He jugado muchísimos vídeojuegos en mi vida. Tantos que, una amiga de mi madre me dijo hace un par de viajes a México: «yo creí que lo de los jueguitos se te pasaría con el tiempo pero pues no». Y tiene razón, porque desde que probé mi primer juego en la Atari 2600 y me porté muy bien para que en navidad me cayera mi primera consola (la NES), no he abandonado mi pasión por los videojuegos.
Generalmente soy de esas personas a las que les gusta jugar y mucho, pero en especial me decanto por los juegos que te permiten elecciones, básicamente porque me gusta dirigir la historia de mis personajes e identificarme con ellos. Que sí, que he disfrutado siendo Kratos como la que más y tengo todos los Zelda de este universo, además de haberle echado tantas horas al Overwatch que mi cuenta principal tengo un reborde de oro. Pero hay juegos que me han llegado al alma, que se quedarán conmigo para siempre y Assassin’s Creed Odyssey es uno de esos.
El juego nos sitúa en la Grecia Antigua, y desde un primer momento puedes elegir entre ser Alexios (el protagonista masculino) o meterte en el alma de Kassandra. Obviamente yo la elegí a ella y así empezó mi aventura como una joven de origen espartano a la que la vida ha convertido en una misthios.
En general, Assassin’s Creed es un muy buen juego, en serio, se los recomiendo pueden leer reseñas completísimas pero mi intención no es explicarles el juego desde el punto de vista de hermosos gráficas, lo dinámico de sus controles de juego o el número de frames que tiene. Más bien quiero contarles como la señorita Genix y yo nos enamoramos por completo de una guerrera y le echamos más de 30 (en realidad fueron 122) horas a un juego.
Lo primero que me llamó la atención de Kassandra es el diseño del personaje, porque quienes llevamos muchos años jugando sabemos que la industria se caracteriza por ponerle armaduras que parecen bikinis a las guerreras a las que los tacones no parecen afectarles. Pero Kassandra no es así. Ella es una mercenaria y por eso aparte de ser una mujer altísima, es considerablemente fuerte y eso se nota en su constitución. Podría parecer una tontería, pero en serio, es genial poder ponerte en las sandalias de una guerrera que realmente lo parece.
Empecé jugando sola, pero una noche la señorita Genix estaba aburrida y se quedó conmigo viéndome jugar. El juego te permite explorar un montón de ciudades griegas y si fuiste muy fan de Xena (como nosotras) reconoceras muchos sitios e historias. Así que hicimos un trato, ella decidía por donde continuar y yo llevaba el mando. Y así empezamos a explorar Grecia y a conocer a los diferentes personajes que pululaban por el mundo.
Como el juego tiene gráficos tan bonitos, pasamos muchos momentos explorando y maravillándonos con los paisajes, pero como siempre, la historia principal nos llamaba de vez en cuando y eso nos llevó a ir conociendo y creando al mismo tiempo a nuestra Kassandra. Y digo nuestra porque en este juego tus decisiones tienes efectos reales dentro de la historia, de tal manera que, tú puedes cambiar como reacciona tu personaje a diferentes situaciones y el mundo en general reacciona a ti dependiendo de ellas.
Nuestra Kassandra era en general buena, pero es una Mysthios así que no le da miedo cobrar por sus servicios, eso de trabajar gratis lo dejabamos para escasas ocasiones. Nos disgustaba mucho los/las idiotas que se aprovechan de la gente menos poderosa, así que si ese era el caso, no teníamos reparos en asesinarlos. Kassandra es espartana, pero por motivos que no quiero spoilearles, no tiene mucho amor por su tierra, así que nuestra Misthios no se decantaba entre Esparta o Grecia, dependiendo de nuestras necesidades optabamos por uno u otro bando sin reparos. Eso sí, somos extremadamente fieles a nuestros amigos, así que siempre que nos piden un favor ahí estamos para echarles un cable.
Con estas opciones por bandera nos lanzamos a descubrir el mundo y entre pueblo y pueblo conocimos personas especiales y eso nos llevó a toparnos con las opciones de romance. Porque sí, Kassandra tiene opción a enamorarse de un montón de personajes en el juego y nuestra Misthios es lesbiana, así que le hicimos la cobra a los chicos y le abrimos nuestro corazón a las chicas.
Como la vida de las mercenarias es dura y en cualquier momento la puedes palmar, sinceramente al principio fuimos un poco al coqueteo puro y duro y echar una cana al aire. No había intención de encontrarnos con amores de nuestra vida ni nada por el estilo. Teníamos una misión que cumplir y no podíamos distraernos y nos encontramos muchas opciones. Alguna que nos sacó una carcajada y todo porque las historias pueden ser dramáticas, divertidas o dar miedito.
Pero entonces conocimos a Kyra y tanto Genix como yo nos enamoramos de su sentido del humor inmediatamente y decidimos al primer instante que nos la íbamos a intentar camelar. A partir de ese momento ya nada fue igual y las decisiones que tomamos eran todas buscando que nuestro romance llegara hasta el final de los tiempos y nos cabreábamos cuando se interponian obstáculos en nuestro camino.
Desde ese instante comparamos a todas las mujeres con Kyra y nos hicimos tremendamente tiquismiquis porque ya nadie nos enamoró igual. Y de vez en cuando volvíamos a su ciudad de origen para intentar verla y hablar con ella. Todo esto mientras intentábamos no perecer y cargarnos a los malos malotes, conquistar los mares y explorar todo el mapa porque nos gusta acabar los juegos al cien por ciento.
Me gustaría poderles explicar lo mucho que nos enamoramos de Kassandra, tanto que evitamos adrede avanzar en la historia y nos pusimos a hacer todas las misiones secundarias para que no se nos acabara el juego. Y cuando sin querer terminamos una de las partes y vimos un final nos deprimimos un poco porque se nos terminaba y paramos unos cuantos días de jugar para intentar superarlo. Ayer terminamos por fin todo el juego y nos comprarmos el pase de temporada porque necesitamos más Kassandra en nuestras vidas.
¿Lo más divertido para mi? Pues jugarlo con Genix, porque cada decisión la debatíamos poniendonos en la piel de Kassandra y decidiendo como queríamos avanzar su destino. Después de conocer a un personaje nuevo hablábamos de esa persona como cuando vemos una serie y haciamos comentarios sobre su personalidad o si confíabamos o no en sus motivos. Hace muchos años que no jugabamos juntas (desde que estabamos picadas con el FIFA en la PS1) o ella me veía jugar el FFX. Y fue una experiencia muy divertida, tanto que lo dicho, la vamos a continuar.
En fin que les recomiendo que se compren el juego y vivan aventuras con su propia Kassandra.
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