Arcoíris

El arcoíris es en blanco y negro cuando tú no sonríes.

Solo contigo

Solo contigo quiero escuchar la melodía de la lluvia al caer.

Solo contigo quiero sentarme en el suelo frente a la chimenea.

Solo contigo quiero leer El Principito en voz alta.

Solo contigo quiero tejer un atrapasueños con los dedos.

Solo contigo quiero provocar el caos al cocinar.

Solo contigo quiero desafinar al cantar junto a tu guitarra.

Solo contigo quiero desafiar a la Vida.

Solo contigo deseo hacer el Amor de la manera más pura y sincera.

Solo contigo deseo ir a mochilear a una isla remota.

Solo contigo deseo bañarme desnuda a la luz de la Luna.

Solo contigo quiero comer mermelada a cucharadas.

Solo contigo, mejor dicho, sobre tu piel, deseo saborear la miel.

Solo contigo deseo ver amanecer.

Solo contigo…

Lo importante  se escribe con mayúsculas

Tú no esperabas nada de nadie porque temías volver a quebrarte. Sobrellevabas el Alma escocida y el Corazón remendado. No con parches perfectos, a veces goteaban lágrimas de sangre por algún hueco sin coser. Por alguna herida aún demasiado en carne muerta. Escuchaste promesas llenas de sonrisas y futuro. Cuando se deshicieron, te refugiaste en la soledad de las sábanas hecha una bolita avergonzada. Las lágrimas eran tus mejores amigas, el tabaco el único que te hacía entrar en calor, y la soledad la mejor manta que podías echarte por encima.

Pero no estabas sola. Desde el hemisferio contrario yo te buscaba. Nadaba en mis propios lloros buceando en sus profundidades, calentándome con el humo de cigarros interminables, con la soledad embutida en mi mochila para compartirla junto a ti. Buscaba un horizonte sin fronteras, cuya bandera fuera una carcajada sincera. Y un buen día salió el Sol; no era Lorenzo sino tu sonrisa. Me enamoré de su luz y fui tras ella. Creías que nadie te amaría más, pero te equivocabas.

No debes escuchar cuando los demás digan que estás loca, no se atreven a asomarse a tu Alma. Tú eres increíble y maravillosa, y yo voy de camino para besar tu sonrisa poderosa. Cuando empezaste la batalla de tejer los pedazos de tu Corazón, coincidiste en el tiempo con mi Alma podrida de desamor. Tu herida y la mía encajaron a la perfección, juntas tienen mejor sabor.

Si te tiembla la sonrisa, la abrazaré con la mía, volviéndola irrompible. Cuando te sientas perdida en la selva de cemento, y caigas sin parar, cierra los ojos y recuerda que ando a tu lado, levantando tu ánimo del suelo, empezando contigo desde el punto cero. No te abrazaré, Apapacharé tu cuerpo para que los miedos no se burlen de ti más.

Tú me has enseñado que, aunque pueda parecer bobo, lo importante se escribe con mayúsculas, empezando por Ti, por Mí… por Nosotras.