la clase, entre otras). Existe un feminismo hegemónico que es el que domina la conversación y suele dejar de lado las posiciones más periféricas o minoritarias dentro del feminismo. Yo igual no lo explico muy bien, pero aquí hay un artículo que lo explica muy bien si queréis echarle un ojo.

Nosotras, como mujeres no heterosexuales, sabemos perfectamente que sufrimos ciertas violencias y discriminaciones a las que las mujeres heterosexuales no tienen que enfrentarse. La homofobia y la bifobia están a la orden del día. Así que desde aquí hacemos un pequeño llamamiento a un feminismo lo más inclusivo posible, que integre todas las demandas de todas las minorías de mujeres de esta sociedad y que sea lo más diverso posible. Claro que el feminismo tiene un objetivo común que nos une a todas, pero sería más correcto hablar de feminismos por la gran cantidad de posturas y aproximaciones que se dan desde colectivos muy diversos. Yo no puedo hablar por las mujeres trans o las racializadas, por poner un ejemplo, pero escuchadlas siempre y haced caso a sus reivindicaciones. Es lo único que puedo recomendar. Si vais a alguna de las distintas manifestaciones, recordad que debe ser un espacio inclusivo para todas. Podéis consultar el mapa de adhesiones aquí para ver si existe alguna movilización convocada en vuestra ciudad.

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