Parte de mi confesión
Espontánea. Contemporánea. Divertida. Amante de la Vida. Sexy y cañón. Rodeada por un sutil halo de rebelión. Adictiva. Con iniciativa. Multicolor. Sabes hacer frente a cualquier dolor. Poetisa más libre que la propia brisa. De palabras nada escuetas. Por qué no admitirlo, con un buen par de ***** carpetas donde guardas los poemas con que tanto lo petas. Parlanchina hasta los huesos, siempre te quiero cerrar esa bocaza a besos.
Tras tu inocencia lo que me inspira más salvajismo es tu olor. Me das ganas de follarte la respiración mientras con dulzura hacemos el Amor. Eres transparente y no usas máscaras como el resto de la gente. Tan dulce pero nada empalagosa, ¿cómo no ansiar inmortalizarte con mi prosa? Tu inteligencia sin aires de pedantería es señal de que has aprendido de las heridas por las que, en tu pasado, sufrías.
Tienes el carácter que más escasea en el mundo y también el más necesario cuando la angustia escupe su «no» más rotundo: eres risueña y logras que los que te rodeamos nos sintamos menos perdidos, menos vagamundos.
Tus letras son acogedoras. Normal, eres una gran autora. Yo tengo la suerte de dejarme acariciar por ti cuando te leo en mi momento favorito del día: la aurora. Preciosa sin ser creída, me hace muy feliz que, de una manera u otra, estés en mi Vida.
Déjate hacer
Convocaré una asamblea en el cielo
para reunir a todas las estrellas
y zurcirlas entre sí
hasta tener una manta de luz
que te arrope
cuando más oscura te sientas.
Si no sé de ti estando a tu lado
A tu lado relaciono el amanecer con una primavera repleta de quimeras. El mediodía con un verano en el que resuenan los latidos de tu Corazón cercano. El atardecer con el otoño solo por la magia de pasear contigo bajo los madroños. Y el anochecer con un invierno en el que no despegas de mí tu mimo más tierno.
Si no sé de ti, relaciono cada hora del año como una desesperación en la que no hallo la manera de entrelazar mis caricias con tu mano, desparramando así mi ánimo ñoño por el mismo infierno.