Silencio

Se me va a salir el Corazón por los ojos de tanto llorar en silencio por tu Amor.

 

En cada gota

Te amo en cada gota de lluvia aunque se te calen todos los huesos.

Te amo en cada gota del sudor de tu esfuerzo por tratar de conseguir todo lo que te propones.

Te amo en cada gota de tu llanto, sutil o histriónico, porque quieres aguantar y te da vergüenza que los demás vean que no puedes más, como si no tuvieras derecho a romperte de vez en cuando.

Te amo en cada gota de tu más íntimo sabor, me regocijo acurrucándome entre tu perfumado olor. Ahí estoy a salvo de cualquier dolor.

Te amo en cada gota del licor que nunca pruebas porque no bebes.

Te amo en cada gota de rocío con que amanecen las plantas porque tú eres Primavera.

Te amo en cada gota de salsa que te chorrea por el mentón cuando engulles la comida.

Yo no volveré a sentir sed porque me sacio con cada gota en la que te amo.

 

Felicidad muda, depresión y humor terapéutico

Eres como una quimera de oro porque mi mayor fantasía es cubrir por las noches mi cuerpo con tus cabellos dorados.

Estoy harta de huir de mí y mantener mi amor en conserva. Me arriesgaría a abrir la caja de Pandora para preguntarte si te apetece que tomemos el atajo de las baldosas amarillas y vayamos a cenar una sopa de ganso una noche cualquiera en Casablanca, por ejemplo, con la esperanza de que me dijeras que sí.

Por el camino podríamos recoger lo que el viento se llevó junto a la lluvia la tarde que nos despedimos bajo la pancita de sus nubes. La brisa se apropió uno de mis más robustos latidos y lo sigue zarandeando sin compasión en atrevidos remolinos, como guiado por un ángel de la calle. Si lo encontrara, podría meterlo de nuevo en mi Corazón y usarlo para revelarte con valor que quiero confesarte cada lágrima  que lloro por atesorar en silencio mi Amor. Seguro que esto te invita a pensar que soy adicta a vivir dentro de una gran ilusión, pero tengo una respuesta para ti: solo se vive una vez y, en lo que al Amor se refiere, ya no voy a seguir las reglas del juego, ya no sigo el guion.

Es cierto que puedo dar la sensación de que exploro con ahínco todos los horizontes perdidos, pero quizá algún día, de tanto mirar al infinito, podamos compartir el amanecer que buscamos en el mismo sitio, aunque dure solo una semana de veinticinco minutos.

Prefiero existir en un mundo en blanco y negro antes que seguir siendo la co-protagonista de una película muda. Cuando te miro, siento que el mundo marcha. Por eso afirmo que tú eres mi país de las maravillas, aunque no te llames Alicia.