Salir del clóset en 2018 puede presentar el mismo reto personal que en 1972, sin embargo el trabajo de activistas, familias y de la propia comunidad se ve reflejado en la sociedad poco a poco. Tal vez no lo notemos en las leyes, aún no, pero los grandes cambios vienen acompañados de una revolución y estamos en el momento justo para vivirla. En los años 70’s la revolución sexual estaba llegando a su cúspide y el movimiento LGBTQ comenzaba a unirse con el propósito de ser visibles y respetados en un mundo lleno de ignorancia y discursos de odio.

La misoginia, el machismo y la discriminación eran el pan de cada día, y fue una lección muy dura para el activista gay Morty Manford en 1972 quien fue golpeado por un policía durante una manifestación de la Gay Activists Alliance. Su madre, Jeanne Manford, escribió una carta al New York Post donde criticaba a sus atacantes y declaró el apoyo incondicional hacia su hijo “Mi hijo es homosexual y lo amo”, este acto de amor fue revolucionario y muy impresionante para la época; una maestra de primaria contra el mundo.

Morty y Jeanne Manford 1972

Jeanne y su hijo Morty asistieron al Christopher Street Liberation Day March, precursor del Pride de New York, la orgullosa madre marchó con una pancarta que decía «Padres de Gays: Unidos para Apoyar a Nuestros Hijos» y durante su paso muchos jóvenes se acercaban a ella para ir a hablar con sus padres y que en ellos se reflejara la aceptación y el amor incondicional.

Los padres de Morty, Jeanne y Jules Manford comenzaron a tomar importancia en el movimiento del colectivo y su casa en Queens era sede de reuniones para otros padres deseosos de comprender a sus hijos, poco a poco eran presentados en la prensa para dar testimonios y unificar un discurso de afecto, así se fundó lo que ahora conocemos como PFLAG(Parents, Families, and Friends of Lesbians and Gays) en 1973. Jules Manford falleció en 1982 mientras que la maestra Jeanne murió a la edad de 92 años en 2013.

Morty Manford y Avril Swan

El legado de los Manford continúa con su nieta Avril Swan quien se siente motivada a seguir con la asociación y conmemorar 45 años de su fundación. Ella fue una mujer que vivió una infancia llena de lecciones, una familia amorosa y un gran mensaje de amor. Como testigo de este fenómeno asistió a programas de televisión, conferencias e infinidad de marchas con sus abuelos, pensando que la orientación sexual es parte de ti, así como lo es tu color de ojos o color de piel, eso nos hace únicos.

¿Se imaginan lo genial que debió ser tener unos abuelos tan geniales? Como dicen por ahí, la sociedad respeta cuando la familia acepta. Les invitamos a conocer el trabajo de PFLAG en su sitio oficial y en caso de necesitar ayuda u orientación pueden acercarse a sus extensiones internacionales.

Morty, Jules y Jeanne Manford

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