La última vez que hablamos de los cómics de Batwoman vimos a Kate Kane enfrentarse a Profesor Pyg y conseguir llevarse una victoria agria. Porque sí, consiguió vencerlo y salvar a Julia, pero al final él escapó y se llevó la vida de un montón de rehenes con él. Igual a nuestra heroína no le dio mucho tiempo de quedarse a regodearse en su sufrimiento, porque Safiyah le dejó una pista para seguirla y si quiere salvar a su hermana no tiene otro remedio que seguirla.

El número 12 de Batwoman comienza justo así, con Kate en camino al lugar que le ha indicado Safiyah con su pista. Mientras avanza reflexiona sobre todo lo que vivieron juntas y sobre todo sobre el hecho de que sea precisamente ella quien haya sido durante tanto tiempo la persona que consideraba su hogar.

Safiyah conoce cosas de Kate que son secretas para todas las demás, es quizá la persona que más profundo ha conseguido entrar en ella. Sabe sus secretos, todo sobre su hermana, las cosas por las que moriría pero sobre todo, las personas por quienes mataría. Coryana era un paraíso para ella y Safiyah era la reina. ¡Parece que por fin nos enteraremos del chisme de lo que pasó entre Kate y Safiyah!

Volvemos en el tiempo para verlas a las dos investigando lo que está pasando con los lobos, que recordemos que están enfermando y muriendo por toda la isla. Tanto Kate como Safiyah están totalmente comprometidas a descubrir cuál es la causa y salvar a los lobos que quedan.

Kate: Nunca he sido una buena estudiante pero soy obstinada y voy a descubrir las respuestas.
Safiyah: Tu fuerza no reside en ese bonito y parchado cráneo mi sirena. Tu fuerza está en tu fuerza de voluntad. Entiendes lo que se tiene que hacer y no te da miedo hacerlo.

Kate investiga y descubre que lo que está afectando a los lobos es un virus que ha salido de los arrecifes de la isla, así que básicamente cualquier persona de la isla con poder y recursos como para sacarlo puede ser el causante de haber infectado a los lobos.

En cuanto descubren qué es lo que lo provoca, Safiyah sabe quien es el culpable, se llama Maksim y es uno de sus jefes militares. Safiyah lo acusa frente a todos y él no niega los cargos, más bien la ataca verbalmente.

Maksim: ¿Qué clase de madre eres tú? Que permite que sus hijos se peleen mientras una sirena extranjera le roba el alma por la boca o por el c…. ¡Prefiero ver a la isla quemarse antes que convertirme en el perro faldero de una vieja muerta de amor!

Safiyah se toma muy pero que muy en serio las amenazas a Coryana, parece que el que la amenacen de muerte no la afecta, pero que se atreva a amenazar la isla que ama la cabrea a límites insospechados. Tanto que el mismo Maksim lo nota y de inmediato cambia de actitud. Maksim llora y le pide perdón y lo que es más raro, ella se lo concede y lo manda a casa con su mujer.

Pero en cuanto Maksim sale, un grupo de jefes de Safiyah lo acorrala y lo mata por haber amenazado a su madre y a Coryana, todo mientras Kate lo mira desesperada y Safiyah hace oídos sordos a su petición de hacer algo por él. ¿Pensabas que era un conejo y no el zorro? Lo sabías y elegiste beber con ella, comer con ella y respirarla. Una viaje largo hacia el país de las maravillas. Todo para que pudieras pretender, negar,

Has estado soñando aquí durante un año Kate. Una pasajera en tu propia vida. Una borracha en plena borrachera. Y lo más terrible de todo es que… lo sabías. Tenías que saberlo Kate. «Madre de los señores de la guerra».

Y es algo que si has leído los cómics tienes que haber pensado tú misma. Porque yo desde un primer momento vi que Safiyah era bastante oscura y sus formas pintaban más a jefa de la mafia que a Madre Teresa. Además Kate no es tonta, por eso se autorecrimina en esa reflexión. Ha hecho un ojos que no ven corazón que no siente, pero ahora con la violencia en sus ojos no puede seguir autoengañándose con que ahí no pasa nada.

