En el mundo existimos muchas mujeres que aun no nos sentimos en la confianza de hablar de muchas cosas sobre sexo, las cosas que pensamos, que sentimos o que nos afligen; sobre todo cuando se trata de cosas que nos pasan. Es la razón principal por la que hoy les hablaré de la vulvodinia.

La vulvodinia es coloquialmente hablando, el dolor de vulva; es considerada una de las enfermedades femeninas más difíciles de detectar por la falta de información y por la falta de apertura sobre temas de sexualidad.

La vulvodinia es un trastorno que se refleja como una molestia o un dolor crónico en la zona que rodea la abertura de la vagina (vulva) que no tiene una causa identificable y que dura tres meses como mínimo —doctores mencionan que puede durar hasta años—. El dolor, el ardor o la irritación relacionados con la vulvodinia pueden causar tanta molestia que sentarte durante períodos largos o tener sexo se vuelve insoportable.

¿La vulvodinia siempre es igual?

La respuesta a esta pregunta es NO. La vulvodinia se puede presentar en diferentes ubicaciones; se le conoce a la generalizada cuando los síntomas se presenta en toda la vulva o se le puede llamar localizada, es cuando se encuentra en la abertura de la vagina. Dentro de las diferencias también encontramos la frecuencia; puede ser constante, es cuando la sintomatología siempre está presente o la intermitente, existen intervalos de tiempo en donde se presenta la sintomatología.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas que hasta ahora se presentan de forma general en la vulvodinia son:

  • Enrojecimiento e irritación
  • Ardor intenso
  • Dolor o malestar al momento de la penetración
  • Inflamación
  • Dolor en la zona vulvar, anal o vaginal.

En algunos caso, las mujeres indican que existe dolor al permanecer periodos largos sentadas o al caminar.

¿Por qué pasa esto?

Hasta ahora, los especialistas no detectan o no han determinado las causas, pero se cree que las posibles causas son los malos hábitos que se relacionan a la zona anatómica, es decir, que posiblemente estés teniendo descuidos con la atención de tu vulva o bien, estás generando problemas en la zona al intentar mantenerte “sana”. Un ejemplo de estos hábitos son:

  • Abuso de jabones para uso íntimo
  • Vaginitis frecuente
  • Cambios hormonales
  • Genética
  • Actividad física muy intensa
  • Tensión en suelo pélvico
  • Hemorroides

Debo de aclarar, este trastorno no es una enfermedad que haya sido transmitida vía sexual; como lo mencionamos en los puntos anteriores, puede ser una condición genética, hormonal o hábitos que no permiten que la vulva se mantenga sana.

¿Puedo curarme o evitar contraer esto?

Los médicos mencionan que es un trastorno tratable y que es posible disminuir o tratar la condición si realizas los siguientes puntos:

  • Nunca aguantes las ganas de ir al baño
  • Evitar la ropa muy ajustada
  • No hagas duchas vaginales u ocupes jabones para tu zona íntima
  • Intenta realizar ejercicios sin rozar mucho la zona vaginal

Este padecimiento aun no tiene investigaciones extensas de cómo evitarlo y cómo curarlo, pero es conocido que afecta al 20% de las mujeres en el mundo y lo mejor es tratarlo con la guía de un especialista.

No permitas que los síntomas te impidan realizar actividades, en el momento en que tengas alguna molestia, acude a tu médico. El diagnosticarte puede perjudicar tu salud.

¿Conocías este padecimiento?

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