Canciones para Apapachar

Nadie me había dicho que mi trabajo tiene vida, está vivo. Que si las palabras de mi relato dibujan la silueta de un árbol y le das la vuelta, forman un jarrón lleno de agua, de Vida.

Como árbol o jarrón, sí o sí guarda Vida. Y yo le doy Vida recordándote. Te imagino en el porche de una cabaña, sentada sobre una silla de madera envejecida, quizá pintada de turquesa, desconchada, alternativa. Una cabaña en la falda de una montaña que te llama a conquistarla, que te lame el Corazón con su Paz.

Te imagino sentada con la vista en el horizonte de su cumbre y los ojos medio cerrados, como si te diera el Sol, pero en realidad te da su luz. Tienes una guitarra nueva sobre tu regazo, igual de anticuada que la silla, pero no vieja. También te acompaña la sonrisa que se te cinceló de nacimiento. Una sonrisa que cuando la ensanchas, se apagan las tinieblas por un segundo –al menos en mi mundo–. Una sonrisa llena del color de su calor. Algo raro de encontrar, algo digno de admirar.

Te imagino tocando una melodía que empieza en el fondo de tu Alma y surge a través de la Naturaleza que te inspira. Y ahora entro yo…

Me imagino topándome con esta situación, tocando la guitarra con la calma y profundidad que te caracteriza, y yo dentro de la casa de madera observándote con mi cara de boba, mientras mi piel se eriza.

Imagino que me entran ganas de llevarte un té pero que no quiero interrumpir esa maravillosa escena que, de todos los ojos del mundo, solo aprecian los míos. Y así, espiándote a hurtadillas, como he hecho mil veces sin que tú lo sepas, comprendo que para ti no existen los “pero”, entiendo que no hay nada más hermoso que habernos dado Vida en enero, que contigo no se me quedan las palabras en el tintero, y vuelvo a caer en la cuenta de lo mucho que te quiero.

 

Rabia de loba

La Vida te ha bendecido con un don. El don de la Libertad.

De tus pasos eres la única dueña, aunque a veces su huella duela. Debes ser fuerte y pelear con rabia de loba. Esa loba que se agarra a la esperanza cuando todo es de color miedo y se le escurre el valor. Esa loba que se levanta sacando los dientes cada vez que la duda la aprieta contra el suelo sin compasión. Esa loba que muerde las injusticias y desgarra la sinrazón. Esa loba que aúlla los Orgasmos a la Luna desde el fondo de su ser y a mí me Enamora el Corazón.

Habrá partes de tu batalla en que yo pueda pelear contigo. Otras solo se me permitirá acompañarte desde la retaguardia, ya que deberás luchas tú sola. ¿Sabes por qué? Porque son combates contra tu pasado. Pero no olvides que el Sol siempre estará a tu lado. Y yo también. Sobre todo para recordarte que tu Corazón no es rojo sino blanco, porque guarda todos los colores del arcoíris.

La Vida te ha bendecido con un don. El don de la Libertad. Nunca dejes de luchar con tu rabia de loba, rebosante de bondad.

 

Tengo hambre

Tengo hambre. Aliméntame. Sacia mi apetito. Llena este vacío. Colma tan voraz gula. Dame de comer algo caliente. Paila de huevos. Tortilla. Un buen bollo. Tu buen bollo. Tus ojos abiertos. Tu piel de miel. Tus pechos como melones. Las guindas de tus pezones. Tu pubis encantado. Tu coño empapado. Tengo hambre, date prisa, ¡corre(te) a mi lado!

Tengo hambre. Dame de comer de tu boca y luego quédate a comer conmigo. Lléname los labios con tu plato favorito. Te lo pido. Te lo exijo. Te lo suplico. ¡Aliméntame! Deja que mi pasión te devore el Corazón sin ningún tabú. Dame hasta lo que esté fuera del menú. Y no te preocupes por la sed, el vino lo pongo yo.