Me gusta mucho ver cortos lésbicos porque generalmente tienden a ser historias mucho más originales que las que solemos ver en la pantalla grande. Las producciones, al ser más indies, tienen más libertad artística para expresarse. Por eso hoy vengo a recomendarles que le echen un vistazo a Pompas de Jabón, un cortito lésbico sobre superar tus miedos y ser feliz.
Pompas de Jabón nos cuenta la historia de Elvira y Sol una pareja que tiene que decidir si siguen adelante con su relación o es momento de terminarla. Ambas tienen que hacer recuento de sus vidas y elegir qué pesa más en su balanza. ¿Las responsabilidades pasadas o la ilusión? ¿El qué dirán o la superación personal? La repuesta podría parecer fácil así en teoría, pero en la práctica es mucho más complicado.
Así nos lo contó Cristina Terzi que interpretó a Sol en el corto:
Supe que quería dar voz a esa historia tan real, tan humilde y tan bien contada. Personalmente, siempre he creído que el amor no entiende de edades, de etnias ni de géneros, y a pesar de los avances sociales, el cine muestra esta diversidad con cuentagotas. Quizás sea momento de vivirlo rompiendo estos estigmas, saliendo de los armarios y apareciendo en las pantallas.
Pompas es una historia de superación, un espacio-tiempo-refugio entre dos mujeres que, impulsadas por un remolino de amor, luchan contra el gigante de la convención para permitirse ser. Ellas. Juntas. Enamoradas sin pedir permiso ni perdón. Y no lo tienen fácil, especialmente Elvira, quien está casada con un hombre y es madre. A lo largo del corto, las dos pasan por muchos estados de ánimo, pero el tono no deja de ser intimista y sincero. Antes de tirarse los platos por la cabeza, hablan. Antes de gritarse, empatizan. Antes de separarse, bailan y ríen.
Para mí, Pompas fue un impulso. Fueron nervios y muchas ganas. Me enamoró la separata del guion y fui a por todas.
Si tienen quince minutos libres les recomiendo que le echen un vistazo. Lo pueden ver gratis aquí.