Ya estamos a nada de las elecciones en México y los candidatos a la Presidencia de la República se han presentado por todos lados, han plagado nuestro newsfeed en Facebook, hay mítines en plazas públicas, están en la radio, en la televisión e incluso hay campañas de publicidad en Youtube, si vives en mi país y no te has enterado de todo o no te interesa la realidad va a venir a golpearte los próximos seis años.

Los candidatos eran cinco, tres son de partidos políticos y dos fueron de elección independiente, con cierta cantidad de firmas de la población podrían convertirse en presidenciables sin embargo ambos alcanzaron dicho estatus con dificultad y además con muchas irregularidades en el proceso.

Ricardo Anaya es el típico político de molde, joven, se ha visto involucrado en lavado de dinero, hecho en el Partido de Acción Nacional (PAN) para liderar el equipo y después de una disputa interna terminó como candidato a la presidencia; Margarita Zavala, recién retirada de la contienda electoral, era la segunda posible candidata del PAN pero se salió del partido al conocer las preferencias internas por Anaya, se lanzó como independiente y consiguió llegar hasta las boletas pero hace apenas unas semanas se retiró de su candidatura, y por supuesto, parece una jugada bien hecha para hacer que los simpatizantes de la ultraderecha del país se inclinen por Ricardo Anaya.

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Otro independiente es Jaime Rodríguez Calderón, alias ‘el Bronco’ quien no tiene nada de experiencia, su recolección de firmas fue de lo más irregular y aún así el Instituto Nacional Electoral (INE) le permitió ser un presidenciable, entre sus propuestas más polémicas está ‘mochar manos’ a las personas corruptas y a los rateros.

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) puede ser llamado perseverante o terco, lo quieres o lo odias, este señor tiene 12 años intentando llegar a la presidencia de México, se lanzó en el año 2006 y en 2012 pero no lo ha conseguido, fundó su propio partido donde él mismo se proclamó como el candidato “más viable” a ser presidenciable.

El último es José Antonio Meade es un hombre que parece preparado pues desempeñó muchos puestos como servidor público, es militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido más longevo y más corrupto del país, los mayores robos y desvíos millonarios del país han sido por militantes de este partido, y aunque no todos las personas sean iguales, la historia no olvida y esperemos que México tampoco lo haga.

Ninguno de los cuatro candidatos se ha manifestado a favor de la comunidad LGBT+, aunque en declaraciones actuales (como ya se vienen las elecciones el 1° de julio) se ha visto a AMLO tomarse fotos con la bandera LGBT y a Ricardo Anaya diciendo que iría a la boda de su hermano si él fuera gay, personalmente lo considero una “patada de ahogado” para salvar la contienda llevándose el voto del colectivo.

En entrevistas y debates, los candidatos no han sabido responder preguntas sobre sus propuestas para la comunidad LGBT+, no está en su agenda, le dan la vuelta al tema, hablan de la familia tradicional o de sus creencias personales, AMLO dijo que pondría el tema a consulta popular y nuestros derechos no se deberían de poner a “consulta”, merecemos algo mejor; merecemos acceso a la salud, a la vivienda y a la educación sin ser discriminados, necesitamos tener mejores puestos de trabajo y vivir sin miedo a ser despedidos por nuestra orientación sexual; queremos casarnos en todos los estados del país, queremos divorciarnos si es necesario; tener hijos e hijas; necesitamos una ley de identidad de género para ser llamados por el nombre y sexo de nuestra elección. Deseamos ser libres sin andar escondiendo nuestro amor, andar por la calle de la mano sin ser agredidos y si eso pasara deseamos justicia para el que discrimina, para el que nos mate por ser machorras, vestidas o jotos.

Sin embargo nada de eso pasará con las personas que están por tomar las riendas de México, personalmente no creo tener sorpresas positivas de su parte. Gane quien gane solo nos quedará seguir resistiendo y buscando el respeto a nuestros derechos a toda costa. A la comunidad LGBT+ en este país ya se nos ha acabado la vida esperando, al igual que a los indígenas y a los millones de personas que viven en extrema pobreza (11.2 millones). Este es el momento no solo de salir a votar, sino de salir a pedir justicia y a exigir derechos. Feliz junio, el tiempo perfecto para mostrar nuestro orgullo y la fuerza de la comunidad LGBT+.