“El mal nunca queda sin castigo. Pero a veces el castigo es secreto”. Esta es una cita de Agatha Christie, la gran dama del crimen, el misterio y las novelas “whodunit”, con la que comienza esta antología de relatos.

“Misteria” se titula así, en femenino. Podría también ser el plural de misterio en latín, pero no. El “palito” significa que se erige en el primer volumen de lo que pretende ser una serie continuada de libros que reflejen el resultado de sucesivas ediciones de un concurso que convocó la editorial LES. En efecto, “Misteria I” es una recopilación de las mejores historias presentadas a ese concurso, que buscaba componer una obra con la que iniciar su colección “Policíaca | Suspense”. Se trata de un buen racimo de narraciones unidas por su temática policíaca, de intriga, terror o misterio que, además, plantea otra característica común muy importante: disfrutar de personajes protagonistas LGBT+.

El quid de la cuestión no se centra en mostrar en primer plano aquellos aspectos de la existencia de estos personajes que se encuentren ligados estrechamente a su condición LGBT+ (es decir, que la trama esté enfocada en su vida amorosa). Aquí el interés planea sobre otras cuestiones: el crimen, el misterio, la búsqueda de la verdad.

Y es que, como aclara en el prólogo Thais Duthie (miembro del Jurado del concurso), el objetivo principal de esta obra es la normalización de personajes LGBT+ en la literatura. Ni más ni menos. De entre más de cuarenta obras recibidas, fueron seleccionadas para completar esta antología las siguientes:

Crimen Carmín (Raquel Arbeteta): Adriana es una chica inteligente. Poco podía imaginar que un día iban a encontrar a su vecina Julieta muerta en el rellano de la escalera. Su amistad con Julieta no era bien vista por sus padres, especialmente por su madre: una prostituta no resulta demasiado aconsejable como amiga para una adolescente. Pero ahora Adriana será una ayuda inestimable para la policía en la tarea de descubrir quién ha cometido el crimen.

A Raíña (Miriam Beizana Vigo): Un cuento con tintes de misterio célticos, teñido de un halo de bruma gallega y melancólica. Emilia acepta un trabajo en un lejano faro, queriendo consolarse de la ausencia de Eva. Pero Eva sigue habitando en su mente con una permanencia insistente y pertinaz. Un relato mágico y cargado de emociones.

La muerte solo puede matarme (Adriana García Ramos): Un claro del bosque comienza a ser el lugar donde Ariel más tiempo pasa. El primer encuentro con la misteriosa Leslie le ha sabido a poco y retorna allí una y otra vez. Pronto descubre que tras esas entrevistas se esconde todo un enigma por resolver.

Bajo la tierra (Teresa Gispert): La desaparición de una joven conmocionó el pueblo hace ya bastantes años. Ahora, una vez hallado su cadáver, su muerte tiene que ser esclarecida. Y nadie mejor para dirigir la investigación que Gertrudis, Guardia Civil y oriunda de la pequeña localidad, que abandonó tiempo atrás. Ahora regresa con esta misión y también con ciertas ganas de volver a tratar con quienes le hicieron la vida imposible durante su adolescencia. Porque en un pueblo pequeño no es fácil ser diferente. Este es el relato narrador del certamen.

Nombres propios (Evelyn González San Martín): Europa cree estar pasando los peores momentos de su vida. Se ha perpetrado un atentado en una estación de la ciudad y ella no encuentra a su novia. No contesta al móvil, está ilocalizable y lo peor es que sospecha que podría estar por la zona donde se ha cometido el acto terrorista.

El caso del I-Ching (Viviana Hernández Alfonso): Una mujer aparece muerta, desnuda y colgada de un balcón. Resulta ser Madelaine, examante de Lili, quien recibe un sobre conteniendo hexagramas y una especie de alfiler de cabeza gorda y amarilla. Sin proponérselo ni saber muy bien de qué va todo el asunto, Lili se convierte en la pieza clave de la investigación del asesinato de su otrora compañera de alegrías sexuales.

Ónix y ámbar (Alba M. Vila): La vida profesional de la inspectora Gabriela Montero no ha sido nada fácil, porque no lo era ser una de las seis primeras mujeres que había ingresado en el Cuerpo Nacional de Policía desde el final de la Dictadura. En el presente caso, tampoco las cosas van a resultar más sencillas. El intento de asesinato ha ocurrido en la casa de campo de un comisario y no suele ser buen presagio que este tipo de asuntos sucedan en el domicilio de un superior. Este relato fue finalista del premio. Círculo (Haizea M. Zubieta): Celia disfruta de una beca de investigación. Su equipo es puntero y se encuentran en el lejano Círculo Polar Antártico. Sin embargo, no todo van a ser alegrías; por un lado, tiene que aguantar a su ex (que ya es mala suerte, la han seleccionado también para la misión) y por otro, la situación es bastante siniestra.

Guardia nocturna (Ana Morán Infiesta): Tras el Estallido Sobrenatural han cambiado muchas cosas y Gijón no es el que era. Tampoco lo es la sociedad, ni los seres que la conforman. Ahora hay muchísima más variedad. Pero siguen existiendo los asesinatos y esta vez el cadáver presenta heridas de zarpazos. Todo apunta a que la culpable puede ser una zoántropa felina. La subinspectora Sara Fernández y la inspectora Eva Valdés, ambas pertenecientes a la Unidad de Vigilancia Sobrenatural, se encargan del caso.

Un buen hombre (Elena Romero Bonilla): Johanna trabaja como tanatopractora en una ciudad de Islandia. En esta ocasión, su tarea va a ser bastante difícil. No sólo porque el cadáver que ha aparecido en la playa está totalmente desfigurado y tendrá que hacer malabares para dejarlo medianamente decente. La persona fallecida no le era desconocida en absoluto, lo cual genera estrés emocional. Y además, tiene muy poco tiempo, únicamente una noche. En esa noche comenzará a percibir que, aparte del cadáver y ella misma, hay alguien más rondando por la casa.

A, de anónimo (Marina Tena Tena): Un asesino (o asesina) múltiple aterroriza la ciudad. No hay patrón definido, ni perfil, ni pistas. La policía está desorientada por completo. Valeria encuentra una nota que alguien ha metido debajo de la puerta de su despacho. Está firmada con una A. y reza lo siguiente: “¿Serás capaz de matar?”.

Por mano propia (María Delfina Ungaro): En el intrincado mundo de la justicia bonaerense, Mariana tiene un trabajo no demasiado común. En realidad, podría calificarse como la chica-para-todo de Mónica, una jueza para la que hace de todo un poco. Esta vez el trabajito va a ser mucho más peligroso.

En definitiva, puede verse que “Misteria I” se caracteriza por la variedad de temáticas y estilos. Como señalábamos al principio, el punto en común es el misterio, la intriga y ese toque “noir” que a mí, personalmente, me encanta. El nivel de calidad es alto en todos los relatos seleccionados, así que el placer de la lectura queda garantizado. Si os gusta el género, claro está. Que disfrutéis del libro, si os apetece.