Mundial 2018: La FIFA y los Derechos Humanos

Ya está aquí el evento más masivo del año, el Mundial de Fútbol FIFA 2018. Porque miren que hay eventos más impresionantes, como las Olimpiadas, por ejemplo, pero cada cuatro años el mundo se derrite por ver a 22 tipos correr detrás de un balón. Y no, no soy una anti-fútbol, al contrario, pero es que viéndolo en perspectiva…

El Mundial nos encanta a todos, hasta a las personas que generalmente no ven el “fútbol normal”. Y los medios no se salvan de esta fiebre. Por algunas semanas muchos canales han enfocado su programación para aludir al evento, que este año se celebra en Rusia. Sí, en la Rusia de Putin, en la Rusia homofóbica.

Contexto

(Vía lgbt.soccer)

Ahora todos sabemos con certeza lo que todos sospechábamos cuando se anunciaron los mundiales de Rusia y Qatar (que sería en 2022, a menos que terminen por quitarles el puesto de anfitriones), que la corrupción en la FIFA llevó a estas sedes. Entonces se le conocía como el caso de los petrodólares.

Pero esta no es la primera vez que la FIFA está rodeada de polémicas. De hecho, para ser una organización que hace tanto dinero, porque el Mundial es una fábrica de millones, consigue evadir gastos como nadie. Y ya por ahí tendríamos que verle el lado oscuro a la Asociación y al evento. Pero eso no es lo peor.

Ya sabemos lo anti LGBTQIA que es Rusia bajo las riendas de Putin y sin embargo hemos tenido unos Juegos Olímpicos de Invierno y ahora un Mundial en menos de una década. ¿Acaso a la FIFA no le importan los derechos LGBTQIA? Si les sirve de consuelo, parece que a la FIFA no le importan los Derechos Humanos en general.

La oscura historia de la FIFA

Pero no son sólo las elecciones fraudulentas de Rusia y Qatar, dos países con públicos casos de violaciones a los Derechos Humanos, y el rechazo vocal que estas elecciones provocaron, y que han conseguido que el organismo del fútbol mundial se comprometiera a evaluar mejor a los candidatos en el futuro.

Históricamente, la FIFA parece que no ve los abusos y discriminaciones. Ya con Brasil hubo más de un escándalo. Pero desde el inicio de su historia la FIFA se ha visto empañada por mirar para otro lado.

Desde el primero en 1930, sólo dos años no se ha celebrado el Mundial, en 1942 y 1946 cuando la Segunda Guerra Mundial devastaba Europa. Y porque el conflicto bélico era en Europa, que si no ya se sabe que habrían ocurrido sin problemas.

Pero repasemos

  • 1930, anfitrión Uruguay, fue el ganador y el país no estaba bajo una dictadura.
  • 1934, Italia, también el anfitrión fue el ganador, pero esta vez el país se encontraba bajo el régimen de, casi nada, el dictador Benito Mussolini.
  • 1938, se celebró en Francia, y aunque la sede no estaba bajo una dictadura el ambiente que rodeó a la Copa era bastante oscuro. Se asomaba la Segunda Guerra Mundial. España estaba en plena Guerra Civil. China y Japón libraban su segundo enfrentamiento bélico y Austria fue absorbida por la Alemania Nazi, desapareciendo del torneo.
  • 1950, en Brasil, el Maracanazo.
  • 1954, Suiza fue elegida anfitriona, básicamente porque era el único país que no estaba en ruinas. Ganó Alemania Federal, en el primer paso para limpiar su imagen. Escuché en uno de esos programas especiales sobre el mundial que una Alemán se quejaba de que entonces nadie los querías “porque iniciamos la Segunda Guerra Mundial”, y yo pensaba, “no amigo, era por xenofóbicos, genocidas”.
  • 1958, en Suecia comenzaba el monopolio futbolístico de Brasil, que ganaría este y el siguiente.
  • 1962, en Chile, que más allá de tener (aparentemente) las peores estadísticas, fue un hito para el país sureño.
  • 1966, en Inglaterra, su primer y única victoria en la final de una Copa del Mundo.
  • 1970, en México, donde Brasil ganó su tercera corona y el mundo se enamoró del país de los charros.
  • 1974, Alemania fue anfitrión por primera vez y campeón por segunda. Aunque todavía dividida por el emblemático Muro de Berlín.
  • 1978, Argentina, muchos historiadores creen que, como en la Italia de Mussolini en 1934, los dictadores se aseguraron el triunfo. Pero más allá de eso era la brutalidad con la que la dictadura que Jorge Rafael Videla impuso en el país de 1976 a 1981 azotaba a su propia gente.
  • 1982, España, donde ganó Italia en una España que comenzaba a aprender a caminar en democracia.
  • 1986, repite México y repite Argentina como campeona, con una mano de Dios tan emblemática como infame.
  • 1990, en Italia, donde Alemania le ganó a Argentina la final.
  • 1994, en Estados Unidos, cuando Brasil le ganó en penales a Italia.
  • 1998, en Francia, donde Francia goleó a Brasil.
  • 2002, en Corea y Japón, donde se dice que también habló mucho el dinero.
  • 2006, en Alemania, donde Italia ganó porque Zidane es un cabeza dura.
  • 2010, en Sudáfrica, donde España, por fin, ganó su primera Copa. Aunque no faltaron las polémicas que rodeaban al anfitrión, en este caso la preocupación era la seguridad.
  • 2014, en Brasil, que fue abatida por Alemania y no pudo llegar a la final, que finalmente volvió a ver a una prometedora Argentina caer ante los teutones. Además de todos los casos de corrupción que dieron inicio a la caída en desgracia de la cúpula de la FIFA liderada por Blatter.

2018

(Vía mugsnoticias.com.mx)

A pesar de ser 20gayteen, y de ver como los derechos de la Comunidad LGBTQIA van mejorando, todavía nos queda trabajo por hacer. Todavía nos queda Orgullo por desfilar. Porque todavía hay países donde no ser heterosexual es ilegal, penalizado. Porque a la FIFA no le importa tener de sede a un país homofóbico, mientras le genere dinero.

No estoy aquí para decirles que no vean el Mundial, porque yo lo voy a ver, y seguramente lo voy a disfrutar. Pero sí tenemos que insistir en alzar nuestras voces ante las injusticias. Usar nuestras voces para hablar por quienes no pueden hacerlo. Porque la presión sí paga.

Es un proceso lento, el cambio no ocurrirá de un día para otro, pero hay que dar los pasos. Hay que celebrar las pequeñas victorias sin perder de vista el objetivo: Igualdad para todos. Vean el Mundial si les provoca, sin remordimientos, pero no dejen de señalar las injusticias. Y si por casualidad van a acudir, por favor cuídense mucho… Y si no van a acudir también.

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