Cuando vuelve a la casa, Kate vuelve a investigar y se da cuenta de que quien envenenó y llevó el virus a la isla fue ella misma, cuando Safiyah la rescató estaba infectada y como siempre estuvo jugando con ellos terminó infectándolos a todos. Pero lo peor para ella es darse cuenta de que si ella ha encontrado la respuesta tan rápido, Safiyah también tendría que saberlo.

Kate: Tú lo sabías. Sabías que fui yo y aún así mataste a Maksim.
Safiyah: Te amo Kate, y yo protejo las cosas que amo. Las dos alejamos la mirada de las verdades que no deseábamos ver. Tú conseguiste un lugar seguro, una segunda oportunidad y yo… yo te conseguí a ti. Mis hijos están a salvo, mi isla sigue viva. ¿Y tú quieres odiarme por qué? Es muy fácil vivir la vida con los ojos cerrados. Todo lo que has querido siempre es desvanecerte en alguien más grande que tú. Desvanecerte hasta convertirte en alguien uniforme, mezclarte con el negro, hundirte en el mar o un vaso de Whisky. Rindiendo tu personalidad a una visión, una llamada, un ideal. Cualquier cosa que te permita no tener el control. Lo que te permita decir: «Esta no es mi responsabilidad, yo no he tenido la culpa». Eres una borracha Kate, pura y simplemente. Conviertes en una adicción todo a tu alrededor.
Kate: A todo menos a ti.

Kate se niega a seguir viviendo con una venda encima de los ojos e intenta marcharse, algo que Safiyah se toma muy pero que muy mal.

Safiyah: Ya veo… entras en mi casa. Entras en mi vida, entras en mi cama y destruyes todo lo que tocas. Todo lo que he hecho, lo he hecho por aquello que amo. Por Coryanna, por ti.

Safiyah le ordena a Tahani que impida que Kate salga de la isla, así que las dos se enfrentan en una pelea en la que obviamente sale ganadora Kate. Pero la pelirroja llevaba consigo un tanque de gasolina para intentar escapar y en la pelea la gasolina se cae, lo rocía todo y termina incendiando el edificio.

Aún en medio del incendio y con la destrucción de fondo, Safiyah le pide a su sirena que regrese, le promete que juntas pueden reconstruir su hogar, pero Kate decide tirarse al mar y marcharse dejando a la madre de los señores de la guerra desolada y a Coryanna en llamas.

Entonces vemos a Safiyah hacerle un promesa:

Cada persona tiene una cosa por la cual mataría. Yo también la tengo. Yo mataría por Coryanna y por ti. ¿Qué harías tú por aquello que amas? Un día Kate… para tu desgracia…algún día descubrirás hasta donde eres capaz de llegar.

Todos esos recuerdos hacen que Kate reflexione sobre lo que está pasando, es obvio que Safiyah está intentando herirla sacando lo peor de ella para salvar a su hermana, la persona que sabe que ama más en el mundo. Y con Batwoman volando hacia el que fuera su hogar en Bruselas, terminamos Batwoman 12.

¡Me ha fascinado este número! Sobre todo porque muchos detalles de los 12 números anteriores quedan aclarados perfectamente en este. A mi me gustó especialmente la narrativa de los lobos, porque llevábamos muchos números con ello y aunque sabíamos que era una metáfora no se entendía del todo a qué hacía referencia. Pero ahora con todo el conocimiento de por medio sabemos por qué Kate siempre se ha sentido como una plaga.

Sabemos que tiene un complejo muy grande de destruirlo todo y es por eso que Safiyah le pega en donde más le duele al echárselo en cara. Así que como el virus que destruyó a los lobos, Kate destruyó a Safiyah y envenenó a Coryanna.

Además, este número hace más humana si cabe a Kate, la muestra como una mujer que es capaz de engañarse a sí misma por amor, como muchas de nosotras. Que elije ver solo lo positivo en la persona que tiene al lado e incluso la idealiza para no sentirse perdida. Alguien que hace válido aquello de «el amor es ciego».

Pero a pesar de todos sus defectos, Kate termina por hacer siempre lo correcto y eso es lo que ha llevado a la destrucción de su relación con Safiyah y que estemos hoy aquí, a punto de empezar una batalla entre dos señoras de la guerra.

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